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El miedo y el terror que le generaban los federales a los unitarios


Enviado por   •  23 de Abril de 2018  •  Ensayos  •  2.308 Palabras (10 Páginas)  •  119 Visitas

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Universidad de San Andrés

Literatura Mundial Moderna – Segundo Semestre 2014

Ensayo: El miedo y el terror que le generaban los federales a los unitarios

En el siguiente ensayo se evaluaran las formas de representación de la violencia en “El matadero” de Esteban Echeverría y “La refalosa” de Hilario Ascasubi. La hipótesis está basada en la idea de que la violencia en ambos textos se representa con actos de tortura que generan humillación y sufrimiento a los afectados; a su vez, resultando en dos reacciones diferentes en el público lector: en primer lugar, producir miedo en ellos y mostrar el miedo y el terror que provocaban los federales en los unitarios; y en segundo lugar, revelar la situación de dominancia y autoridad de los federales violentos por sobre los unitarios en el Rio de la Plata durante el régimen de Juan Manuel de Rosas. Esto se puede ver tanto en “El matadero” cómo en “La Refalosa”.

El Matadero

El primer objetivo: generar miedo y mostrar el miedo y terror que causaban los federales

En “El Matadero” se puede ver como el autor, a través del uso de vocabulario específico y descripciones de hechos tortura, representa la situación violenta del gobierno de Rosas. Esta novela muestra dos episodios de muerte: el del toro en el que mueren el toro y un niño inocente, y el del unitario, en el que termina muriendo el unitario. En ambos incidentes hay violencia y métodos de tortura.

En el episodio del toro

Este acontecimiento se introduce diciendo:

“Un animal había quedado en los corrales de corta y ancha cerviz, de mirar fiero, sobre cuyos órganos genitales no estaban conformes los pareceres, porque tenía apariencias de toro y de novillo” (30, Echeverría)

Al principio no era certero si era un toro o un novillo. Los toros no tenían lugar en los mataderos ya que solamente había vacas y novillos. Por eso que se decide perseguirlo y para también divertirse junto a los trabajadores del matadero en la persecución. Luego de la muerte accidental de un niño a causa de que se “desprendió el lazo del asta [del toro]” se persigue al toro por las calles, dirigiéndose a la ciudad, hasta el momento en el que

“se metió por la tranquera de una quinta donde hallo su perdición. Aunque cansado, manifestaba brios y colérico sueño” (34, Echeverría)

Aquí se puede ver como de alguna forma se estaba torturando al toro, ante el estrés y el cansancio de la persecución. Luego dice que el toro

“brincaba haciendo hincapié y lanzando roncos bramidos”

“su lengua, estirándose convulsiva, arrojaba espuma, su nariz humo, sus ojos miradas encendidas” (35, Echeverría)

Aquí también se puede ver el sufrimiento del animal, y la reacción que tiene luego de ser torturado por los federales. El hecho violento es principalmente el momento en el que Matasiete efectivamente logra matar al toro

“cortándole el garron de una cuchillada y, gambeteando en torno de él con su enorme daga en mano, se la hundió al cabo hasta el puño en la garganta, mostrándola en seguida humeante y roja a los espectadores”

Esta descripción claramente muestra el hecho violento al toro, torturándolo clavándole la daga en el cuello. Más allá de este momento, el episodio del toro aporta simplemente el momento de tortura de la persecución en la que se cansa y se estresa, y el momento en que es asesinado. El siguiente episodio tiene más violencia, y esta se representa a través de una tortura aún más fuerte.

En el episodio del unitario

Este episodio sucede seguido de el del toro. El unitario es reconocido por los trabajadores, y Matasiete es desafiado a matarlo “como al toro”. El hecho violento hacia el joven es cuando Matasiete

“le salió al encuentro y […] lo tendió en el suelo tirando al mismo tiempo la daga de la cintura y llevándola a su garganta”

Este es un hecho en el cual se está torturando al unitario. Se podría decir que es el acto que comienza a generar bronca e ira en él afectado. Luego, se presentan otros episodios en los que se lo humilla, que incrementan la ira del unitario.

En la página 39, se describe la situación del unitario junto al juez:

“estaba fuera de sí de cólera […] parecía estar en convulsión”

“su pálido y amoratado rostro […] el movimiento convulsivo de su corazón, la agitación de sus nervios. Sus ojos de fuego parecían salirse de la órbita, su negro y lacio cabello se levantaba erizado” (39, Echeverría)

Esta descripción detallada de Echeverría, revela el estado en el que se encontraba el joven. El hecho de estar siendo humillado ante la dominación y el poder de los federales  o “infames sayones” como los llama él mismo. Hasta ahora, solamente Matasiete se le había acercado con la daga, pero no había sido violentado ni degollado como los federales querían. Posterior a esto se describe el hecho violento en el que se lo ata e inmoviliza, se le cortan las patillas, lo amenazan con que un tigre lo despedace y con que le cortarán la lengua. Luego, se describe cómo cuatro sayones sostuvieron al joven y comenzaron a quitarle la ropa mientras él se resistía y retorcía. Posterior a esto

“liaron sus piernas en ángulo a los cuatro pies de la mesa volcando su cuerpo boca abajo […] soltaron las ataduras que las comprimieran en la espalda” (42, Echeverría)

Luego, se describe el momento de la muerte del joven, diciendo que

“sus fuerzas se habían agotado […] y empezaron [los sayones] la obra de desnudarlo” (42, Echeverría)

Allí es cuando el unitario muere, según los federales, de ira. Según el enfoque de este análisis ensayístico, se podría deducir que el unitario murió, además, por humillación e impotencia de los actos de tortura de los federales. Se puede decir que el joven no logro aguantar la tortura violenta de los federales, ni el poder y la autoridad que ejercían sobre él; y consecuentemente, murió sin poder soportarlo.

La Refalosa

El primer objetivo: generar miedo y mostrar el miedo y terror que causaban los federales

En “La Refalosa” se puede ver como el autor, en cada estrofa, incluye algo que remite a la violencia. Esta poesía gauchesca es una amenaza de un federal mazorquero a un unitario. Está escrita desde el yo lirico del torturador, y está dirigida al unitario Jacinto Cielo. Uno de los objetivos del federal es imponer miedo ante el unitario y mostrar su capacidad de dominación. De esta forma, Ascasubi refleja como el federal deseaba que el unitario se aterre porque lo violente.  Más allá de esto, por más que no sea explicito, el texto actúa como una crítica del autor, a la violencia de los gauchos mazorqueros y al régimen de Rosas.

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