Introducirse en el pensamiento de José Saramago.La isla desconocida

NUESTRA ISLA DESCONOCIDA

Algunas veces seamos saber, ¿para qué servimos?, ¿Quiénes somos?, pero pocas logramos obtener las respuestas a estas inquietudes. José Saramago, logra mover nuestras conciencias y nos ayuda a entender que a veces es necesario salir de nuestra zona de confort para poder saber que queremos o quiénes somos, de igual modo, nos demuestra que vivimos en una sociedad que nos critica por ser diferentes a ellos.

De igual manera  creemos que nuestra vida, nuestra realidad, es muy diferente a las de otras y por ello actuamos unidos a unos preceptos e ideales que en algunos de los casos caen en fantasías. Pero que despertar tan duro al tener que aceptar que somos el producto de una sociedad que se ha movido de manera similar a lo largo de la historia, caso particular, el personaje central del cuento La isla desconocida de  José Saramago, escritor Portugués cuyo con pensamientos,  “hace que el lector vuelva comprensible una realidad huidiza a nuestra imaginación  aunque algunos no la aceptemos”^[1].En nuestro tiempo, la sociedad nos ha conminado a ser simples receptores de conocimiento y  deseo de  mostrarnos que todo está hecho.  Situación que nos pone en una posición  de inseguridad, de ahogo en nuestra soledad y el estar inmersos en el mundo virtual donde alguien somos aunque no lo seamos. En  este momento cuando la criada pone de manifiesto la rutina diaria de sus tareas y el no tener una ilusión en su vida nos hace reflexionar sobre el qué ha  sido nuestra vida, hacia donde enfocar nuestro pensamiento y de igual modo, hacia donde debemos direccionar nuestras acciones para descubrir nuestra isla.

En contraposición también se observa con frecuencia, quienes después de luchar por una meta y alcanzarla, se estancan sin saber responderse la pregunta, ¿Qué hacer ahora? Este si es problema mayor. Desde este punto, observamos como generalmente a la salida del bachillerato tenemos grandes ilusiones, ingresar a una universidad y estudiar nuestra  carrera favorita, conquistamos esa ilusión pero quedamos ahí, estancados. Situación similar le sucede a la mujer que  acompaña al hombre de la narración, ella, persona del común, hace aseo en un castillo, cose medias en sus ratos libres, ah, algo importante, no deja de conversar con el filósofo de la casa quién desde su discurso hace que vuele la imaginación de la mujer de la limpieza, hecho importante toda vez que le aviva el pensamiento y la pone en duda sobre quién es y qué es lo que de verdad quiere. Una mujer que con silencio avanza por la vida y encuentra en el hombre que para ella fue esa luz que le ilumino a desprenderse de todo e irse a la mar a buscar, a descubrir ese espacio de tierra nunca antes descubierto por ser humano.

Es así como de simple mujer de los servicios se convierte en la maestre de un  barco cuyo capitán conocido hace pocos días y de quién ya dio cuenta no tener las más mínima idea de que, como y a donde ir con su barco. Ella, la única ayudante de un hombre cuyos grandes ideales la hacen que de manera decidida  organice los espacios que servirán como su hogar para los tantos días que durará la travesía. Una mujer que se lanza a la mar de sus pasiones en la búsqueda de algo que ella misma duda que exista pero  atada al congeniar y el arrecio de una química que expele por doquier ese hombre que se encuentra con ella permite que al abrazo de un sencillo compartir y bajo la cálida la luz de la luna de una noche cualquiera en un barco cualquiera se entrelace sus cuerpos en un crepitar de sensaciones. Una mujer que inicia el descubrir las cualidades que le atan a ese hombre que conoció en las condiciones menos óptimas y apostado en la puerta de las peticiones pero que al paso de los días fue siendo más interesante para ella aún no tanto para él según ello, pues solo tenía ojos para su barco y nada más. Un hombre descubierto, un hombre conquistado y una vida por delante para conocerlo más; en otras palabras conquistó su isla desconocida y él a ella.

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