La Etica De Los Negocios
wilian3 de Febrero de 2012
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La ética en los negocios
Debemos saber que ética es: La rama de la filosofía que trata del bien y del mal, de los derechos y de las obligaciones morales, y “Principios que rigen el comportamiento moral de una persona o grupo”. La ética en los negocios contiene las normas y los principios morales que rigen el comportamiento en este campo. La diferencia entre una decisión común y corriente, y una ética estaría en el papel principal que los valores y los juicios desempeñan en las decisiones éticas
Así también, debemos conocer que, organización va a ser un sistema en donde concurren diversos recursos, como son humanos, financieros, económicos, culturales y tecnológicos para existir, en donde el primer punto converge de manera importante en el crecimiento de esta a través del tiempo y de los cambios en el mercado con los factores económicos de que toda organización es parte, inflación, globalización, movimientos sociales, etc.
Entonces, diremos que ética es un tópico recurrente dentro de la organización; sin embargo, empieza desde la integridad del sujeto, conociendo las normas morales de que es parte y de las cuales interactúa para un bien común; implicando una idea de mejora continua en lo profesional y organizacional, basándose en una comunicación ilimitada para el logro de objetivos mediante la libertad y creatividad de un pensamiento honesto.
Sin embargo, los profesionales deberán ser leales consigo para que la ejecución de su trabajo o servicio que prestan tenga objetividad y credibilidad de profesional en lo que pretenden obtener, sin que deje de ser justo y no deje en perjuicio o influencia que la anulen; esto es, deberán tener competencia y cuidado profesional; aceptando en ocasiones su capacidad de raciocinio en conocimiento para reconocer cuando las situaciones salen de su alcance y pedir ayuda de algún experto que fortalezca los servicios Muchas de las decisiones tomadas en un negocio, tendrán de alguna manera repercusiones en la sociedad, ya sea en los consumidores o en los empleados que trabajan en la empresa.
Por tanto, uno como empresario, debe procurar satisfacer las necesidades de sus clientes (tantos externos como internos), pero, a la vez, tiene la obligación moral de velar por su bienestar.
Para ello, la ética debe estar presente en todas las decisiones que tomemos, y que podrían tener repercusión en las demás personas.
Esta ética en los negocios, se enfoca en las siguientes premisas:
Cuidar por la salud de los consumidores
Producir o comercializar productos que no contengan insumos o sustancias que podrían ser dañinos para la salud.
Por ejemplo, no diseñar productos que contengan materiales tóxicos, o preparar alimentos usando ingredientes que podrían ser perjudiciales para la salud.
En el caso de producir o comercializar productos que, al ser consumidos en exceso, podrían ser perjudiciales para la salud, se debería informar y advertir claramente a los consumidores sobre ello, por ejemplo, en el caso de las bebidas alcohólicas y los cigarrillos.
Cuidar por la integridad psicológica de las personas
No mostrar contenido que podría ofender o ser perjudicial para la integridad psicológica de las personas, por ejemplo, no mostrar contenido para adultos en un horario o medio que pueda ser fácilmente visto por los niños.
O, por ejemplo, no enviar un mensaje publicitario que incluya contenido que pudiera ofender la moral u honra de las personas, por ejemplo, incluir en un comercial a modelos femeninos que de alguna forma pudieran significar una falta de respeto para las mujeres.
Cuidar el medio ambiente
No contar con procesos productivos que utilicen elementos que pudieran ser contaminantes para el medio ambiente.
Asimismo, contar con todas las medidas posibles de prevención y control para evitar o, en todo caso, mitigar el efecto que pudiera tener un proceso productivo en el medio ambiente.
Velar por el propio personal
Brindarle al propio personal, buenas condiciones, facilidades y toda la seguridad necesaria para que puedan desempeñarse correctamente y sin ningún problema en sus puestos de trabajo.
Asimismo, no aprovecharse de sus necesidades por contar con un empleo y, por ejemplo, pagarle un sueldo por debajo de lo justo, de acuerdo a su desempeño, o hacerlo trabajar más horas de las estipuladas.
Ecología
El término ecología parece que se empleó por vez primera a mediados del siglo XIX. El 1 de enero de 1858, el naturalista - trascendentalista de Nueva Inglaterra (Estados Unidos) Henry David Thoreau escribía a su primo George Thatcher, de Bangor, Maine: «El señor Hoar está aún en Concord, ocupado en la Botánica, Ecología, etc., con el propósito de que le resulte verdaderamente provechosa su futura residencia en el extranjero.»
Aunque el origen del término es dudoso, en general se acepta que fue el biólogo alemán Ernst Haeckel el primero que lo definió en el siguiente párrafo:
Entendemos por ecología el conjunto de conocimientos referentes a la economía de la naturaleza, la investigación de todas las relaciones del animal tanto con su medio inorgánico como orgánico, incluyendo sobre todo su relación amistosa y hostil con aquellos animales y plantas con los que se relaciona directa o indirectamente. En una palabra, la ecología es el estudio de todas las complejas interrelaciones a las que Darwin se refería como las condiciones de la lucha por la existencia. La ciencia de la ecología, a menudo considerada equivocadamente como «biología» en un sentido restringido, constituye desde hace tiempo la esencia de lo que generalmente se denomina «historia natural». Como se ve claramente por las numerosas historias naturales populares, tanto antiguas como modernas, este tema ha evolucionado en íntima relación con la zoología sistemática. En la historia natural se ha tratado la ecología de los animales con bastante inexactitud; de todos modos, la historia natural ha tenido el mérito de mantener vivo un amplio interés por la zoología.
Esta cita apareció en un trabajo de Haeckel en 1870, aunque parece que empleó el término por primera vez en 1866. Aproximadamente siete años antes, el zoólogo francés IsodoreGeoffroySt. Hilaire había propuesto el término etología para «el estudio de las relaciones de los organismos dentro de la familia y la sociedad en el conjunto y en la comunidad», y aproximadamente al mismo tiempo el naturalista inglés St. George Jackson Mivart acuñó el término hexicología, que definió en 1894 como «dedicada al estudio de las relaciones que existen entre los organismos y su medio, considerando la naturaleza de la localidad en que habitan, las temperaturas e iluminación que les acomodan y sus relaciones con otros organismos como enemigos, rivales o benefactores accidentales e involuntarios».
La gran influencia de Ernst Haeckel en sus días, mucho mayor que la de Mivart o St. Hilaire, explica la poca aceptación de los términos etología y hexicología y la adopción común del término ecología de Haeckel. Como es sabido, el término etología de St. Hilaire se ha convertido posteriormente en sinónimo de estudio del comportamiento animal.
La definición de Haeckel, que implica el concepto de interrelaciones entre los organismos y el ambiente, ha sido objeto de interpretaciones algo distintas y quizá más profundas desde 1900. Por ejemplo, el ecólogo inglés Charles Elton definió la ecología como la «historia natural científica» que se ocupa de la «sociología y economía de los animales». Un norteamericano especialista en ecología vegetal, Frederick Clements, consideraba que la ecología era «la ciencia de la comunidad», y el ecólogo norteamericano contemporáneo Eugene Odum la ha definido, quizá demasiado ampliamente, como «el estudio de la estructura y función de la naturaleza».
Independientemente de dar una definición precisa, la esencia de la ecología se encuentra en la infinidad de mecanismos abióticos y bióticos e interrelaciones implicadas en el movimiento de energía y nutrientes, que regulan la estructura y la dinámica de la población y de la comunidad. Como muchos de los campos de la biología contemporánea, la ecología es multidisciplinaria y su campo es casi ilimitado. Este punto ha sido claramente expresado por el ecólogo inglés A. Macfadyen:
La ecología se ocupa de las interrelaciones que existen entre los organismos vivos, vegetales o animales, y sus ambientes, y éstos se estudian con la idea de descubrir los principios que regulan estas relaciones. El que tales principios existen es una suposición básica -y un dogma- para el ecólogo. Su campo de investigación abarca todos los aspectos vitales de las plantas y animales que están bajo observación, su posición sistemática, sus reacciones frente al ambiente y entre sí y la naturaleza física y química de su contorno inanimado… Debe admitirse que el ecólogo tiene algo de vagabundo reconocido; vaga errabundo por los cotos propios del botánico y del zoólogo, del taxónomo, del fisiólogo, del etólogo, del meteorólogo, del geólogo, del físico, del químico y hasta del sociólogo. Invade esos terrenos y los de otras disciplinas establecidas y respetadas. El poner límite a sus divagaciones es realmente uno de los principales problemas del ecólogo y debe resolverlo por su propio interés.
Los nuevos autos ecológicos.
En los Estados Unidos se les llama "Green cars" a los automóviles
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