¿Educación?

La función de la escuela debe consistir en enseñar a pensar, valorar y actuar a los estudiantes y no a aprender múltiple información sin significado para la vida. En cambio, lo único que hace el colegio es darnos información. La información está al alcance de todos en las redes de comunicación, en los textos, en las bibliotecas y en las memorias externas. Todo lo que hoy en día aprenden los niños en un colegio cabe en un computador. El colegio debe enseñarnos a tener una opinión critica frente al mundo, a tener la competencia para argumentar, para deducir o para interpretar, esto no puede estar en un computador, ni en las redes; sino que tiene que estar en el propio cerebro del niño y del joven.

Existen dos pedagogías totalmente diferentes, la pedagogía heteroestructurante y la pedagogía autoestructurante. La primera centrada totalmente en lo que decía el docente, dejando aun lado lo que el estudiante pudiera aportar al aprendizaje. Y la segunda centrada totalmente en el niño y su interacción con el mundo. El problema se centra en que no existía una pedagogía en la que ambos personajes (Profesor y alumno) tuvieran el foco del aprendizaje. El ideal seria crear una manera de enseñar en la que el profesor y el alumno tuvieran igual participación en el aprendizaje.

Para empezar, el colegio debe preocuparse por el desarrollo y no por el aprendizaje. Se debe garantizar mayores niveles de pensamiento, afecto y acción; es decir, la “humanización del ser humano” como decían Merani y Vigotsky (citado por Riviere, 1996, 19).

Se debe cambiar de estrategias metodológicas en el salón de clase para captar la atención de todos los estudiantes.

La escuela, tal como dice el proverbio chino, debe ser un lugar para enseñar a pescar a los estudiantes y no para regalarles pescados. Y desafortunadamente todavía no es así. Todavía, la mayor parte de escuelas del mundo entrega pescados a sus estudiantes, y pescados cada vez más viejos y trasnochados. Estudiando los accidentes geográficos, los nombres de las plantas, los algoritmos matemáticos, o las conjugaciones de los verbos, no es posible desarrollar el pensamiento, el afecto o la acción. Así que la escuela que quiera desarrollar el pensamiento tendrá que enseñar otros contenidos, otras maneras de pensar y de trabajar con el conocimiento.

Una escuela centrada en el desarrollo privilegia la comprensión, el análisis, la deducción, la interpretación y la argumentación. Éstas son las cañas de pescar a las que se refiere el proverbio chino. Una escuela que desarrolla es una escuela en la que se lee mucho más y en la que se investiga. Es una escuela en la que se enseña a pescar. Y por ello, en esta escuela las informaciones, las operaciones algorítmicas y los datos, son mucho menos importantes y no son nunca el objeto principal de la enseñanza.

En conclusión, nos falta mucho como sociedad

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