LA HISTORIA DE LAS ASMBLEAS DE DIOS

Historia de las Asambleas de Dios

Libro de texto de estudio independiente
por Gary McGee,
Annette Newberry,
y Randy Hedlun

Índice

Capítulo 1     Los comienzos

Lecciones

1.1     Poder de lo alto

1.2     Heraldos de la fe apostólica

1.3     Santos y misioneros

Capítulo 2     Los primeros años (1914–1927)

Lecciones

2.1     Los santos unen esfuerzos

2.2     Trabajando juntos

Capítulo 3     Los años de desarrollo (1928–1947)

Lecciones

3.1     Trabajo en equipo

3.2     Cosechando en los campos del Señor

3.3     Maestros y mentores

Capítulo 4     La segunda generación (1948–1968)

Lecciones

4.1     Prueba y crecimiento

4.2     Acciones y sacudidas

4.3     Comunicando el evangelio

Capítulo 5     Los años de la misión renovada (1969–1992)

Lecciones

5.1     Misión renovada en Estados Unidos y el extranjero

5.2     Hacia millones de hogares

Capítulo 6     La tercera generación (1993–2003)

Lecciones

6.1     Guiando a la iglesia en la misión

6.2     Cambiando el mundo

La fundación de la confraternidad

La herencia y visión de cualquier movimiento no puede explicarse plenamente sin considerar las vidas de aquellos que jugaron un papel importante en su desarrollo. La historia de las Asambleas de Dios (EE.UU.) contiene muchos testimonios dramáticos de conversiones, sanidades, bautismos en el Espíritu, liberaciones de adicciones, direcciones inusuales del Espíritu y relatos angustiosos de peligro en el campo misionero. La tradición oral preserva otras memorias de días sofocantes en campamentos de la iglesia, la confraternidad en reuniones del Concilio, vigilias de oración en el altar, viajes de coros universitarios, y la amistad entre alumnos de la Biblia preparándose para el ministerio.

Los fundadores de las Asambleas de Dios eran americanos trabajadores y esforzados que captaron la visión de evangelizar el mundo en los últimos días antes de la segunda venida de Cristo. Como “personas del Espíritu”, buscaron proclamar las buenas nuevas de Jesucristo por palabra y obra. Con el bautismo en el Espíritu, descubrieron una experiencia gozosa y poderosa que los transformó en dinámicos testigos cristianos. A través del poder del Espíritu Santo, mezclado con valor y determinación, ellos, y muchos otros como ellos, hicieron del Concilio General de las Asambleas de Dios lo que es hoy.

Descripción del

Este es un estudio del trasfondo histórico y teológico que produjo el movimiento pentescostal y que provocó que se formaran las Asambleas de Dios. Este curso enfatiza el desarrollo de las Asambleas de Dios, sus actividades misioneras y las personas involucradas. El estudio también incluye una discusión de la estructura y organización de las Asambleas de Dios.

Obviamente, a algunos alumnos, sin importar su edad, les gusta estudiar historia. Para aquellos que piensan que la historia es aburrida y que no significa más que memorizar fechas y nombres y lectura monótona habrá que motivarles a repasar la historia del pentecostalismo, anticipando una aventura inspiradora. La historia de las Asambleas de Dios se lee como una serie de historias de interés humano con personajes similares a nosotros mismos. Aunque la tecnología avanza a pasos abrumadores, la moda en el vestir cambia rápidamente, y las actividades de trabajo y esparcimiento difieren radicalmente a las de décadas pasadas, la naturaleza humana permanece bastante igual. Las personas aún tienen las mismas necesidades espirituales y el mismo vacío interior que sólo el Salvador puede llenar.

En muchas formas, el peregrinaje de los pioneros pentecostales es nuestro peregrinar. Repetidamente, el Señor llamó e invistió de poder a cristianos ordinarios y personas imperfectas para propagar el evangelio, llevando esperanza a incontables individuos. Los pioneros alcanzaron éxito, por lo que leer acerca de ellos es alentador. Podemos aprender sobre el valor del compromiso e incluso identificar las sendas a evitar. Si Dios usó a estos precursores, Él nos puede usar a nosotros también. El Capítulo 1 presenta a algunos de estos pioneros pentecostales.

Desde los tiempos del Nuevo Testamento, ha habido creyentes que buscaron el poder del Espíritu Santo. Al comienzo, el Espíritu y sus dones cumplieron una parte importante en las conversiones. Por el siglo cuarto, se suscitaron problemas doctrinales en relación a la naturaleza de Cristo y la Trinidad. Estas inquietudes hicieron que el énfasis en el Espíritu fuera relegado. Ocasionalmente, alguien testificaba de experiencias en el Espíritu: los llamados dones de lágrimas, visiones, revelaciones o del don de profecía. Durante la Reforma Protestante, los líderes de la misma denunciaron adversamente este tipo de manifestaciones, pues ellos creían que la obra del Espíritu Santo se centraba en la salvación.

Tempranos promotores de avivamiento

John Wesley

Durante los siglos diecisiete y dieciocho, los avivamientos que se dieron a través de Europa y Norteamérica prepararon el camino para posteriores derramamientos. En 1766, John Wesley introdujo la doctrina de la perfección cristiana. Él creía en una segunda experiencia posterior a la salvación, la santificación. En A Plain Account of Christian Perfection [Un relato sencillo de la perfección cristiana], Wesley escribe que los creyentes deben buscar una nueva dimensión espiritual en sus vidas. Él creía que Dios daba una experiencia, una obra de la gracia santificadora después de la conversión, que liberaba al creyente del defecto de su naturaleza moral que impulsaba la conducta pecaminosa. Su compañero, John Fletcher, proclamaba que los cristianos estaban viviendo en la era del Espíritu Santo, un tiempo en el cuál serían purificados de su naturaleza pecaminosa y deberían esperar el retorno de Cristo (Dayton 1987, 35−60).

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