Ejemplo de un cuento

AMANECER

CAPITuLO 1: RenaCEr.

19 de Junio del 2029, un día que ha cambiado mi vida, ese día lo perdí  todo, mi familia, mis amigos y todo lo que amaba, ese fue un día que nunca olvidare. Una historia que jamás creíamos fuera realidad, la historia de que algún día los zombis empezaran a reinar en nuestro mundo, pues ese día ha llegado, y no empezó con que las personas revivan y salían de entre los muertos, si no que comenzó con una enfermedad, el gobierno trató de esconder este hecho, pero la gente no tardó en darse cuenta de todo lo que estaba pasando, helicópteros en el cielo, extraños acontecimientos en los hospitales, comportamientos agresivos de las personas, en fin, era obvio que algo andaba  mal.

Me llamo Andrés Cordero, y a la edad de 27 años ya tengo un trabajo estable, por lo cual en estos tiempos me entraba un gran estrés, todos los días me desvelaba haciendo proyectos que me dejaba la compañía, aparte de eso, últimamente me ha entrado un tipo de depresión, no tengo idea porque, pero me siento mal, a veces me siento solo, me siento enfermo, decaído, e incluso a veces muy irritado y malhumorado.

La epidemia comenzó con un proyecto fallido a manos del gobierno de Estados Unidos llamado “el proyecto Z”. Primero comenzó como una idea, la idea de mutar a los humanos de una forma rápida pero dolorosa, este proyecto los hacia más fuertes, más rápidos y más ágiles, con una capacidad inimaginable de fuerza, eran capaces de destruir y romper cualquier cosa…

Pero algo salió mal, había rumores de que un científico se contagió o algo así y empezó a tener comportamientos agresivos con sus compañeros, otros decían que uno de los pacientes se salió de control, que la sustancia se apoderó de su cerebro provocando un sentido de agresividad ante todo, pero esos rumores fueron pasando al igual que el tiempo, y lamentablemente ninguna de las personas que quedan vivas sabe qué fue lo que falló y actualmente (según yo) soy el único que tiene la cura.

CApiTuLo 2: La HuiDA.

Estoy en el estado de Chiapas, estoy tratando de migrar a otro continente ya que los únicos países que están contaminados son: Estados Unidos, Chile, Argentina, Colombia, Brasil, España, Inglaterra, Francia, Italia y México. Cada vez viajar se me hace más difícil y cansado, se me están acabando los alimentos y el agua, cada vez lo zombis se propagan más.  Actualmente sólo somos yo y mi perro Max ya que hasta ahora no he podido encontrar sobrevivientes para así poder tener más posibilidades de sobrevivir.

Hoy me embarqué en una búsqueda de suministros los cuales son enviados por los gobiernos de diferentes países a un mismo punto de referencia, siempre los obtengo yo, lamentablemente, ya que eso es señal de que soy el único que queda en la zona, o al menos eso pensaba hasta que en una de mis búsquedas me encontré con mi colega y gran amigo Jonathan, con el que compartía varios momentos justo antes de todo este desastre;  lo encontré herido a las afueras de un centro comercial, al parecer lo había mordido un zombi, pero llegue a tiempo para darle el antídoto, justo antes de que se convirtiera en uno de ellos.

Después de un mes de estar juntos y de tratar de sobrevivir, Jonathan  y yo decidimos que era hora de seguir nuestro camino, así que agarramos nuestras cosas: armas, munición, comida, agua, herramientas  y medicinas.  Después de recogerlas subimos a la camioneta y nos encaminamos a un nuevo destino.

Así que arrancamos y nos pusimos en marcha para viajar a Europa y así poder sobrevivir. Después de un rato de seguir nuestro camino hasta las costas del Golfo de México donde nos estaría esperando un barco para zarpar, nos encontramos con un edificio en llamas, en ese momento Jonathan y  yo nos volteamos a ver el uno al otro y nos preguntamos cómo un zombi pudo ocasionar tanto lío, y entonces le dije:            

-Específicamente no tuvo que ser un zombi–.

Él y yo nos pusimos tan emocionados con sólo pensar en la posibilidad de encontrar a alguien allá arriba, en ese momento salimos con armas y botiquines porque estábamos realmente seguros de que había vida en ese edificio, teníamos que rescatarlos, nos dirigimos a él, cuando rompimos la puerta escuchamos unos llantos desgarradores, al parecer venían del segundo piso, todo se estaba derrumbando, se estaban cayendo las paredes y el piso, pero apenas pudimos subir, cuando entramos nos encontrábamos con un cuarto envuelto en llamas, después de eso volví a escuchar los llantos, pero ahora venían del armario, Jonathan me esperaba detrás mientras yo intentaba rescatar a esa persona cuando rompimos la puerta escuchamos unos llantos desgarradores, al parecer venían del segundo piso, todo se estaba derrumbando, se estaban cayendo las paredes y el piso, pero apenas pudimos subir, cuando entramos nos encontrábamos con un cuarto envuelto en llamas, después de eso volví a escuchar los llantos, pero ahora venían del armario, Jonathan me esperaba detrás mientras yo intentaba rescatar a esa persona, cuando lo logré abrir me di cuenta que era una mujer, se encontraba en llanto abrazando un crucifijo, rápidamente ella pensó que yo era un zombi por lo tanto trató de golpearme.

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