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Actividad integradora (Etapa 1 literatura).


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2016  •  Tareas  •  1.105 Palabras (5 Páginas)  •  373 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON

PREPARATORIA N.1 COLEGIO CIVIL

ACTIVIDAD INTEGRADORA

EQUIPO:

*Myriam Desiré Martínez Gámez

*Rubén de Jesús Francisco Hernández

*Angie Valeria jazmín Muñiz Alfaro

*Luis Gerardo Pamanes

*José Bernardo Lerma de león

*Eliezer Rachmiel Sánchez Peña

*Adrian

*

GRUPO: 346

Era una tarde nublada, con un cielo oscuro, parecía que el cielo estaba enojado. Cuando recibí una llamada a mi teléfono_

-¿Bueno? ¿Quién habla?

- ¿Elena? ¿Elena López?

-Si- Respondí dudosa, Con quien tengo el gusto?

-Lo siento mucho Elena algo terrible te espera en tu puerta

-¿Qué. ¿Quién eres?- estaba asustada y colgaron. Salí con miedo y había un sobre en mi puerta lo abrí y descubrí que mi esposo Alfredo Torres me era infiel con una mujer. ¡¡QUE!! Bertha Esquivel mi amiga- me dije sorprendida, sentía que el mundo se venía encima, mi mejor amiga con mi marido (Para esto Alfredo según tenía un viaje de trabajo, al parecer no fue así) cuando Alfredo quería que todo fuera mentira, ¿pero, como seguir así? No puedo mas, prácticamente mi mundo a su lado se derrumbo, creía que me amaba, y bote por el divorcio

Teníamos dos hijos, Alejandro y Amelia, quienes tan solo se llevaban un año de edad, ellos eran pequeños, no iban a comprender lo que estaba sucediendo, Amelia era una niña Hermosa de cabello corto y castaño, era una pequeña lindura, Alejandro con su pelo rubio como el oro, piel a perlada, ojos grandes, pestañas largas y caídas, una sonrisa hermosa, cada vez que lo veía me recordaba bastante a Alfredo y es que eran como dos gotas de agua, igualitos. 

Por fin se llego el día del divorcio, Elena López lucía un vestido rojo que le llegaba a la rodilla, pegadito al cuerpo, tenía un cuerpazo, pelo largo y castaño, ojos muy brillosos de color miel, tenía una sonrisa radiante, como las estrellas cuando brillan la oscuridad. Por otro lado Alfredo lucia un saco gris, era muy alto, muy blanco, ojos muy grandes pelo lacio y largo, cuando sonreía se le hacia un bello pósito en su cachete derecho, era muy guapo, se veía tan normal y tranquilo, en ese momento quise tener esa tranquilidad de Alfredo.

Juez- ¿Están seguros de esto?, aun hay oportunidad eh tenido parejas que deciden divorciarse, y a la hora de la hora deciden no hacerlo.

-Si Juez,- respondió Alfredo sin pensarlo- es definitivo

-¿seguros?- el juez volteaba a ver mi rostro.

-si señor juez- respondí.

El juez dicto que Alfredo nos estaría dando para los gastos económicos de la casa, hasta que los niños cumplieran 18. Se escucho un gran golpe en la mesa del juez, fue como un ruido que retumbo y rompía cada lazo de amor en mi corazón.

-¡¡Quedan divorciados¡¡- dijo el juez.

Salimos del lugar, Alfredo se fue, y mis lágrimas no pudieron contenerse más, parecía como un mar de lágrimas.

Al pasar los días me entero, que Bertha Esquivel, quien era de cabello oscuro, de estatura de aproximadamente de 1.65 piel morena, ojos rasgados y con una gran sonrisa, tuvo un hijo con quien ahora era mi ex marido, y lo llamaron Alberto.

Siempre fingía cuando los veía, ellos volteaban la cara y ponían cara de apenados. Cuando yo sonreirá pareciera que no me importaba, al pasar los años mis hijos de ahora 18 y 19 años, aceptaron la realidad y trabajaron muy duro- Alejandro vivía siempre con un rencor hacia su padre por lo que años atrás había hecho y como no, si ellos eran tan pequeños, querían saber de su padre y nunca los visito, era comprensible el rencor de Alejandro. Por otro lado Amelia era una joven preciosa quien siempre procuraba a su padre a pesar de lo que había hecho lo amaba, y se llevaba muy bien con Alberto, ellos estudiaban la misma carrera que era medicina, a la mañana siguiente a toda prisa entraba el claro día. Un bello día siempre trabajando duro para mis hijos, cuando me tope a Bertha y la salude sin dolor alguno.

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