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Ensayo Gabriel Garcia Marquez


Enviado por   •  13 de Mayo de 2014  •  5.244 Palabras (21 Páginas)  •  376 Visitas

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Introducción

El otoño del patriarca es una gran novela emblemática del realismo mágico, escrita por Gabriel García Márquez y publicada por primera vez en 1975. El autor famoso desde Cien años de soledad consigue aún extrañarnos por su estilo. Si en esta novela se trata de nuevo de la dictadura, tema tradicional de la literatura latino americana, El otoño del patriarca permanece único por la escritura, la mezcla de ironía, de humor, la parodia del poder a través de la originalidad del protagonista, un dictador que acaba de morir y cuyo cuerpo acaban de descubrir. La novela nos relata su vida, no de manera cronológica sino por medio de anécdotas en el desorden, entregados como un puzzle que el lector logra poner en orden a lo largo de las páginas.

Esta novela es un objeto inestimable de estudio, de lo cual hubiera tanto que decir pero, he elegido dedicarme a la manera de Gabriel García Márquez de tratar de lo sexual a través de las figuras femeninas. No voy a tratar únicamente de las mujeres o de lo sexual, sino que voy a estudiar cómo los dos temas están vinculados a mi modo de ver, en efecto,¿cómo el uno se alimenta del otro?¿Cómo coexisten?¿Qué revelan sobre el protagonista?

Para intentar contestar a estas preguntas, voy a desarrollar mi idea en tres partes. La primera tratará de la figura de la mujer objeto, sometida a la voluntad del patriarca con el sexo brutal y dominante. En la segunda parte, analizaré la figura de la mujer intocable con la que no existe sexo y por fin, en una tercera parte, estudiaré la figura de la mujer ideal, encarnación de la familia, lo que induce sexo respetuoso y una inversión del poder sexual.

I. La figura de la mujer objeto, víctima, sometida a la «voluntad» del general por el sexo dominante

A lo largo de la novela, he notado una gran violencia para con las mujeres. Fui chocada y cuando pensaba haber leído lo peor, Gabriel García Márquez consiguió probarme lo contrario, casi en forma de apoteosis del horror.

La violación de la mujer es un sistema institucionalizado para el protagonista así como para sus víctimas como si fuera normal actuar así y sufrirlo. Parece chocante decirlo así pero podemos notar que incluso en la violación, el protagonista actúa diferentemente. En esta parte, me pareció interesante volcarme en dos puntos: primero, analizar la actitud del general preguntándome si actúa como un misógino o como un depredador. Segundo, analizar la actitud de la mujer.¿Tiene ella una actitud pasiva o activa durante la violación? y,¿por qué?

A lo largo de la novela, el autor nos relata varias anécdotas sobre las voluntades sexuales del general, pero hay cuatro que me parecen más representativas: las relaciones sexuales con las concubinas en su barrancas que parecen ser un harén, la violación de Francisca Linero, la violación de la mulata doméstica y la relación pedófila con la estudiante de doce años.

En efecto, notamos que el general suele «darle gusto a su voluntad» por medio de la violación. Podemos hablar de violación oportunista porque las que comete el general, las perpetra gracias al poder que le confiere su posición de dictador, de jefe supremo que dispone de todo el mundo a su manera. Notaremos sin embargo que su actitud evoluciona a lo largo de las cuatro anécdotas.

En las anécdotas con las concubinas o con la mulata en los tres primeros capítulos, el general adopta el sexo brutal y de apariencia misógina en su manera de actuar, a primera vista, con desprecio más aún cuando, según la definición de la Real Academia Española, la misoginia es «aversión u odio a la mujeres». En estas dos situaciones, el general actúa claro como un depredador, porque se lanza sobre sus presas sin necesitar cazarlas porque ya están a su disposición, como si pertenecieran a su despensa. Las consume según su «voluntad», permaneciendo vestido y sin tomarse la molestia de desvestirlas porque no merecen consideraciones. Son como bienes-muebles, porque pertenecen a la casa civil y puede disponerlas como le conviene ya que son sus mujeres o domésticas. Por ejemplo, pasa algo chocante con la mulata que se preocupa por sus huevos que «se van a romper» y él le contesta «que se rompan, qué carajo». Después de haberla abusado y de haber roto los huevos sin tomar en cuenta sus quejas, al final le dice «apunta cuántos eran,(…),te los descuento de tu sueldo» .

En la tercera anécdota situada en el tercer capítulo, en la violación de Francisca Linero, la mujer recién casada, de nuevo se trata de un abuso de poder. Pero él pasa de su terreno propio de la casa civil, a un terreno ajeno, «la hacienda fresca y callada de Francisca Linero en la vereda de los Santos Higuerones» en el que «había entrado sin siquiera tocar las aldabas de acuerdo con el gusto de su voluntad» . Suele disponer de las mujeres que son suyas y casi no sabemos si realmente podemos hablar de violación y si no se trata de juegos sexuales que les son propios. Pero si teníamos dudas, no es posible dudar en el caso de Francisca. Ella, no es mujer suya sino la recién casada de Poncio Daza y se la apropia sin su permiso y sin el permiso de su marido. Incluso manda asesinar al marido porque «no había otro remedio, dijo él, porque iba a ser un enemigo mortal para toda la vida». Aquí, demuestra su poder supremo disponiendo de Francisca como quiere utilizando el miedo como arma. Antes de asolar a la pareja, toma el tiempo prolongando su agonía cuando «seguía a dos pasos de la puerta comiéndose un guineo después del otro y tirando las cáscaras en el patio por encima del hombro sin haber pestañeado ni una vez» .

Sin duda, sus relaciones sin amor y de prisa y corriendo con las concubinas o la mulata traicionan cierto desprecio para con las mujeres cuyo motivo entendemos en el cuarto capítulo cuando leemos el episodio con la «mujer de soldado» que lo humilló y lo rechazó, cuando él «seguía siendo virgen aunque ya era teniente de artillería en la tercera guerra civil». En efecto, ella se burló de su «testículo enorme nadando como un sapo en la oscuridad» antes de gritarle «anda con tu mamá que te cambie por otro,(...), tú no sirves» . Podemos intuir que esta experiencia traumatizante ha determinado sus relaciones con las mujeres. Pero, además de eso, sabemos que sus artimañas representan según el protagonista, «la cara visible del poder».

En cuanto a la cuarta anécdota con la joven de doce años en el ultimo capítulo, la frase «madre mía Bendición Alvarado, cómo son de bellas mujeres a mi edad» nos permite entender que lo que nos parece ser el colmo del horror, es para él normal porque no son

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