El Relato De Un Naufrago
dharius102827 de Septiembre de 2013
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Relato de un naufrago
Introducción: La historia conlleva una serie de enseñanzas o moralejas tales como, no flaquear o darse por vencido en los momentos atenuantes de nuestras vidas, así como luchar por lo que se quiere y desea con más fuerza, mantener siempre la mirada en alto y ver constantemente hacia el horizonte pues en ese lugar más allá de el firmamento puede encontrarse la respuesta o la ayuda que tan desesperadamente se solicita o requiere.
La fe, más que en alguna deidad, en nosotros mismos es capaz de hacerle frente en este caso hasta a la más aterradora y desfavorable situación, aunque en algunas ocasiones el protagonista se veía perdido y sin más fuerzas para luchar por sobrevivir, siempre se presentó algo que lo hacía volver en sí, levantar la mirada, el mentón y mirar hacia el horizonte en busca de algo distinto al interminable azul del agua; sin embargo como toda historia también tiene su lado negativo, por expresarlo de alguna manera, las cosas pueden llegar a ser algo repetitivas pues el escenario no cambia en bastante tiempo y a pesar de que es ese mismo entorno, lo que puede volver interesante la novela en contraste también puede ser el que reste algunos puntos de interés en el lector, ya que es posible que para aquél que sigue con su mirada la historia, está caiga en una especie de vacío, aunque contradictoriamente por una vez más, es este problema el que puede envolver en la narración al lector, expectante por descubrir como termina la aventura del protagonista.
Por estas razones antes mencionadas el equipo puede concluir que la novela
Posee una atractiva combinación de sentimientos, desesperación, impotencia, enojo, furia, instinto de supervivencia; mismos que el protagonista tuvo que sobrellevar en esta aventura para lograr erigirse como un héroe con el trofeo más importante para él en esos momentos que deambulo completamente sólo por el inmenso mar, protegido únicamente por la balsa a la que tuvo que aferrarse por 10 días, su vida.
Datos del autor: Gabriel García Márquez
Relato de un náufrago. Que estuvo diez días en la deriva de una balsa sin comer ni beber, qué fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de belleza y hecho rico por la publicidad y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre.
¿Que pienso que quiere trasmitir el libro?
El amor por la vida, la capacidad de supervivencia, la añoranza por los amigos perdidos y la grandeza del individuo.
Análisis
CAPÍTULO 1:
Resumen:
El marinero Luis Alejandro Velasco, se encontraba, al igual que sus compañeros del destructor Caldas, en Mobile, Alabama, debido a que el barco debía someterse a ocho meses de reparación. Un día, tras ver “El motín del Caine”, una película en la que había una gran tormenta, Luis Alejandro decidió que, en cuanto regresara a Cartagena, abandonaría la Marina. El barco zarpó en al madrugada del veinticuatro de febrero, y el marinero, no conseguía dormirse debido al miedo que sentía.
CAPÍTULO 2:
Resumen:
Durante los primeros días, el marinero había sentido miedo por el tiempo en el Golfo de México, pero el barco se deslizaba con suavidad. Más tarde, el barco empezó a tambalearse cada vez más, y dieron la orden a todo el personal de ir a babor. Allí se acomodaron los marineros, y Luis Alejandro se puso entre la carga para no ser arrastrado por ninguna ola, pero antes de darse cuenta ya estaba en el agua.
CAPÍTULO 3:
Resumen:
Al caer al mar, se agarró a una de las cajas de mercancía que había en el mar. Pensó que el destructor se había hundido, pero luego se dio cuenta de que estaba equivocado. De repente vio en el mar dos balsas, pero una se la llevó una ola y la perdió de vista. Decidió ponerse a nadar para alcanzar la otra y, cuando se subió a la misma vio a cuatro de sus compañeros en el mar, pero desafortunadamente ninguno de ellos logró alcanzar la balsa y se ahogaron. Luis Alejandro pensó que no pasaría mucho tiempo hasta que le fueran a rescatar.
CAPÍTULO 4:
Resumen:
Luis Alejandro pensó que, no tardarían en llegar aviones en su busca y planeó que, cuando llegaran, se pondría de pié y agitaría su camisa. Pero pasó la tarde y por allí no pasó ni una mosca. A las siete anocheció, y se puso a contemplar la Osa Menor y a mirar la hora en su reloj desesperadamente. Se dio cuenta de que la balsa había estado avanzando en línea recta pero creía que lo más probable era que estuviera yendo en dirección contraria a Cartagena. Pasó la larga noche sin dormir y pendiente de su reloj, pero, al amanecer, vio que un avión se dirigía, desde lo lejos, hacia la balsa.
CAPITULO 5
Resumen:
Luis Alejandro Velasco agitó su camisa al pasar el avión, pero se dio cuenta de que había pasado demasiado lejos como para verle. El avión pasó , dio la vuelta y se fue por donde había venido. Luego pasó otro, y sucedió lo mismo. Creyó que el tercero sí que le había visto, puesto que pasó cerca y por encima de la balsa dos o tres veces, pero se fue y no volvió. A las cinco llegaron los tiburones, que merodeaban alrededor de la balsa y devoraban peces menores. Entonces él ya tenía sed y hambre. Por la noche, se le apareció un amigo suyo, que le señalaba el puerto y hablaron. El remó hacia donde le señalaba, cuando vio las luces del puerto , su amigo ya no estaba allí y las luces del puerto eran los primeros rayos de sol.
CAPITULO 6
Resumen:
Al tercer día no ocurrió nada en particular. Más tarde perdió la noción del tiempo, ya que, se dio cuenta de que era febrero, que es más corto. Todas las noches veía a su amigo, Jaime Manjares, hablaba un rato con él y se volvía a ir. Una noche vio de lejos un barco, pero desapareció y Luis Alejandro no pudo remar contra la brisa para alcanzarlo. Se encontraba tan agotado, que sentía deseos de morir, pero entonces pensaba en peligros y volvía a tener fuerzas. Una vez pensó en caníbales y ya no tenía tnato miedo al mar como a la tierra. Era su quinto día en el mar cuando vió siete gaviota volando sobre la balsa, lo que le dio nuevas fuerzas. Más tarde se fueron, pero se quedo una pequeña y Luis Alejandro se quedó inmóvil hasta que se acercó a su mano, entonces, la empezó a deslizar.
CAPITULO 7
Resumen:
Capturó la gaviota y, cuando la despedazó, se comió (aunque con asco) lo que pudo y luego echó el resto a los tiburones. Esa noche salió la luna y le dio renovadas fuerzas para continuar debido a que su reflejo en el mar parecían luces de barcos. A las 5 de su séptimo día se le ocurrió mascar las tarjetas que le habían dado en un almacén de Mobile y la garganta se le alivió y la boca se le lleno de saliva. Esa noche durmió fenomenal. Se despertó pensando que no sería su último día en el mar, pero de repente vio siete gaviotas; ya era la tercera vez que veía siete y pensó que se habrían perdido y que en lugar de ir acercándose a la costa, se estaba alejando y las siete gaviotas eran siempre las mismas.
CAPITULO 8
Resumen:
Los peces nadaban junto a la balsa en su séptimo día en el mar. Ya no tenía esperanza de llegar a ningún sitio. Decidió tratar de pescar con la mano, pero los peces se escabullían rápidamente de su mano. Notó que le daban pequeños mordisquitos pero al sacar la mano tenía los dedos en carne viva. Su balsa se llenó de tiburones que se daban un festín con los peces. De repente, un pez se metió en la balsa. Luis Alejandro, primero pensó que se trataba de un tiburón, pero era un pez. Le golpeó varias veces con el remo hasta que le dio muerte. Los tiburones golpeaban la balsa debido al olor de la sangre. Con dos mordiscos del pescado, el marinero se sintió satisfecho y cuando fue a lavarlo en el mar un tiburón se lo llevó de un mordisco. Luis Alejandro, enfadado, le propinó un golpe al tiburón con el remo y éste se llevó la mitad de un mordisco.
CAPITULO 9
Resumen:
La noche de su séptimo día en el mar, la balsa dio dos vueltas de campana, y en la segunda casi se ahogó, puesto que se había atado al enjaretado para no perder la balsa. Solo se quedó con el remo roto por el tiburón. Cuando amaneció se dio cuenta de que el mar había cambiado de color. Esa mañana vio una gaviota grande y vieja (que no se suelen alejar de tierra) y un montón de gaviotas le acompañaron ese día. Luis Alejandro se puso a examinar el horizonte, como en sus primeros días en el mar; se sentía con renovadas fuerzas.
CAPITULO 10
Resumen:
La noche de su octavo día en el mar no le costó dormirse, pero, al despertar, se volvió a hundir al comprobar el estado en el que se encontraba, y al palpar su cara demacrada. Sentía ganas de morir y además ya no sabía distinguir entre las alucinaciones y lo real. De repente, y sin saber como, vio una raíz en medio de la balsa y aunque no le calmó el hambre, el comérsela le dio un poco de esperanza pues se acordó de la historia de Noé, en la que una paloma le trajo una rama de olivo como anuncio de que la tierra estaba próxima.
CAPÍTULO 11
Resumen:
La novena noche fue, para él, la más larga de todas ya que se pasó toda la misma recordando, minuto a minuto, lo que le había pasado desde la caída del destructor. Al amanecer, casi sin fuerzas, miró el horizonte y tuvo un espejismo sobre la tierra. Como el ya lo sabía, tomó el remo roto y se estaban acomodando cuando vio el perfil de la tierra. La balsa avanzaba hacia unos acantilados y decidió tirarse
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