Esta El Gobierno Dispuesto A Jugárselas Por La Mujer

¿Está el gobierno dispuesto a jugárselas por la mujer?

“Naturalmente, mis actos no son aceptados por la sociedad, pero mi crimen es ante todo un crimen contra las convenciones de la sociedad” (La chica con el dragón tatuado, 2011, minuto 62) así se expresa Martin Vanger, asesino, secuestrador y violador de mujeres en la cinta titulada La chica con el dragón tatuado, una adaptación de la trilogía Millenium de Stieg Larsson (2005). El maltrato a las mujeres se ha convertido en un suceso rechazado por la sociedad, pero la ausencia de las leyes deja impunes a estos psicópatas.

La cinta, la cual posee dos versiones, una sueca y otra americana, relata el caso de Martin Vanger y su padre Gottfried. Este último comienza una secuencia de violaciones a mujeres judías, estableciendo una relación directa entre cada uno de sus actos y un fragmento del libro bíblico Levíticos. Posteriormente su hijo Martin, continua con la misma secuencia, pero el comprende la importancia de ser precavido, construyendo un bunker donde esconde y maltrata a sus víctimas.

Estos, no son más que ejemplos de las atrocidades que se cometen en contra de la mujer, un género que desde el origen, ha permanecido bajo la sombra del sexo masculino. Actualmente estas situaciones pasaron de los filmes a la realidad, siendo insignificantes para aquellos que se hacen llamar gobernantes, quienes simplemente giran su cara con tal de no ver la realidad, puesto que son más importantes sus trajes de Oscar de la Renta y sus finos Mercedes Benz.

Nueva Delhi, capital de la India, es el corazón del maltrato femenino. Allí cada 17 horas se comete una violación, y las únicas perjudicadas son las mujeres (Rojas, 2013, p.1). Ana Gabriela Rojas relata en el diario EL PAIS, el increíble homicidio cometido el 16 de diciembre del 2012; cuando cinco hombres violaron hasta asesinar a una joven de tan solo 23 años de edad. “Este caso ha puesto en evidencia la incapacidad del gobierno para proteger las mujeres” (Rojas, 2013, p.1) comenta Ranjani Kumar directora del centro de estudios sociales de la India. Al parecer será necesario esperar hasta que los gobiernos tomen conciencia sobre estas atrocidades, pues sin lugar a duda esa mano firme que tanto nos aseguran sigue como una sombra invisible.

“No creo que puedas entender lo divino que resulta tener el control absoluto de la vida y de la muerte de una persona” (Larsson, 2005, p.473), afirma Vanger ¿A qué jugamos?, ¿A qué las mujeres somos simples muñecas o utensilios para los hombres?, ¡no!, no podemos esconder esta realidad. El deseo insaciable por asesinar, violar y secuestrar, no es más que un hecho patológico, es enfermizo saber que la satisfacción de un ser humano está generada por el sufrimiento de otro.

Es inaceptable que la felicidad personal sea dada por las lágrimas y el llanto de otros. ¿Qué alegría comunica el sufrimiento?, ¿Acaso esto despierta una pasión personal?, definitivamente no lo podemos aceptar como sociedad, y mucho menos permitir que una mujer tenga que perder su vida por suplir las locuras de un hombre.

Estos psicópatas, además de disfrutar el sufrimiento de su presa, gozan de la planeación, en el filme incluso se llega a hablar de la elección como un proceso mucho más complejo, “No pueden ser actos impulsivos…Tengo que identificar a una presa y estudiar minuciosamente su vida” (Larsson, 2005, p. 456). Todo esto lo hacen ante nuestros ojos, y ante los ojos de aquellos que cargan con el titulo de dirigentes, y aunque como ciudadanos si reclamamos justicia, los procesos penales resultan ser lentos y dolorosos para las víctimas y sus familias.

Colombia por lo menos cuenta con leyes que rigen estos comportamientos, penalizan estos actos e indemnizan a las víctimas. Indiscutiblemente esto no suprime estas atrocidades, ni mucho menos disipa esas ideas de las mentes masculinas, pero si hay un soporte legal, el cual aunque lento y complejo, otorga esperanzas a los afectados. Por el contrario algunas naciones no cuentan con esta ventaja, ya que no existen reglamentos para procesar a un violador, actualmente en Nueva Delhi se están postulando leyes que “Podrían aprobarse en los próximos meses y que justamente han sido aceleradas por este caso” (Rojas, 2013, p.1).

Por otra parte, en ocasiones la justicia corre por cuenta de las familias, son ellas quienes toman la iniciativa puesto que el desconcierto generado puede llegar a magnitudes abismales. Los padres de la afectada toman cartas en el asunto, y si es necesario, las armas son una solución rápida y efectiva brindada por la sociedad. Pero ¿Acaso si logran retirar el dolor?, el sufrimiento nunca se olvida, y más aún si esa iniciativa familiar lo que trae consigo son consecuencias judiciales para los mismos.

Ahora, ¿Quiénes son los actores del delito?, no pertenecen a una raza, ni a una religión, ni a una nación, y mucho menos a una clase socioeconómica

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