La profesión docente

SER MAESTRO

La profesión docente en la actualidad atraviesa una profunda crisis que se evidencia en la desintegración progresiva de la sociedad. El maestro hoy por hoy vive en un desapasionamiento por su profesión convirtiéndose tan sólo en un funcionario que cumple con su labor y espera devengar un salario por ello. La educación es el camino al desarrollo personal y social, atacar sistemáticamente los procesos educativos es un mecanismo de control y dominio, por tal motivo las maquinarias politiqueras de los países como el nuestro le apuestan a una degradación del maestro a tal punto que se viva en el dilema tablero –cajero (automático).

Es necesario hacer un alto en el camino amigo, hermano y compañero maestro para reflexionar sobre nuestra misión en los rumbos de la historia y en el desarrollo de nuestra sociedad. Pensar sobre lo que significa ser maestro es fundamental para lograr cumplir con nuestra vocación de forma coherente, por ello este libro es una herramienta motivacional para ti y para mí con el objeto de reavivar en nosotros la llama vivencial de nuestro ser en el quehacer cotidiano.

Soy consciente y testigo fiel de los desafíos que nos toca afrontar día a día y que atentan metódicamente con el sano desarrollo de nuestra labor, pero al mismo tiempo estoy plenamente convencido que la única manera para superar esos retos es la revolución de las ideas y el fortalecimiento de nuestra formación, esta actitud acrecentará los argumentos que faciliten la lucha por la defensa de lo que somos y del papel fundamental de la labor que realizamos en la transformación social.

Convencidos de la importancia de nuestro quehacer, iniciemos una cruzada por el restablecimiento de nuestra dignidad y por la defensa de lo que somos MAESTROS; y a su vez formadores formándose, en constante construcción e insaciable deseo de alcanzar el conocimiento, enamorados de la sabiduría y apasionados por lo humano. El primer paso que propongo es un proceso de auto reflexión programática que nos ayude a reencontrar la razón por la cual decidimos en el camino de la vida optar por la educación de otros humanos como nuestra vocación. Para ello es vital interpelarnos, confrontando la realidad que experimentamos en el ejercicio de la cotidianidad en el aula con las motivaciones que alimentan esa cotidianidad.

Mirar con espíritu autocrítico lo que realizo cada día, enriquece mi acción y posibilita el crecimiento personal, ser mi más grande contradictor, es fundamental para mejorar y abrir espacios de autoformación. Cuando nos conformamos con lo que hacemos y entramos en nuestra zona de confort nos estancamos y acomodamos a tal punto que perdemos de vista lo realmente importante en nuestra vida (alcanzar la sabiduría). Asimismo cuando estoy en constante revisión de lo que hago me muevo en el plano del SER y no me limito al activismo, es decir, al simple HACER que es

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