Neoliberalismo En América Latina
11223344yy5566771 de Julio de 2013
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Neoliberalismo en América Latina
Neoliberalismo:
El término neoliberalismo hace referencia a una política económica que pretende reducir al mínimo la intervención estatal en materia económica y social, defendiendo el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país ( salvo ante la presencia de los denominados fallos del mercado)
Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la economía nacional (macroeconomía) y su entrada en el proceso globalizador a través de incentivos empresariales que, según sus críticos, es susceptible de conducirse en beneficio de intereses políticos más que a la economía de mercado propiamente dicha.
Muchos economistas cuestionan el término neoliberalismo porque no corresponde a ninguna escuela bien definida, ni siquiera a un modo especial de describir o interpretar las actividades económicas (aunque probablemente sí de explicarlas). Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por los medios de comunicación y por algunos intelectuales.
No se puede dar una definición estática de neoliberalismo debido a que su significado ha ido cambiando en el transcurso del tiempo y no es idéntico en todos los países del planeta.
En Latinoamérica el término suele usarse por sus detractores para hacer referencia al conjunto de políticas recomendadas en la década de 1990 por el Consenso de Washington, (Se entiende por Consenso de Washington un listado de políticas económicas consideradas durante los años 90's por los organismos financieros internacionales económicos y centros económicos con sede en Washington D.C. ,Estados Unidos, (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial), el Congreso de los EEUU, la Reserva Federal, los altos cargos de la Administración, y los institutos de más o menos expertos (think tanks) )como el mejor programa económico que los países latinoamericanos debían aplicar para impulsar el crecimiento). a las que consideran responsables de los problemas sociales de años posteriores a su aplicación, poniendo como ejemplo la crisis argentina del 2001.
En la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, el término ha sido crecientemente usado con carácter peyorativo.
No se puede hablar de una definición universalmente aceptada, uniforme en el espacio y constante en el tiempo como es también usual con las diferentes acepciones del término liberal, sino sólo de usos del término neoliberalismo en diferentes contextos.
Países de América latina con políticas neoliberales
Entre 1980 y 2010, en varios países llegaron al gobierno diversos políticos y dirigentes favorables a programas económicos neoliberales, la siguiente lista, incluye algunos de los presidentes y/o gobernadores que aplicaron, en distinto nivel y efectividad, varias políticas descritas como neoliberales:
▪ Argentina: Carlos Menem y Fernando de la Rúa
▪ Bolivia: Gonzalo Sánchez de Lozada
▪ Brasil: Fernando Collor de Mello y Fernando Henrique Cardoso
▪ Chile: Augusto Pinochet, Patricio Aylwin, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera
▪ Colombia: César Gaviria y Álvaro Uribe Vélez
▪ Paraguay: Juan Carlos Wasmosy
▪ Perú: Alberto Fujimori
▪ Uruguay: Luis Alberto Lacalle y Julio María Sanguinetti
▪ Venezuela: Carlos Andrés Pérez
Política, economía y sociedad en América Latina entre 1985-2011
Las medidas conocidas como neoliberales ponen el crecimiento económico como razón de ser de la economía. Y a pesar que éstas han tenido también aportes positivos, como la contribución de los mecanismos de mercado para elevar la oferta de bienes de mejor calidad y precios, la reducción de la inflación en todo el continente, el quitar a los Gobiernos tareas que no les competen para darles oportunidad de dedicarse, si quieren, al bien común, la conciencia generalizada de austeridad fiscal que utiliza mejor los recursos públicos, y el avance de las relaciones comerciales entre nuestras naciones, queremos sobre todo hacer hincapié en que, por otro lado han traído consecuencias reales desfavorables y que las medidas tomadas no han podido frenar.
En el último periodo del siglo pasado América Latina fue avasallada por el neoliberalismo. Las dos últimas décadas para América Latina fueron de estagnación1, retroceso, en algunos casos, de crecimiento mediocre. Internamente la desigualdad aumento en las sociedades entre el inicio de los años noventa y comienzos del 2000 destacándose por un proceso de polarización social radical.
En Chile sus trabajadores experimentaron la seguridad social privatizada, su aislacionismo con relación a América Latina que lo coloca en la dependencia casi exclusiva del mercado de EE.UU., Chile retrocedió en términos de división social del trabajo.
Las economías paraguayas y uruguayas sufren los efectos del retroceso argentino y del neoliberalismo brasileño y el MERCOSUR no han sido suficiente, en el estado en que se encuentra, para devolverles su dinamismo.
Colombia se transformo en una tragedia, cuyas características todas conocemos, y estas en vías de transformarse en un no Estado y en una no nación.
Venezuela sufrió la más desenfrenada corrupción bajo el partido más socialdemócrata que el continente conoció y viene experimentando cotidianamente todas las tentativas de desestabilización de su revolución bolivariana.
Lo que esta breve enumeración describe es la erosión de las instituciones democráticas y republicanas por parte del neoliberalismo de guerra abierta del capital contra la posibilidad de la acción política, el capitalismo en la periferia esta revelándose como totalmente incompatible con la democracia.
La respuesta de las fuerzas políticas que asumieron el poder estatal post dictadura fue acelerar el paso para completar el trabajo de la financiación, intentando insertar a los diversos países, se eliminaron las protecciones aduaneras en nombre de los beneficios del libre comercio, se privatizaron las empresas estatales que se habían constituido en pilares de la industrialización desde los años cincuenta, se desregularon por diversas formas de mercados de trabajo estructurados en un precario Estado de Bienestar.
Argentina privatizo todo y estableció una dolarización que acabo por eliminar todas las protecciones no aduaneras y llego al límite de inscribir como letra de ley la paridad entre el peso y el dólar. Brasil, bajo el doble mandato de Fernando Cardoso privatizo el poderoso parque industrial estatal en una transferencia de propiedad que avalo las estructuras de poder y las relaciones entre las clases y de estas con la política.
Bolivia experimentó espasmos tan violentos que ni siquiera la ciencia social más cautelosa se arriesga a hacer previsiones.
El neoliberalismo en Bolivia
El gobierno está en un problema que nuevamente le generará una implosión, pues fruto de las demandas de la COB asumió el compromiso de derogar el Decreto Supremo Nº 21060, que dio cobertura legal para la aplicación de las políticas neoliberales desde 1985.
Se anuncia que para el primero de mayo, día del trabajo, se dictará un conjunto de normas que derogaran dicho decreto. ¿Cuál es el verdadero problema?
El modelo del MAS es neoliberal, pero no privatizador como lo fue en la mayoría de los gobiernos de derecha, sino es un modelo neoliberal rentistas, con sus complementos prebendal y populista.
La negación del neoliberalismo llevaría al gobierno a desarrollar la producción agropecuaria, la industrialización de la minería y del petróleo. Los tres aspectos mencionados conllevan un gran esfuerzo, que en las actuales condiciones humanas e ideológicas, es imposible hoy en Bolivia. En primer lugar, invertir en la agropecuaria con la presencia de un gran sector latifundista, agroindustrial y ganadero, significaría tener que disputarle la tierra a dicha oligarquía, situación a la cual el MÁS renunció. Como prueba de ello léase la nueva Constitución Política del Estado relativa a la protección constitucional del latifundio.
Invertir en la minería y contraponerse a la tendencia histórica del saqueo es un gran desafío para el Estado Plurinacional, desafío que no lo va a asumir. Por ello, ha buscado aliados transnacionales, como en el proyecto del Mutún donde la empresa Hindú Jindal es el socio del Estado. Por eso, tampoco no toca nada a las empresas mineras grandes como San Cristóbal que se lleva al año más de mil millones de dólares y paga de impuesto cerca de 35 millones anuales. En el caso del Litio, se ha visto a Evo Morales buscando socios en todo el mundo para este emprendimiento, donde seguramente lleguemos a exportar sólo materias primas, mientras la tecnología y la transformación en baterías y otros productos será obra de empresas de otros países.
Entonces, invertir en la agricultura tradicional, campesina, aparece poco atractiva para el Estado, ya que no se obtendría una renta significativa para sus políticas prebendales y populistas.
Este es el cuadro general, estructural, que explica porque el gobierno del MAS nunca saldrá del rentismo y menos del neoliberalismo.
Pero vayamos un poquito más y expliquemos en qué consiste el modelo neoliberal que Evo se ha comprometido en “desmontar”:
El precio en el mercado es definido por la libre oferta y demanda. Hasta ahora el gobierno no fija precios de nada, ni siquiera del transporte público, entonces
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