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La palabra articulada como poder y acción.


Enviado por   •  4 de Junio de 2018  •  Resúmenes  •  2.363 Palabras (10 Páginas)  •  968 Visitas

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CAPÍTULO III. WALTER ONG

ALGUNAS PSICODINÁMICAS DE LA ORALIDAD.

La palabra articulada como poder y acción.

Se puede genralizar un poco sobre la psicodinámica de las culturas orales primarias, es decir aquellas que no tenían ningún tipo de conocimiento de la escritura. Sin la escritura, las palabras no tienen una imagen visual, apesar de que los objetos que representa sean visuales. Las palabras son sonidos, es decir se las puede llamar a la memoria pero no hay donde buscar para verlas. Las palabras también son acontecimientos, hechos.

Para poder entender que es una cultura oral primaria, primero hay que reflexionar sobre la naturaleza del sonido mismo como tal. El sonido sólo existe cuando abandona la existencia, es decir no hay manera de detener el sonido y contenerlo.

Según Malinowski, se ha comprobado que entre los pueblos "primitivos" u "orales" la lengua es un modo de acción, aunque tuvo dificultades de explicarlo en 1923, ya que la comprensión de la psicodinámica de la oralidad no existía en ese momento. En general, los pueblos orales consideran que las palabras tienen un gran poder y por esto también el sonido no puede manifestarse sin intercesión del poder sobre la palabra. Así como también, consideran que los nombres (una clase de palabras) le da poder sobre las cosas.

Uno sabe lo que puede recordar: mnemotecnia y fórmulas.

En una cultura oral, la restricción de las palabras al sonido determina no sólo los modos de expresión sino también los procesos de pensamiento. Uno sabe lo que puede recordar.

Una cultural oral no tiene palabras en textos disponibles, entonces como podemos saber como reúne material organizado para recordar si posterior a la articulación verbal, hay una ausencia total de toda escritura, no hay nada que facilite producir el mismo curso de pensamiento una y otra vez, ni tampoco verificarlo. Por otro lado, el pensamiento sostenido está vinculado con la comunicación.

Además, en una cultura oral primaria, el proceso de repetición debe seguir unas pautas mnemotécnicas, es decir pautas equilibradas e intensamente rítmicas, con repeticiones, alteraciones y asonancias, expresiones calificativas y de tipo formulario, marcos temáticos comunes y proverbios. Las necesidades mnemotécnicas determinan incluso la sintaxis. Podemos afirmar también, que las fórmulas ayudan a aplicar el discurso rítmico y sirven de recurso mnemotécnico, como en el caso de expresiones fijas que circulan de boca en boca y de oído en oído. En una cultura oral, la experiencia es intelectualizada mnemotécnicamente, y como consecuencia se conserban muchas huellas de la tradición oral a través del tiempo, porque la memoria cobró mucha importancia cuando abordó los poderes de la mente.

Otras características del pensamiento y la expresión de condición oral.

La conciencia del fundamento mnemotécnico del pensamiento y la expresión en las culturas orales primarias abren el camino a otras características de condición oral, además de tener una organización formulaica. Estas nuevas características, se presentan como sugerentes dentro de esta investigación.

En una cultura oral primaria, el pensamiento y la expresión tienden a ser de las siguientes clases:

(i) Acumulativas antes que subordinadas. Las culturas orales primarias tienden a usar oraciones coordinadas antes que subordinadas porque al no recurrir a la escritura, tienen que recordar todo de memoria, acumulando todo lo dicho pero utilizando una organización oral conocida. Es más fácil acordarse de algo por acumulación que por subordinación de conceptos.

(ii) Acumulativas antes que analíticas. Esta característica está vinculada con la anterior, es decir con la dependencia de las fórmulas para practicar la memoria. Los elementos del pensamiento y de la expresión de condición oral tienden a ser entidades grupales como términos, locuciones u oraciones paralelos, conjunciones copulativas "y" para generar la sensación de acumulación y los epítetos, que dan cualidad a los objetos.

(iii) Redundantes o "copiosos". El pensamiento requiere cierta continuidad. En el discurso oral es distinto al escrito, ya que fuera de la mente no hay nada a qué volver, pues el enunciado oral desaparece en cuanto es articulado. La redundancia, la repetición de lo apenas dicho, mantiene al hablante y al oyente en la misma sintonía. Es decir, los conceptos y sucesos tienen que ser repetidos muchas veces para ser recordados.

(iv) Conservadoras y tradicionalistas. Según Walter Ong, dado que en una cultura oral primaria el conocimiento conceptualizado que no se repite en voz alta desaparece pronto, las sociedades orales deben dedicar gran energía a repetir una y otra vez lo que se ha aprendido arduamente a través de los siglos. Esto establece una configuración tradicionalista o conservadora de la mente. Este tipo de conocimiento es difícil de obtener, por eso la sociedad respeta a aquellos ancianos sabios que todavía pueden recordar y contar las historias del pasado.

(v) Cerca del mundo humano vital. La limitación a la memoria en las culturas orales es consecuencia de una forma de pensamiento concreta a las situaciones de la vida cotidiana, es decir las culturas orales deben conceptualizar y expresar en forma verbal todos sus conocimientos más o menos cercano al mundo vital humano.

(vi) De matices agonísticos.  Según Walter Ong, la dinámica agonística de los procesos de pensamiento y la expresión orales ha sido esencial para el desarrollo de la cultura occidental. En otras palabras, se basa en la falta de separación entre el "que sabe" y "lo sabido".

(vii) Empáticas y participantes antes que objetivamente apartadas. Las culturas orales primarias al no tener una mentalidad abstracta, no analizan los hechos ni las ideas de forma "objetiva" sino que aprenden o saben una identificación comunitaria, empática y estrecha con lo sabido, es decir identificarse con él.

(viii) Homeostáticas. Según Goody y Watt, las culturas orales pueden caracterizarse como homeostáticas. Es decir, las sociedades orales viven intensamente en un presente que guarda el equilibrio u homeostasis desprendiéndose de los recuerdos que ya no tienen pertinencia actual. Las fuerzas que gobiernan la homeostasis pueden percibirse mediante la reflexión sobre la naturaleza de las palabras en un marco oral primario.

(ix) Situacionales antes que abstractas. Todo pensamiento conceptual es hasta cierto punto abstracto. Un término tan "concreto" como "árbol" no se refiere simplemente a un árbol "concreto" único, sino que es una abstracción, tomada, arrancada de la realidad individual y perceptible; alude a un concepto que no es ni éste ni aquel árbol, sino que puede aplicarse a cualquier árbol. Las culturas orales tienden a utilizar los conceptos en marcos de referencia situacionales y operacionales abstractos en el sentido de que se mantienen cerca del mundo humano vital.

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