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Los Adolescentes Y La Lectura


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2011  •  1.972 Palabras (8 Páginas)  •  2.565 Visitas

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LOS ADOLESCENTES Y LA LECTURA.

SUGERENCIAS PARA PROMOVER EL GUSTO POR LA LECTURA DESDE LA ESCUELA SECUNDARIA.

“La lectura es una forma de comunicación, es conocer cosas nuevas, viajar a lugares desconocidos, es una interacción entre el escritor y el lector”; éstas son frases que recuerdo de algunos libros leídos durante mi formación como docente, que son muy pocos y que con gran dificultad pude recordar algunos pasajes. Uno de ellos es el artículo “cómo leer un libro” de autor que no recuerdo. Pero que trae muy buenas aportaciones al mundo de los lectores.

“La lectura permite recibir los mensajes de los hombres de ayer y de hoy, enriqueciendo la experiencia propia con las aportaciones de toda la humanidad.”

Hace unos días la profesora que imparte la asignatura “La enseñanza en la escuela secundaria, cuestiones básicas I” me dejó un trabajo: redactar un ensayo sobre los adolescentes y la lectura. Yo muy triste, de mal humor, incluso enojada, protesté un poco, pues creo que a la mayoría de las personas lo menos que nos gusta es tener que hacer tareas, sobre todo en un fin de semana cuando consideramos que tenemos cosas más importantes que hacer, como ir de paseo, convivir con la familia, con los amigos, etc., etc.

En ocasiones pienso que esto de la docencia es algo muy complicado, pues entre más tarea me dejan ya no tengo vida social. Sin embargo, al fin de semana siguiente dediqué un tiempo para redactar este “ensayo”. La primera dificultad con la que me encontré fue tener que leer para documentarme un poco sobre el tema, pues la idea es plantear sugerencias para promover el hábito de la lectura en los estudiantes de secundaria. Y yo me pregunto ¿cómo voy a dar recomendaciones sobre la lectura si es un hábito que me cuesta mucho trabajo adoptarlo?; pero bueno, por lo menos ya le avancé las primeras líneas.

En este ensayo aporto unas pequeñas sugerencias para acercar al estudiante a la lectura, no solo dentro del salón de clases sino también fuera de él. Pues hablar de lectura en el aula es pensar en quedarse dormido, en estresarse, es pensar en una clase aburrida. Pues, creo que los estudiantes ya están cansados de la misma rutina de siempre. Por ello, debemos pensar en crear cosas distintas, cosas que les agraden a los alumnos para que ellos respondan a cada actividad.

Al decir que no sólo puede ser dentro del salón de clases sino que también fuera de él, me refiero a que en la institución existen otros espacios donde podemos leer tranquilos, no necesariamente dentro del aula o en la biblioteca.

Pues como dice Valdés, “hay muchas formas de leer y todas se valen” lo que importa es leer, aunque leas sentado, parado en un pie, acostado, de cabeza...con que no arriesguemos la vida leyendo mientras cruzamos la calle, lo demás es cosa de cada quien, y si leemos en la banca de un parque, en la azotea, en el baño, en el camión...mientras no leamos adentro de la jaula de los tigres del circo, lo demás es nuestro mero gusto...y si leemos mientras comemos, mientras vemos tele, durante el recreo... con que no leamos en la regadera, no hay problema.

Pienso que para iniciar, debemos ir más allá del aula, pues el hábito de leer viene desde la familia. Siendo más difícil inculcar esa costumbre en los estudiantes de secundaria. Pero desgraciadamente no siempre es así, pues el papel socializador primario que corresponde a los padres ahora es designado a los maestros. Así que no nos queda otra opción que afrontarlo con las herramientas necesarias.

Aunque parece increíble, la etapa en que yo leí más libros fue al cursar la secundaria, es decir, durante la adolescencia. Esto se debió a la insistencia del encargado de la biblioteca porque leyéramos algunos libros, al leer uno de ellos por primera vez fue algo extraordinario, ya que, me identifiqué con la historia de la chica que narraba el autor. En otros casos viaje por lugares desconocidos, incluso extraños o divertidos. Por ello, creo que sí existen esperanzas de que en nuestros estudiantes se despierte el deseo por la lectura, por conocer cosas nuevas.

Adentrándome más al tema, me he dado cuenta de que el hábito de lectura es un problema que ha venido afectando nuestro sistema educativo, pues entre menos leemos, menos desarrollamos la capacidad de ser críticos, analíticos y reflexivos. No importa lo que leamos, lo que importa es ¡leer! Como lo menciona Valdés, en su texto ¡¿Eso es leer!? “Lo único que hay es: leer. Poco o mucho, lento o rápido, todo es leer. Cada quien lee a su manera, como quiere, como puede, como le gusta, como le hace falta.” Pero existen tantos factores que hacen que los adolescentes se alejen cada vez más de los libros y uno de ellos, el más dominante es la tecnología. Pues, ahora las tareas o las investigaciones las realizamos de una manera más fácil y rápida; sólo basta con dar “click” para obtener tanta información necesitemos. Sin embargo, nos podemos encontrar con gran cantidad de información que carezca de argumentos. Por lo que, podría decir que no hay mejor opción que el tesoro que guardan los libros.

Muchas personas creemos que leer es sentarse frente a un libro todo repleto de letras y no moverse hasta terminar de leerlo, sin embargo, no nos damos cuenta de que leemos constantemente.

Por ejemplo, al tomar el

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