El Patriarcado Se Hace Funky

Antes de graduarse al final de la década de 1980 y a principios de la década de 1990, era una de tantas personas que no le tomaban importancia a la invasión de las marcas de las universidades pero no le molestaba. La generación que creció bajo el influjo de los medios de la cultura pop era una segunda naturaleza. El problema era que mientras tanto estas fijaciones comenzaron a transformarse a nosotros. Con el tiempo la política de la identidad se confundió hasta el grado que llego a eclipsar el resto del mundo. A los asiáticos y a las lesbianas se les condenaba a la invisibilidad a los homosexuales se les clasificaba de depravados a los negros criminales y a las mujeres de débiles e inferiores. La respuesta que provoco la política de la identidad logro ocultarnos el hecho de que las empresas las responsables de los medios de comunicación y los productores de comunicación. La agencia Sptnik mientras tanto explicaba que los jóvenes de hoy son una gran muestra de diversidad. Como hemos visto esta información seguía inmediatamente a otras dos relacionadas con ellas. En estos tiempos las personas preferimos Coca-Cola a un té, o unos tenis Nike a unos huaraches, mientras tanto gap llenaba sus anuncios con unos arcoíris racionalmente mixtos modelos delgados y de aspecto infantil. Diésel compenso la frustración que le producía esa idea inalcanzable de belleza con carteles irónicos que lo producía una mujer a la que le servían una mesa con cerdos para la cena. The Body Shop evito la reacción que provocaron los anuncios anteriores negándose a hacer publicidad y en lugar de ello lleno sus escaparates con cintas rojas y letreros que condenaban la violencia. La búsqueda de la diferencia se adaptaba bien a la boca del estilo afroamericano y a los héroes de empresas como Nike y tommy Hilfiger ya habían detectado como poderosas fuentes de marketing. Pero Nike también se dio cuenta de que las personas consideraban pertenecer a grupos oprimidos constituían sectores del mercado ya hechos. Las mujeres de los anuncios de Nike nos dijeron creo que nena es una mala palabra y opino que los tacones altos son una conspiración contra las mujeres. Parecía que todo el mundo se había puesto a jugar con la fluidez de los géneros, desde el maquillaje MAC que utilizaba a la deag Queen Ru Paul como modelo y portavoz hasta los anuncios de tequila que informan al público que la mujer del biquini que en realidad un el, desde las colonias de Calvin Klein que nos dicen que el género es en sí mismo una invasión hasta el desodorante sure ultra dry que a su vez nos hace callar a todos los que nos inclinamos ante el género ¿Hombre o mujer? Que importa. Daniel Mendelsohn ha escrito que la identidad gay ha pasado a ser básicamente un conjunto de opciones de productos culturalmente hablando al menos la opresión puede haber sido lo mejor que le haya sucedido a la cultura gay. Sin ellas no somos nada por supuesto esta nostalgia es absurda hasta el luchador más pitado de la identidad reconoce si se le presiona que tener que tener el Ellen de generes y a otros personajes homosexuales en la televisión. Probablemente sea bueno para los muchachos y en especial a los que no viven en entornos urbanos, sino rurales o en pueblos pequeños donde es más probable que ser gays los condenen a una vida de rechazo de sí mismos la tasa de intentos de suicidios entre homosexuales y bisexuales masculinos estadounidenses en 1998 fue del 28.1% mientras que entre los varones heterosexuales del mismo grupo de edades fuel del 4,2% de manera semejante de las feministas reconocen que aunque el tema de spice girls si quieres ser mi novio tienes que aceptar a mis amigos. Y sin embargo aunque todo esto

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