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Literatura Etapa 1 Actividad Integradora


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2019  •  Monografías  •  1.945 Palabras (8 Páginas)  •  440 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN[pic 1][pic 2]

ESCUELA INDUSTRIAL Y PREPARATORIA TÉCNICA

“ÁLVARO OBREGÓN”

Literatura

Etapa I

Actividad integradora

NOMBRE: JUÁREZ HERNÁNDEZ LUCERO ABIGAIL

AULA: 116     GRUPO:5E3    MATRICULA: 1907685

ESPECIALIDAD: DIBUJANTE INDUSTRIAL.


Prólogo.

Esta pequeña historia se trata sobre César un chico de 16 años, él es una persona introvertida, ya que con el paso de los años junto con sus padres, al tener un trabajo que los volvió una familia nómada, enviando habitualmente así conformándose como en un hábito. Para él desde muy pequeño, ha convertido que acostumbrarse a un lugar sea lo menos que decida ser, ya que la situación de mudarse tanto le hace imposible encariñarse a las personas y al mismo lugar.

Tratando así el tema de las personas que son nómadas hoy en día, y como para ciertas le suele ocasionar dificultad para socializar o querer tener interés hacia lo que ve en su día a día o apreciar y no temer por perderlo rápido.

En este caso César y sus padres llegan a un punto en el que sus padres deciden parar y tendrán que descubrir cómo es vivir por un largo tiempo en una misma ciudad. Siendo así una aventura para César quién tendría que conocer y hacer amigos.


Una rutina.

César un chico de 16 años, tiene cabello castaño rizado, su piel es aperlada y suave, su estatura es de 1.60, el había pasado toda su vida cambiando y viajando en todo su país, sus padres tenían un trabajo que eventualmente los hacía mudarse y visitar distintas ciudades por un corto lapso de tiempo, a consecuencia de esto César no solía acostumbrarse a estar tanto tiempo en un sitio, no solía adaptarse ni socializar con la gente a su alrededor, porque en su mente sólo habia la idea de que pronto se irá, ahora se encontraban en Nueva York una ciudad muy grande donde él podía pasar de desapercibido, pasando por la preparatoria, siendo un chico excluido hacia sus compañeros de aula y volviendolo una persona muy solitaria, en pocos días otra vez iba a haber un cambio. Sus padres le notificaron que volverían a trasladarse a una nueva ciudad, aunque en esta ocasión era un pueblo pequeño, por él no había problema ya que esa era la rutina de sus vidas.

Pero él no le molestaba solía hacer fotografía y era hábil para ciertos instrumentos musicales, a consecuencia de su tiempo libre ponía en práctica sus pasatiempos, solía ver muchas películas, leer libros, siendo un chico introvertido pasar el tiempo sólo no era una molestia para el.

Era un sábado por la mañana cuando su madre llamó a su puerta para dar una pequeña charla junto con su padre. César y sus padres bajaron hacia la sala y se sentaron, su madre había preparado unos pastelillos y un poco de té. Al momento le preguntaron.

-¿Seguro que no tienes problema con nuestro trabajo?- preguntó su madre hacia el chico con una preocupación hacia la respuesta de aquella situación en la que habían vivido por mucho tiempo. - sabemos que a causa de nuestro trabajo no sueles tener amigos, y casi nunca hablas con nosotros quisiéramos saber tu sentir- dijo aquella cálida mamá tomando las manos de su esposo.

-No tengo ningún problema hacia ello, mamá gracias a que nos cambiamos tanto eh podido tener muchas facilidades en mis pasatiempos a lo cual un chico de mi edad no la sandía por grupos de amigos- dijo el chico sin una pizca de duda. Su madre al recibir esa respuesta sin satisfacción lo miro con tristeza.

-Tu madre y yo hemos hablado acerca de esta situación, queremos que tengas amigos con quien puedas compartir tu vida- interrumpió el padre – Sabemos que no esté consecuencia haberte criado en un entorno así- lo dijo sosteniendo la mano de la madre- Así que esta ciudad a la que iremos será la definitiva, es algo pequeña y suelen ser casas rústicas, pero creemos que será lo mejor para nosotros y para ti.

-¿Donde iremos?- pregunto ese chico que sin interés por lo que prometían.

-Un pequeño pueblo en Connecticut, Hartland- dijo la madre al reaccionar por la pregunta del chico.

 El chico sólo se detuvo a asentir y levantarse para dirigirse a su habitación, este tipo de charlas ya las había vivido anteriormente, Pero sabía que en cierto punto ellos no resistirían y volverían a mudarse, sabía la rutina aunque fuera triste, no podía cambiarlo.

En los siguientes días se empezó la labor de empacar, el miércoles 1 de Abril por la madrugada, se dirigieron hacia su auto, con sus respectivos objetos personales, César se acumula en la parte trasera del auto, se puso sus auriculares para escuchar música en el transcurso del camión.

Así es cómo comenzó el camino hacia su nuevo destino, el clima de esa mañana era fresco, con un cielo medio nublado, aún se notaban las estrellas de la madrugada, eso apenas se podía alcanzar a ver su resplandor. Con el transcurso del camino, podía denotar cómo se alejaban de la gran ciudad que era Nueva York, con ello el sol iba apareciendo cada vez más y a pesar de ser un buen clima, se sentía calor en el automóvil, César abrió la ventana, dejando pasar el fresco aire que se sentía de los árboles y la naturaleza. Se sentía como todo viaje que habían pasado, a pesar de que a las ciudades que llegaban eran enormes y con edificios muy poblados. Ahora tocaría en un pequeño pueblo en las orillas de Boston. En cierta forma le daba curiosidad, ya que no estaba tan acostumbrado a estar cerca de la naturaleza, se preguntaba qué tipo de fotos y música podría practicar en ese lugar. Y si era tan cierto lo que les prometió a sus padres, también tenía la tarea de al menos hacer amigos, para satisfacer la preocupación de sus padres.

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