“LITERATURA: UNA VENTANA HACIA EL PASADO”

“LITERATURA: UNA VENTANA HACIA EL PASADO”

La vida en México durante el siglo XIX se desarrolló dentro de un ambiente hostil, en el cual se caracterizó por estar repleto de guerras y batallas libradas desde inicios de este centenario, dentro de este contexto vivó Ignacio Manuel Altamirano, nacido en Tixtla, Guerrero el 13 de noviembre de 1834, hijo de padres indígenas tiene un acceso restringido a la educación básica, pero obtiene una beca para estudiar en el Instituto Literario de Toluca, donde su curiosidad intelectual es avivada. Hombre de letras y con un ideal liberal, estudió Derecho en la Ciudad de México, así como también fue participe con las armas en la defensa de la Reforma y otros conflictos armados sucedidos durante la segunda mitad del siglo, llevando al frente sus aspiraciones liberales.

La novela mexicana en los años posteriores al triunfo liberal, alcanza uno de sus mayores auges, superando a lo que anteriormente se había realizado –novela histórica y sentimental- , la novela de este periodo es pionera en el costumbrismo y el realismo a la manera española, influenciado por Fernández de Lizardi e Inclán; el autor adopta un estilo propio entre lo nacionalista y lo popular, dentro del cual expresa ciertas ideas políticas en su obra, fue uno de los primeros en utilizar con principios estéticos la descripción paisajista, logrando así mostrar la virtud de la sobriedad y el equilibrio sobre la abundancia de hechos, que era la idea que se tenía acerca de cómo debía hacerse una novela.

Hombre multidisciplinario y promotor de casi todas las formas las formas literarias, escribió varias novelas a lo largo de su carrera como escritor, pero sin dedicarse de lleno al género, es por ello que sus mejores letras quedaron, por ello, entre sus obras de creación, sino más bien en aquellas otras –sus ensayos, crónicas y discursos– que resultaban más adecuadas para expresar su pensamiento y la acción de su magisterio, estas sí empresas capitales de su vida.

Ahora bien, abordemos la primera novela de Ignacio Manuel Altamirano, Clemencia, publicada en 1869 dentro de un ambiente inhóspito en México, luego del final del Segundo Imperio, la elección de Benito Juárez como presidente en 1867 y con una población inestable y armada, el autor nos da un mensaje de nacionalista y moralista con el cuál intenta vislumbrar para los lectores, pero no de manera muy clara una consolidación de la república. Ubicada en el año de 1863, la narrativa aborda la intervención francesa en México la cual acaeció por causa del incumplimiento del pago a los préstamos solicitados por el gobierno mexicano a Inglaterra, España y Francia, estas tres naciones que formaban la “Alianza tripartita” desembarcaron en costas mexicanas a finales de 1861, los ibéricos e ingleses luego de acordar los Tratado preliminares de La Soledad, retiraron a sus tropas de territorio mexicano a inicios del año 1862, sin embargo, las tropas francesas por órdenes del emperador Napoleón III comenzaron su avanzada hacia el centro de México, pese a que el 5 de Mayo de 1862 se logró la derrota de uno de los ejércitos más equipado, un año después los franceses toman la ciudad de Puebla y la capital mexicana

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