Lenguaje inclusivo ¿Ridiculo o ridiculizado?
deinounychusEnsayo27 de Diciembre de 2019
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Lenguaje inclusivo ¿Ridículo o ridiculizado?
El ser humano es la única especie que se logra comunicar mediante el habla y la escritura, ninguna otra especie utiliza el lenguaje como medio para transferir la opulenta diversidad que existe en las sociedades. El humano alrededor del mundo habla y escribe en diferentes idiomas, con distintas reglas, con normas que ayudan a mantener vivo y concreto el lenguaje y a pesar de ello, la humanidad siempre se ha mantenido y entendido gracias al lenguaje, antes con intérpretes y hoy en día también gracias a la tecnología. La lengua es un sistema vivo que también nace, se desarrolla y llega a morir, por muchos factores algunas lenguas se han extinto y se puede considerar que con ello muera una parte de la humanidad, pues el lenguaje es una riqueza del ser humano. Además, el modo en que cada sujeto habla y escribe influye en el orden o el desorden del pensamiento, la pobreza o la riqueza, la carencia o la abundancia del léxico de cada individuo.
Por otra parte, a lo largo de la historia los hombres y las mujeres han convivido, se han relacionado y comunicado; la relación entre los sexos se estructura de acuerdo a un conjunto de expectativas mutuas, rudimentos concretos sobre lo que la otra persona debe y puede ser o hacer. De hecho, lo que las mujeres y los hombres somos está íntimamente relacionado con lo que la sociedad y la gente que nos rodea espera que seamos. El presente del hombre y la mujer en una sociedad está sumamente ligado a su pasado. Para las mujeres y los hombres que se admiraron a lo largo de su existir, así como lo hacen hoy, para los hombres y las mujeres que infundieron visiones compartidas, así como también hoy las concretan, para él y ella que han trabajado y establecido valores fundamentales, por libertades básicas, para quienes, independientemente de su género, proporcionaron a la humanidad frutos que la han mejorado, para ellas y ellos, el lenguaje nunca fue un obstáculo, un estorbo ni un impedimento para algunas de muchas metas que en conjunto se han logrado. Sin embargo, a pesar de lo poco que se ha mencionado en relación a la importancia de lo que significa el lenguaje para la humanidad y cómo ha influido en el desarrollo de la misma, hoy en día parece ser que el lenguaje se ha convertido en un problema, así como también en un tema de controversia, esto, al menos para algunos sectores de la población mundial, el sector femenino principalmente; mismo que no está conforme con muchos factores de la lengua, en este caso el Castellano, ya sea quizá desde su estructura gramatical o de la forma de su uso. Este sector femenino mencionado, en su mayoría, está inspirado por el movimiento feminista actual, el cual también es conocido como el de la tercera ola feminista. Cabe añadir que dicho movimiento en sus inicios, ha conseguido importantes cambios en el mundo, con su lucha se ha logrado el acceso de la mujer a la educación, al sufragio activo y pasivo y la protección de algunos derechos que no se equiparaban a los de los hombres. Ahora dicho movimiento ha sumado una inconformidad más de entre sus listas de discrepancias de lo ya establecido; ésta es ahora contra la lengua castellana. Por lo visto se trata de la forma en que la gramática española establece el género gramatical, y tal como lo mencionan expertas en temas de género como Érika Márquez, socióloga, directora del Programa de Sociología de la Universidad Icesi, y la periodista y columnista Catalina Ruiz Navarro, en la actualidad existen movimientos diversos grupos de feministas con distintas perspectivas, criterios e ideales , señalan que hoy ya no se habla de feminismo sino de feminismos, en plural, ya que hay diferentes luchas y vertientes al interior del movimiento de mujeres del mundo que siguen batallando por reivindicaciones. Pero lo que es un hecho es que todas esas variantes de feminismo coinciden en una cosa, la lucha por una igualdad y al parecer, el repudio hacia toda expresión de machismo, que de igual forma catalogan como de opresor. Y es en cuanto a la lengua, en este caso el castellano, en el que ellas coinciden al considerar que dentro de ésta existe una «opresión machista», y que al hacer uso del castellano, éste no las incluye al momento de ser articulado.
También, especialistas como Luisa Velasco Riego, psicóloga y autora de numerosos artículos y publicaciones sobre violencia de género, se han referido a tal inconformidad, habiendo expresado que: «El lenguaje no inclusivo, el lenguaje machista, puede parecer aparentemente inofensivo pero guarda en su interior una clara “invisibilización” de lo femenino; la lengua española es masculina y no es neutra (aunque hay quien se empeña en mantener que también representa a las mujeres); su uso genérico favorece que la mujer siga relegada a un segundo plano, lo toleramos y lo normalizamos cuando no alzamos la voz para que se nos nombre» (tribunafeminista.elplural.com). De acuerdo a lo que esta psicóloga expresa, y como se puede ver, ella cataloga al castellano como a una lengua machista, como una lengua que no es inclusiva, la cual también es ofensiva y que a su vez «invisibiliza» todo lo que es femenino. Desde mi punto de vista es totalmente erróneo lo que esta mujer afirma, yo creo que un lengua no puede ser machista ni sexista, y es que pareciese que la especialista mencionada al describir al lenguaje, se esté refiriendo a éste como a un sinónimo de sociedad, cuando es la sociedad la que llega ser machista o sexista y no la lengua en sí, ya que cada lengua segrega lo que su sociedad establece. A mí parecer llega a ser un contrahecho el proponer un lenguaje inclusivo para así tratar de hacer cambiar a la sociedad de hablantes de una lengua, no tiene cabida el modificar a una lengua como solución de los problemas de una sociedad.
Por otra parte y dentro de lo hasta ahora mencionado, uno de los temas que tienen relación con el lenguaje inclusivo, es la corrección política. La corrección política o lo políticamente correcto es otro fenómeno que también propone un lenguaje inclusivo, más allá de considerar al lenguaje meramente sexista, esta corriente ideológica considera al lenguaje no solo «invisibilizador» de la mujer, sino como un sistema discriminatorio con muchos sectores susceptibles de una sociedad. Pero, ¿realmente qué es la corrección política y de qué manera entabla plantear el lenguaje inclusivo? La corrección política es un término para referirse al fenómeno de decir las cosas tratando siempre de evitar que exista o se cometa alguna ofensa hacia a un individuo, ésta se caracteriza por tener un perfil moralista, exteriorizándose como una aparente autoridad moral para establecer «lo que es bueno y lo que es malo». Podría decirse que es una vía para «disfrazar» las cosas que pudieran herir la sensibilidad de la sociedad, que opino, últimamente ocurre con mucha frecuencia, como es el caso del mal llamado «discurso de odio», el cual (considero) se refiere a toda aquella opinión que critique o no esté de acuerdo con, como por ejemplo, los lobbies, distorsionándose el verdadero significado de la palabra «odio». Con el uso de eufemismos y disfemismos es como regularmente se suelen (podría decírsele) «maquillar» a las ideas, opiniones, políticas, comportamientos o actitudes, que no sean del agrado de algunos grupos, quizá incluso, llegando al grado de negar la realidad por considerársele «cruel» o «incómoda». Dentro de lo políticamente correcto se pueden identificar varias ramas, elementos e ideologías que son parte del fenómeno, entre de ellos pueden encontrarse: la igualdad, la tolerancia, el feminismo, y tal como lo hemos señalado, el mismo lenguaje inclusivo, el cual, tiene la finalidad de que la lengua al ser articulada por los hablantes, no se cometa exclusión, sexismo, opresión ni discriminación alguna, ya que, como se ha mencionado, puede llegar a ser ofensiva para algunos sectores.
Destacando algunos ejemplos de cómo la corrección política ha orillado al hablante a medir sus palabras en nuestro días, hoy es más «correcto» decir «gente de color» en lugar de «negros», también ahora hay que hacer la referencia explícita de género y no olvidar jamás decir «bienvenidos y bienvenidas», o utilizar el arroba para referirse a ambos géneros «los y las niñ@s». A su vez, no se debe decir «discapacitados» sino «gente especial» o «personas con capacidades diferentes», se debe usar «de la tercera edad» en lugar de «viejos», referirse a los «ciegos» como «no videntes», debe evitarse «gordo» reemplazándola por «personas con problemas de alimentación o sobrepeso» y es más correcto hablar de «pueblos originarios» en vez de «indios», esto entre muchas otras sustituciones y/o eufemismos. Así, es como también la corrección política impulsa un lenguaje inclusivo, al tratar de evitar la exclusión, sexismo, machismo y opresión en la sociedad durante el habla, esto, desde dentro de grupos feministas (que bajo sus intereses buscan un lenguaje «no sexista»), movimientos de izquierda, algunas instituciones y organizaciones progresistas.
En otro orden de ideas, hasta hoy, son muchos los lingüistas que ya se han posicionado y dado su punto de vista acerca del tema, consideran de anómalo al lenguaje inclusivo y como una tontería, tal es el caso de lo declarado por la doctora Concepción Company, miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua. «Es una tontería; así, tranquilamente. En primer lugar, no es equidad de género, sino de sexo, el género es de la gramática, y aunque pueda escandalizar, es una obviedad gramatical que el género masculino no significa hombre, sino que es indiferente al sexo. El género gramatical que en la lengua española puede discriminar es el femenino» (palabrasclaras.mx). En cuanto a lo expresado por la doctora Concepcion Company, estoy totalmente de acuerdo, creo que el lenguaje inclusivo cae en lo ridículo al dar por igual los conceptos de sexo y género, cuando son diferentes, género hace referencia a la categoría gramatical mientras que sexo designa la condición humana que hace referencia a la diferencia entre hombre y mujer. Creo que esto es lo que hace al lenguaje inclusivo una propuesta irrisoria, que su base se encuentre sin fundamento en la gramática, y que uno de sus principales errores sea el hecho de atribuirle erróneamente al género gramatical la cualidad de marcar al sexo, esa mala interpretación de que el género gramatical tenga una relación precisa con el sexo biológico, y no obstante aun con ese exiguo cimiento, trate de cambiar conductas sociales que poco tienen que ver (si no es que nada) con la lengua.
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