ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La vida tras las rejas


Enviado por   •  16 de Agosto de 2018  •  Tareas  •  3.888 Palabras (16 Páginas)  •  500 Visitas

Página 1 de 16

LA VIDA TRAS LAS REJAS

I

Pórtico

Esta anocheciendo y sigue lloviendo tengo una tristeza como la de las gotas de lluvia que caen, son las 8 de la noche todavía sigue esa incesante lluvia pero ahora está comenzando una tormenta los truenos hacen que el perro al igual que el gato busquen refugio en el cuarto de mi madre ella enojada los saca a escobazos, me da esa lastima con ellos porque a mí también me asustan los truenos por esa razón me los llevo para mi cuarto, juego con el perro y con el gato hasta que el sueño me vence gracias a Dios para mí la tormenta ya cesó.

Me despierta los gritos de mi mama al igual que 3 chancletazos, porque tienes que estar con esos animales, no veo la hora en que se mueran.

Me toca bañarme con un agua tan fría que cuando termino mi baño la barba me tiembla, como mi madre me dice que el estudio no sirve para nada me toca trabajar en la plaza del pueblo, siempre me escapo y veo y escucho a escondidas las clases que dictan en el colegio, con el temor de que un dia mi madre me encuentre y ya no pueda ver las clases aunque sea a escondidas  porque mi mama dice que para uno ser una buena ama de casa no necesita estudiar.

Aunque soy solo una niña de 15 años mi madre insiste en casarme con Don Jacobo Cortés.

Don Jacobo es un señor de avanzada edad, de buena condición economica, por la buena condición económica es que mi madre quiere casarme con Don Jacobo.

El lunes en la mañana me levanto con ganas de ir a trabajar, pero es una mentira porque daría un nuevo tema, bueno yo no, pero los alumnos del colegio si, cuando salgo de mi cuarto y llego a la sala veo la cara y las arrugas de Don Jacobo resulta que mi madre había llegado a un acuerdo con Don Jacobo de dos millones de pesos, dos millones ese era el valor que tenía yo para mi madre.

Adiós a esa gran alegría que tenía porque daría un nuevo tema, me entro una tristeza como la de un anochecer lluvioso, mi madre tenía tantas ganas de recibir sus dos millones de peso que me ayudó a empacar las maletas, mi madre que casi nunca me ayudaba en nada, pero todo lo que hizo era para su propio beneficio no me sorprendía mi madre insistió en que me tenía que case con el hombre más rico de todo el pueblo y lo había logrado.

Salí de esa humilde casa casi con lágrimas de sangre preferiría que mi madre me pegara todos los días a tener que dejar esa humilde casa mi casa, pero que podía hacer yo estaba indefensa.

Llego a esa enorme y lujosa casa a las afueras del pueblo creo que el tamaño de la casa es igual a su tristeza grande, falta de cariño de amor, pero yo no iba a ser la persona que le daría  ese amor o ese cariño que ella necesitaba llegue a ese gran cuarto porque necesitaba descansar esas fueron las palabras de Don Jacobo porque mañana seria el gran día de la boda y tenía que tener una buena noche, pero atrás quedaron esas palabras porque no pare de dar vueltas en la cama esa noche a pesar de que no dormí se fue en un instante porque yo no quería que amaneciera porque ese otro día seria la boda desde temprano llego una mujer ya madura para que me ayudara a ponerme linda esa fueron las palabras que dijo Don Jacobo la mujer me dejo como una princesa de un cuento de hadas "hermosa".

Llegamos hasta donde se realizaría la boda allí estaban persona muy influyente y también estaba mi madre con un vestido que tal vez no lo podía comprar sino trabajando todo el día durante 4 años, pero le habían obsequiado dos millones de pesos gracias a su hija o eso fue lo que le dijo a todo el pueblo.

Llego la hora de la boda el padre hizo todas las preguntas tuve ganas de arrepentirme cuando el padre pregunta si aceptaba a Don Jacobo como esposo pero tuve miedo a que me juzgaran por todo el pueblo así que acepte y Don Jacobo obtuvo lo que quería, en la luna de miel no acepte dormir junto al  despertarme el día siguiente me levante temprano y comencé a explorar toda la casa abro una puerta y veo una biblioteca más grande que mi cuarto y el de mi mama juntos,  sentí la alegría más grande desde que había llegado a esa casa tomaba los libros los abría y los olía y comencé a leer, aunque había muchas cosas que no entendía, pero yo seguía leyendo concentrada cuando de repente escucho la vos de Don Jacobo que me preguntaba que sí que estaba haciendo le respondí que leyendo pero con un miedo, pero el solo sonrió y se acercó a donde yo estaba se sentó a mi lado me dijo que siguiera con la lectura pero con un tono de vos más fuerte porque él quería escuchar retome mi lectura pero en algunas ocasiones no sabía leer lo que estaba en el libro, pero ahí estaba Don Jacobo y me ayudo a leer y comprender lo que estaba en el libro, de repente escucho un golpe en la puerta era la empleada avisando que el desayuno ya estaba en la mesa, deje mi lectura, pero antes de pasar al comedor le dije a Don Jacobo que si podría seguir con la lectura y el muy amablemente me dijo que cuando yo quisiera podría leer porque ya yo era la dueña de esos libros, para mi esa fue la mejor noticia que me habían dado en mucho tiempo, pasamos a desayunar y al llegar al comedor observó un bufete que en mi antigua casa no se vería nunca, apenas termine regrese a la biblioteca a leer era como una niña con un juguete nuevo.

Así pasaron los días, cada día que pasaba le tomaba más cariño a Don Jacobo porque él se había portado amable y comprensivo, ya yo le empezaba a demostrar mi cariño le correspondendi como mujer.

Don Jacobo me enseño algunas cosas que no sabía completamente de la lectura y de la escritura, mi cariño por Don Jacobo crecía cada día más.

Un día salí de esa enorme casa, me dirigí hacia al pueblo hasta llegar hasta la casa de mi madre, llegue y mi madre estaba tirada en el piso con una botella de vino y un traje muy costoso, al parecer le había dado un buen uso a los dos millones de pesos que le había dado Don Jacobo, le pregunte que le ocurría no me dijo nada porque estaba borracha y no podía hablar, la ayude a levantarse y la lleve hasta su cama, donde no había caído muy bien y ya estaba dormida.

Había sentido rabia hacia y al mismo tiempo lastima por ver a mi madre hací, pero recordé lo que ella me había hecho pasar.

Salí apenas acosté a mi madre llegue a la mansión de Don Jacobo y cuando entro al cuarto estaba Don Jacobo sentado a un lado de la cama con una cara de muy pocos amigos me pregunto que si a donde había estado le respondí que había ido a ver a mi madre, pensé que no le iba a gustar que yo visitara a mi madre, pero él me respondió que estaba bien que yo visitara a mi madre, pero me aviso que la próxima vez que fueras a salir le avisara a él o algún trabajador para que alguien supiera donde me encontraba.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21.3 Kb)   pdf (87.5 Kb)   docx (31.9 Kb)  
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com