La historia del dios yato

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CAPITULO I: gato perdido primer trabajo sin Shinki.

La historia comienza cuando una niña está siendo molestada por su grupo de clase por ser tan buena persona, y por haber faltado a clase mucho tiempo y no tuvo que remendar nada, su grupo de clase siente mucha envidia de ella, pero esa envidia se vuelve más fuerte cuando un espíritu maligno en pieza a tomar posesión de ese sentimiento negativo para controlar sus cuerpos, y todos en la clase comienzan hablar: “Que fastidió son los exámenes. Tengo que salir. ¡Rayos, quiero ir a divertirme! ¡Estudiar! ¡Estudiar!”.

Todos después se ponen a decirle cosas a ella: “Mírala, haciéndose la chica buena”. “Al menos su puntaje es normal…” “A nadie le importa una perdedora como tú”. “¿Qué le pasa?” “Debió quedarse en la enfermería”. “Falta un poco a la escuela y de pronto tiene todos los tratos especiales”. “¿Otra mascota del profesor?” “Usa un suéter en vez del uniforme…” “¡Ojala se corte las venas!” “Realmente apestas”.

Y ella empieza a pedir ayuda: “Sálvame… ¡Sálvame, Dios!”

Y de pronto sale una moneda disparada hacia el cielo donde una voz desconocida dice: “Ese deseo… ¡Ha sido escuchado fuerte y claro por Yato!”

Su regalía dice: Oye, ¿no te parece anormalmente largo este Ayakashi?

Una regalía son los ángeles que acompañan a los dioses.

Ya que el Ayakashi están largo como una serpiente gigante que cubría al todo el instituto.

Yato: Es temporada de exámenes. Todos están al límite. Contigo aquí estará bien. ¡Vamos, Tomone!

Tomone: Si, Yato.

De pronto Yato se lanza a la acción y llama a su regalía Tomone por su nombre de objeto en su caso en un arma: ¡Ven, Hanki!

Y  Tomone sale disparada como un rayo de luz así el dios Yato donde se convierte en una daga.

El dios Yato salta a hacia el Ayakashi diciendo: ¡Oye! ¡Oye! ¡Oye! ¡Oye! ¡Oye!

Y comienza a golpear al Ayakashi en la cabeza y vuelve a saltar de nuevo, impulsándose de la cabeza del Ayakashi para dar su golpe final, pero para purificar el alma él dice una frase única: ¡Tú que profana esta tierra del sol naciente! ¡Erradicó con Hanki…y expulso la frívola y vasta inmundicia!

Y de ese gran salto que dio regresa a una gran velocidad increíble, destrozando cada parte del Ayakashi ágilmente hasta llegar al suelo con clase. Y al llegar al suelo dice la frase final: ¡Desgárrate!

Y explota el Ayakashi de una forma contenida pero cada vez que explota o se destruye un Ayakashi tiene una gran figura abstracta

Yato: No serviste ni para jugar con mi Shinki (así le dicen a las regalías).

Tomone: ¿Yato? ¡Oye, Yato!

Yato: Ah, sí. Regresa, Tomone (cuando le dijo regresa Tomone se refería a su forma natural que es su forma humana.

De repente Tomone se empieza a oler sus manos y dice: ¡Manos sudorosas, es lo peor!

Yato: ¿Cómo te…? ¡Soy tu amo!

Tomone: Yato, debemos hablar.

Yato: ¿Eh?

Tomone: Yo renuncio a seguir siendo tu Shinki, Yato.

Yato: ¿Qué? No, Tomone apenas llevamos 3 meses…

Tomone: ¡No puedo más! ¡No lo soportare! ¡Estoy harta! ¡Viviendo como vagabunda con un dios menor que no tiene ni un santuario! (cada dios tiene un santuario para ser recordado toda su vida cuando muera pueda renacer, de resto nunca vuelve a existir)

Tomone: Mi completo ser grita: ¡NO!

Y Yato queda impactado y dice: ¡Eh!

Y Tomone comienza a llorar y Yato le dice: Disculpa…El que quiere llorar soy yo…

Y Tomone sigue llorando más fuerte.

Yato: ¡Entiendo! ¡Ya entendí!

Después Yato la revoca de su nombre para que quede libre diciendo: Hanki… Te libero.

Y Tomone se alegra y dice: ¡Y desapareció el nombre!

Yato: Solo para que lo sepas, ¡la mínima de cortesía es avisar con un mes de anticipación!

Tomone: Muchas gracias por nada, ¡señor desempleado, mal vestido que se hace llamar Dios! ¡Hasta nunca!

Yato: ¡¿Así piensas realmente?! ¡Volverás suplicante cuando consiga un trabajo grande! ¡Ya verás! ¡Pronto tendré 120 millones de adoradores y me parare sobre los demás dioses! ¡Estupidaaaaaaaaaaaa!

Después el dios Yato se encuentra en una plaza escribiendo en una pared el número de teléfono con un mensaje diciendo: ¡Yato todos los 365 días del año! ¡Te resolveré cualquier problema!

Yato: Esa estúpida de Tomone…No puedo creer que una Shinki realmente me renunciara…Vaya, vaya…Es lo mejor.

El dios Yato se sienta en un banquillo y saca una botella llena de monedas, de todos los favores que ha estado haciendo.

Yato: Con tan poco dinero nunca construiré un santuario… ¡Qué va! ¡Primero tengo que conseguir un nuevo Shinki! ¡Aunque sea un dios sin Shinki estoy prácticamente desarmado! ¡Es casi como estar desnudo! ¡No puedo tomar trabajos así! Bueno, no es como si tuviera muchos trabajos…

De repente suena su teléfono y contesta de forma graciosa diciendo: ¡Hola! ¡Muchas gracias por tu llamada! ¡El rápido, económico y confiable dios de entregas Yato, a tu servicio! ¡Eh! ¿“Señor” se ha perdido?

Después tres chicas se encuentran en la calle y ven en un poste un cartel de un gato perdido llamado “señor” y una de ellas dice: Realmente hay gente así, ¿eh? Que ponen esos nombres de mascotas.

Y otra de ellas dice: ¿Cómo “Amo”, “Rey” y “Dios”?

Y las tres se echan a reír y una de ellas le dice a la otra: Pues incluso tú llamaste a tu perro Ami.

Y por otro lado el dios Yato se encuentra cerca de ellas gritando y buscando a ¡Señor!

Y las dos chicas estaban discutiendo de cual sería un mejor nombre mientras que la otra chica no le estaba prestando atención porque estaba viendo un video en su celular las artes marciales y las amigas le dicen: No pensamos que Hiyori fuera una admiradora escondida de las artes marciales.

Hiyori: No creo que sea realmente “escondida”…

Y una de sus amigas le dice: No se lo has contado a tus papás, ¿verdad?

Hiyori: Si mi Madre se enterara, seguramente se desmayaría…

Y la otra amiga le dice: “Debes comportarte como una señorita”. “que no avergonzará esta familia”. “¡Y entonces, tal vez, consigas un esposo guapo!”.

Hiyori: ¡¿Cómo saben que mi madre habla así?!

Mientras que Yato estaba ya en la otra acera de la calle buscado en unas cajas a ¡Señor!

Yato: ¡¿Dónde se ha metido, Señor?! ¡Señor!

Y las amigas de Hiyori le preguntan mientras cruzan la calle: Pero, dime Hiyori, ¿hay algún chico que te guste además de Tono?

Y la otra amiga dice: ¡Sí, sí! ¡Como alguien que esté más cerca y disponible!

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