Los Pazos de Ulloa, Analísis

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO

ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA NÚMERO 6 “ANTONIO CASO”

SOBREVIVIENDO EN LOS PAZOS DE ULLOA

BASURTO LUCIO JOSÉ IMANOL

GRUPO 406

INDICE

I. Llegando a los pazos…………………………………………………………………………………………………………………….3

II. Ser Pardo Bazán en la España del Siglo XIX…………………………………………………………………………………..3

1. La mística de Pardo Bazán…………………………………………………………………………………………………..3
2.  Feminismo y percepción de Pardo Bazán en el siglo XIX……………………………………………………..3
3. Hambrienta por el conocimiento, Emilia Pardo Bazán………………………………………………………..4

III. Visión general de Los Pazos de Ulloa………………………………………………………………………………………….4

1. Disparidad Temática En Los Pazos De Ulloa………………………………………………………………………..4
2. Todo Va En Picada, Estructura De Los Pazos De Ulloa…………………………………………………………6
3. Todos Son Salvajes, Los Personajes De Los Pazos De Ulloa…………………………………………………7

IV. Técnica Literaria De Pardo Bazán: Humorismo Y Narración Subjetiva…………………………………………8

1. Humorismo………………………………………………………………………………………………………………………..8
2. Narración Subjetiva……………………………………………………………………………………………………………9

V. Conclusiones…………………………………………………………………………………………………………………………….11

VI. Referencias Bibliográficas ……………………………………………………………………………………………………….11

1.  Llegando a los pazos

Escrito en mil ochocientos ochenta y seis, el novelón cúspide de Doña Emilia Pardo Bazán representa y  defiende las inquietudes de su época mientras aporta una visión peculiar sobre la evolución de la condición humana frente a situaciones de riesgo,  a pesar de ser una novela con imperfecciones e irregularidades esta se mantiene como un referente literario para el naturalismo español y tiene que ser analizada de esta manera, siendo indulgentes como lectores con las constantes irregularidades que encontramos en la rica trama que explora a fondo la España rural y el choque de dos sociedades.

1. Ser Pardo Bazán en la España del Siglo XIX

1. La mística de Pardo Bazán

Perteneciente a una clase privilegiada y principalmente aristocrática Pardo Bazán se ve envuelta e interesada por las bellas artes desde pequeña, leyendo a Victor Hugo y la biblia a escondidas ella decide cuál es el camino que el destino tiene planeado para ella;  su amplísimo bagaje cultural le permite verse envuelta en la literatura y despuntar frente a sus contemporáneas de menos repertorio académico, sus aportes a la novedosa ideología feminista la vuelven no sólo un personaje de la literatura española sino también de la historia del feminismo en España. Casada y posteriormente divorciada y con tres hijos Pardo Bazán decide dejar a un lado los sentimentalismos de sus inquietudes como mujer e inclinarse más bien por novelas con seso, que agudamente exploraran una situación a la que ella fuese ajena con el fin de desarrollar sus habilidades literarias. La polémica militante del naturalismo se mantiene como un peculiar personaje difícil de analizar y comprender por completo, su hambre por conocimiento y  cultura le brindan un carácter pseudo experimental a su novela Los Pazos de Ulloa que coquetea con las más novedosas maneras de crear literatura de su momento histórico a la vez que se mimetiza con el estilo original de Pardo Bazán.

1. Feminismo y percepción de Pardo Bazán en el siglo XIX

 “Pardo Bazán provocaba la hostilidad de sus contemporáneos”^[1], al no ser solamente rechazada en la Real Academia de la Lengua Española sino también criticada y atacada por numerosos detractores  que explicaban que  “el género de novelas que doña Emilia cultiva, pide por su condición atrevimientos que ella no tiene y algunos que no puede ni debe tener”^[2], a pesar de esto la reivindicación que hacía de su sexo era rebelde “No quería hacer como aquellas mujeres que… habían renunciado a su nombre y a su identidad… reivindica el derecho a pensar sin por ello deber borrar las características peculiares de su sexo”^[3]

Su valiente postura con respecto a su género la colocan entre las feministas más representativas del movimiento español, su interés en estos temas son por demás obvios, al ver marcada su producción literaria por su género y un rol que ella no pidió seguir en lo absoluto, sin embargo, a pesar de verse limitada por este aspecto, sus obras no reflejan su postura feminista de lleno: “En la novela, el feminismo de doña Emilia se percibe en su manera de plantear las cuestiones de la educación de la mujer y del sitio que debe ser el suyo en la sociedad”^[4] aunque esta postura planteada por su prologuista sea después debatida por su ferviente crítico Sandiño Carreño al mencionar que “Resulta interesante observar las generalizaciones que, acerca de la mujer, se le escapan a doña Emilia en su obra y que difieren con lo que realmente dice creer”^[5], aquí nos encontramos con el primer conflicto ideológico que plantea su obra y que la expone como una autora que seguía sin hacer muchas consideraciones previas los pensamientos más novedosos de su década. Sin embargo podemos excusarle mencionando, que el presentar un manifiesto feminista entre las páginas de Los Pazos hubiera sido por demás innecesario y forzoso, también, tomando en consideración la percepción que de por sí tenía entre sus colegas masculinos, el inclinar su producción literaria hacia temas de índole feministas la hubiese llevado al fracaso y la alienación del séquito de escritores españoles influyentes.

1. Hambrienta por el conocimiento, Emilia Pardo Bazán

Mencionada anteriormente fue su inquietud por lo novedoso, lo que se salía del molde anticuado de lo que debía ser la literatura. “Si Emilia Pardo Bazán es atraída por la nueva literatura es porque, como ella misma afirma: “en ella he encontrado finalmente lo que siempre he soñado: la unión de método en la ciencia y en el arte”.”^[6] Su interés por el naturalismo distaba por completo de su ferviente cristiandad, al ser esta corriente no sólo militante de teorías evolutivas darwinistas, sino también por defender y exponer situaciones poco pudorosas que se alejan por completo de la moral cristiana , incluso Zola, el escritor naturalista por excelencia, se extraña en demasía el leer su Cuestión Palpitante y expresa en más de una ocasión lo curioso que parece que una mujer religiosa sea tan ferviente militante del naturalismo, pero esto se remite de igual manera con una leve disparidad entre el naturalismo de Zola con el de Pardo Bazán. “El punto fundamental del naturalismo, según la Pardo Bazán, es… ofrecer a cada uno la posibilidad de expresar totalmente su propia naturaleza… gracias al naturalismo puede aprovechar el “cerebro redondo””, recibido de Dios”^[7] Levemente parecida a lo postulado por Zola en su teoría naturalista, lo que afirma la autora

genera revuelo entre naturalistas y le dan toda la razón sin objetar lo que postula.

1. Visión general de Los Pazos de  Ulloa

1. Disparidad Temática En Los Pazos De Ulloa

La acepción general entre los estudiosos de la obra recalca como Los Pazos de Ulloa retratan de manera incisiva la decadencia inminente de todo un linaje al enfrentarse de manera directa con el cambio en el tiempo y el choque de dos sociedades mutuamente excluyentes: la rural y la urbana, pero en este punto se plantean dos vertientes temáticas que cuestionan cuál es la historia que Doña Emilia Pardo Bazán intenta contarnos entre las páginas de su libro, al presentarnos a dos personajes principales con el mismo peso en la trama, la visión de la obra cómo un todo puede variar de acuerdo a la percepción personal del lector, por un lado tenemos la historia de Julián, que al ser un capellán de la ciudad se encuentra de manera inesperada con el violento y cruel mundo rural, “acostumbrado a la vida claustral del Seminario y de la metrópoli compostelana, la naturaleza le parecía difícil de comprender, y casi le infundía temor por la vital impetuosidad que sentía palpitar en ella”^[8] Julián, nuestro trágico personaje principal tiene que vérselas por sí mismo en un mundo cruel al que no fue preparado y al que no le puede dar la espalda porque no tiene otra opción, paralelamente nos encontramos con la misma historia pero en sentido inverso cuando vamos a Santiago de Compostela con don Pedro Moscoso y Julián en donde “No podía sufrir la nivelación social que impone la vida urbana; no se habituaba a contarse como número par en un pueblo, habiendo estado siempre de nones en su residencia feudal. ¿Quién era él en Santiago?”^[9] La autora entonces explora dos vertientes con el mismo peso de la alienación del ser humano  frente a situaciones que le ponen a prueba, cada uno de estos personajes tiene su propia visión de lo que acontece cuando son expuestos a estratos de la sociedad a los que no están acostumbrados, pero si nos centramos exclusivamente en la visión de Don Pedro podemos encontrar inmiscuida la crítica que la autora hace a la decadencia de los nobles linajes y como estos llegan a un fin, esta crítica, sin embargo, se vuelve tenue si nos centramos específicamente en la visión de Julián, que asustado por todo lo que presencia en los pazos y todo lo que Don Pedro le hace hacer nos hace olvidarnos por momentos de la absurdez de el linaje que se ve predeterminado a acabar de manera trágica al verse dirigido por un poco inteligente marques, que víctima de sus bajos impulsos y sus arrebatos contantes lleva todo un linaje a su fin, ”la misma autora afirmó en sus  Apuntes Biográficos que quiso pintar en su novela «el caciquismo y la decadencia de un noble linaje”^[10]

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