Mis Zapatos

ACTIVIDAD 5.- EL DIARIO DE MIS ZAPATOS

- Escucho que se levanta por la madrugada, se oye un poco lastimado, no sé que le pasa, es temprano para oír un quejido fuerte al iniciar su caminar, se dirige a la regadera y se toma una buena ducha, al salir rápidamente toma su vestimenta para irse a trabajar, en eso, me emociono tanto pues viene hacia mí, si, me ha elegido a mí de nuevo, de entre tantos y tantos compañeros, me ha vuelto a elegir a mí, eso me da mucha alegría, supongo que lo hago sentir cómodo y seguro, me ajusta a sus pies, me siento maravilloso de saber que saldré nuevamente al exterior a recorrer cientos de metros, el ver parques, banquetas, arboles, perros, en fin, el paisaje urbano que me ofrece al caminar, soy feliz, pero sé que él no se siente bien, lo sé, porque he notado que su pie derecho lo apoya con precaución, no es lo mismo que otros días, donde siento sus pasos firmes y seguros, algo le pasa, me preocupa no saber que es.

- Arranca el lunes, parece ser que su molestia ya desapareció, ya lo siento firme de nuevo al caminar, se ve feliz, pienso que es porque nos acabamos de mudar a su casa nueva, con sus dos hijas y esposa, se ve que disfruta el estar viviendo esta etapa en su vida, por eso me alegro al ver que me escoge a mí, para ser parte de su felicidad.

- Para el martes sigo siendo yo sus preferidos, de nuevo me ha tomado, su actitud se ve positiva y agradable, se despide de sus mujeres y nos vamos al trabajo contentos y al cien.

- Hoy miércoles he estado muy pensativo, en la mañana se levanto, se alisto y no me volteo a ver, me ha dejado aquí en casa, me siento un poco triste, que estaré haciendo mal, al llegar del trabajo, lo escucho que saluda a sus mujeres, son su vida, se oye feliz al estar con ellas, de repente se acerca a mí y me toma con sus manos, me pongo nervioso, porque sé que esto pinta para mal, y si, efectivamente, me va a bañar ahora a mi, siento escalofríos con el agua fría, pero al ver que me limpia con muchas ganas, siento que en verdad le importo y me pongo feliz y se me pasa la tristeza que sentí en la mañana.

- Jueves, arranca el día con un dolor de nuevo, lo escucho quejarse, me preocupo por él, lo veo caminar a lo lejos, camina mal, le pregunto a mi compañero del costado si sabe que le pasa, si sabe lo que tiene, al escucharlo me siento tan mal, tan angustiado, me dice mi compañero que sufre de un espolón en el pie derecho, que le causa mucho dolor por las mañanas, entonces ahí fue cuando comprendí, supe porque soy su consentido, por mi confort, mi suavidad en mis suelas, y eso me dio mucho gusto, el saber que yo, yo le ayudo a calmar su dolor, me motive para seguir haciendo bien mi trabajo. Y le eche muchas ganas para ser más suave y confortable que nunca.

- Viernes, si, por fin viernes, sigue la felicidad en su rostro, cada vez que ve a esas tres mujeres, se le ilumina la sonrisa, y

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