La Profesión Docente.

En el siguiente texto hablo de lo que es para mí la profesión docente, lo que sé y lo que conozco de ella. También expresare lo que para mí significa ser docente y lo que dicha profesión implica. Explicare lo siguiente, de acuerdo a mis expectativas y conocimientos de la valiosa profesión docente.

La Profesión Docente:

Para mí ser docente es más que estar frente a un salón de clases, pues pienso que serlo es adentrarse en aquel contexto en el que trabajaremos, en el mundo del niño al que educaremos. La profesión docente, es una de las más hermosas, pero también una de las más juzgadas, pues la gente siempre habla de los maestros para bien o muchas veces para mal.

La profesión docente es una actividad ambivalente, hay profesores que viven la enseñanza con alegría, que la convierten en el motivo de su realización como persona, que piensan en cada hora de clase como una aventura a la que acuden dispuestos a dar lo mejor de sí mismos, y que, al echar la vista atrás, justifican el valor de su vida pensando que han ayudado a miles de alumnos, a lo largo de varias generaciones, a ser mejores personas y a entender mejor el mundo que les rodea, haciéndolos más libres, más inteligentes, más críticos, más fuertes y más preparados para vivir una vida propia y digna.

Por el contrario, para otros profesores la docencia es una fuente permanente de tensión, capaz de romper su equilibrio personal. Para ellos cada clase es una amenaza a la que acuden dispuestos a defenderse de unos alumnos a los que ven como un enemigo al que no pueden dar la mínima ventaja y ante los que están en alerta permanente. Conscientes de que no van a ganar el combate, esperan, como el boxeador noqueado, que los salve la campana que marca el final de cada hora de clase y la campana última, que marca la llegada de la jubilación.

Como podemos ver la profesión docente no es nada fácil, aunque puede ser juzgada como tal, la profesión docente representa distintos retos, tanto en lo profesional, como en lo personal. Podemos encontrar en nuestro lugar de trabajo desde la mayor disponibilidad, hasta personas que están ahí solo por obligación. Pero hace poco leía algo que decía así: “No podemos contentar con dar de beber a quienes ya tienen sed. También hay que dar sed a quienes no quieren beber”. El docente debe despertar en cada niño el deseo de aprender y mantenerlo vivo en cada uno de sus alumnos.

Al decidir estudiar una carrera como la docencia, tomas en tus en manos una responsabilidad que cargaras toda tu vida y está en cada quien decidir como la llevara. El que es docente, lo será toda la vida y en todo momento, desde que despierta hasta que se duerme. No podemos dejar nuestra profesión a un lado cuando salimos de la escuela o dejarla en casa cuando salimos, somos docentes en casa, en la calle, en una ciudad distinta y por supuesto en la escuela,

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