Los creditos y las deudas no comerciales

1.1. CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN

De forma general los créditos y las deudas no comerciales surgen por operaciones financieras en las que una persona o entidad (acreedor) presta una cantidad determinada de dinero a otra persona (deudor). El deudor, por tanto, deberá devolver el dinero tras el tiempo pactado además de una serie de intereses, que constituyen la renta obtenida por el acreedor. Por otro lado, el acreedor (la persona que concede el crédito) tiene derecho de exigir y cobrar el préstamo. En caso de que el deudor no cumpliera con el pago se podrían comenzar acciones legales.

Si se concede u obtiene un préstamo, el prestamista entrega el importe total acordado o principal del préstamo; ésta es una característica diferenciadora fundamental. El prestatario puede disponer de la totalidad de ese importe en la manera que considere necesaria, y queda obligado a la devolución de ese principal, en los plazos e importes acordados así como de los intereses pactados que se calculan sobre el total del importe entregado.

Así la devolución se puede pactar a corto o largo plazo, en una sola cuota al final de plazo o en varias cuotas (mensuales, trimestrales, semestrales o anuales) durante la vigencia del préstamo (plazo de devolución), el importe de las cuotas puede ser constante o variable incluyendo parte del principal e intereses o puede negociarse periodo de carencia, que significa que durante un tiempo sólo se pagan intereses y posteriormente se empieza a devolver, también, el principal.

No ocurre lo mismo al otorgar una línea de crédito, pues el que lo concede pone a disposición del usuario una cuantía máxima, conocida como crédito disponible, que éste utilizará en las fechas y cuantías que estime convenientes (crédito dispuesto), siempre y cuando no contravenga lo estipulado. En estos casos, los intereses se calculan sobre la parte del crédito dispuesta en función del tiempo y, también, se generan unas comisiones por la parte no dispuesta del crédito. Bajo esta modalidad, el pasivo por el crédito sólo se contabiliza por la parte del crédito de la que se ha dispuesto, no por la totalidad, pues por el importe no dispuesto no existe la obligación de sacrificar recursos para liquidarla por lo que no nos encontraríamos ante un pasivo.

Los créditos y las deudas no comerciales que se van a estudiar se clasifican dentro de las partidas de activos y pasivos financieros del balance y están regulados en la norma de valoración (NRV, en adelante) 9a del Plan General de Contabilidad.

De acuerdo con esta norma, los activos y pasivos financieros se clasifican en las siguientes partidas:

a) Activos financieros:

Efectivo y otros activos líquidos equivalentes.

Créditos por operaciones comerciales (ya estudiados en el primer semestre)

Créditos a terceros: tales como los préstamos y créditos financieros concedidos, incluidos los surgidos de la venta de activos no corrientes.

Valores representativos de deuda de otras empresas adquiridos: tales como las obligaciones, bonos y pagarés;

Instrumentos de patrimonio de otras empresas adquiridos: acciones, participaciones en instituciones de inversión colectiva y otros instrumentos de patrimonio;

Derivados con valoración favorable para la empresa: entre ellos, futuros, opciones, etc.

Otros activos financieros.

b) Pasivos financieros:

Débitos por operaciones comerciales: (Ya estudiados en el primer semestre)

Deudas con entidades de crédito.

Obligaciones y otros valores negociables emitidos: tales como bonos y pagarés.

Derivados con valoración desfavorable para la empresa: entre ellos, futuros, opciones, etc.

Deudas con características especiales.

Otros pasivos financieros: deudas con terceros, tales como los préstamos y créditos financieros recibidos de personas o empresas que no sean entidades de crédito incluidos los surgidos en la compra de activos no corrientes, fianzas y depósitos recibidos y desembolsos exigidos por terceros sobre participaciones.

De los anteriores, en este tema se tratarán aquéllos que se han señalado en negrita.

Siguiendo la NRV 9a, los conceptos de crédito y deuda no comercial son los siguientes:

Los créditos por operaciones no comerciales son aquellos activos financieros que, no siendo instrumentos de patrimonio ni derivados, no tienen origen comercial, cuyos cobros son de cuantía determinada o determinable y que no se negocian en un mercado activo (operaciones de inversión o financiación). No se incluirán aquellos activos financieros para los cuales el tenedor pueda no recuperar sustancialmente toda la inversión inicial, por circunstancias diferentes al deterioro crediticio.

Los débitos por operaciones no comerciales: son aquellos pasivos financieros que, no siendo instrumentos derivados, no tienen origen comercial (operaciones de inversión o financiación).

1.2. VALORACIÓN DE LOS CRÉDITOS Y DEUDAS NO COMERCIALES

La NRV 9a se refiere a la valoración inicial y posterior tanto de los créditos no comerciales (activos) como de las deudas no comerciales (pasivos). En los registros contables de estas operaciones se considerarán, varios aspectos:

El plazo de vencimiento de los créditos y deudas, corto o largo plazo, y las consiguientes reclasificaciones que se deban realizar al cierre del ejercicio contable y elaboración de las cuentas anuales.

Los intereses de las operaciones, ya sean los explícitos como los implícitos. Se deben determinar y devengar siguiendo un criterio financiero del tipo de interés efectivo. Para lo cual se debe disponer de la “tabla de amortización de los créditos y deudas”. Teniendo lo anterior en cuenta, se van a desarrollar los registros contables al inicio y en momentos posteriores de créditos y deudas.

En relación con los activos financieros, a efectos de su valoración, se clasificarán en alguna de las siguientes categorías:

1. Préstamos y partidas a cobrar.

2. Inversiones mantenidas hasta el vencimiento.

3. Activos financieros mantenidos para negociar.

4.

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