Neoliberalismo Y Su Impacto En America Latina

Neoliberalismo y su impacto en el

Trabajo Social.

La experiencia de América Latina

Freddy Esquivel C.

Desarrollando algunos de los planteamientos del discurso neoliberal como lo son el protagonismo absoluto del mercado, el libre juego de las fuerzas del mercado, y la dispensabilidad del Estado dentro de las sociedad, así como la repercusión en las políticas sociales en este escenario, es que se permite discutir el papel del profesional en Trabajo social donde aún persiste el debate de identidad y especificidad de dicha profesión, de la misma forma se incluye la discusión del tema de la formación profesional , elemento fundamental para el desenvolvimiento de los y las trabajadoras sociales, en los diferentes escenarios históricos, siendo para nuestro interés en este caso el neoliberalismo. Se concibe entonces la necesidad de ilustrar la situación laboral y los nuevos espacios de intervención, que se encuentran en la actualidad. Ante esta coyuntura latinoamericana, no pueden escapar las organizaciones que giran en torno a la profesión.

El argumento neoclásico como también se le conoce, plantea la existencia de una armonía, que se puede vincular con un silencioso genocidio, donde el Mercado, es capaz de eliminar a todas las personas que no tengan la “capacidad” o “iniciativa”, para sobrevivir (Sanchéz, 92: 14).

Hoy se habla de una Globalización, es entonces importante destacar que esta es una Globalización con Neoliberalismo, esto viene a reflejarnos la guerra entre capitales por la conquista de los mercados y una nueva repartición del mundo como en la época de la colonia, con consecuencias tales como la pérdida de soberanía de las naciones, la agresión cultural, donde lo autóctono debe eliminarse, por la cultura dominante, las repercusiones sociales se dibujan fácilmente con el hambre, la violencia, la pobreza y la explotación del medio ambiente.

El recital neoliberal, nos recuerda que solo lo que es contable o monetarizable es riqueza.

Entonces la integración del mercado a nivel planetario, y la absolutización de éste, como alternativa generada por los espacios de las Inversiones Directas

Extranjeras en América Latina, fomentan que nuestros países se mercantilicen en todos los aspectos. Por otro lado se propicia el libre juego de las fuerzas del mercado sin interferencia alguna, en un régimen de plena competencia, ilustrado por la frase: “Tanto Mercado como sea posible, Tanto Estado como sea inevitable” Donde el libre juego de las fuerzas del mercado, permite una Guerra Mundial de la Economía, lo anterior con la aplicación de la estrategia de acción que se presenta con los bloques económicos mundiales; un factor que propicia esta situación es la apertura de mercados latinoamericanos.

Los mecanismos de control monetario y los condicionamientos impuestos a los países periféricos a partir de la deuda externa, significaron una clara supeditación indirecta de las naciones latinoamericanas al capital transnacional, perdiendo entonces su capacidad de autodeterminación.

Puede demostrarse lo anterior con las cifras de inversión de las potencias mundiales en los países de América Latina, en 1988 se invirtieron en el continente 8.792 mil millones de dólares, y en 1994 aumento a 24.442 millones de dólares

(IRELA, 96: 107). Siendo estas inversiones mayoritariamente de Estados Unidos y Europa.

Así también, se presenta como mayor inversionista a Estados Unidos, hacía países como Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Honduras,

México, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela

Durante la mayor parte del Siglo XlX, la intervención del Estado era muy limitada, y el Mercado no dominaba aún tantos aspectos de la vida cotidiana, y con ello las relaciones sociales no estaban tan impregnadas por el Mercado y su consecuente individualismo. La solidaridad y la ayuda mutua originarios de economías no tan mercantiles, coexistían a la par del mercado. (Dierckxsens, 97:57)

La integración del Mercado a nivel planetario, y la absolutización del mismo como única alternativa, auspiciada por los espacios de Inversiones Directas Extranjeras en nuestro continente, acentúa, que la sociedad civil se regule por las relaciones de mercado.

Años atrás se podía analizar la colonización o usurpación de las naciones, por medio de rasgos extraeconómicos, así como la toma de sus territorios, hoy la estrategia ha variado, se ataca entre otras cosas la economía como médula de su soberanía, y se exige la reducción del aparato estatal, así también las inversiones extranjeras y las transnacionales, apuntan a desvirtualizar, todo intento nacional de inversión, industria y comercio. El sacar al Estado Nacional del juego económico, es esencial, a razón de poner los activos de los países en manos privadas. No es novedoso que se pretenda eliminar todo mecanismo de defensa de lo nacional. En América Latina, el proceso de acumulación experimenta rápidos y significativos cambios, se constituye la puesta en práctica de un modelo de desarrollo denominado “Ajuste Estructural”, que facilita la transformación del aparato estatal y su intervención en las economías nacionales y en el campo social. Sin embargo se retira al Estado de su participación en actividades que tienen que ver con el carácter amplio de la política social (Vega,96:6).

El mercado total, se presenta entonces como única alternativa eficiente, fomentando la privatización en general y con arduo interés en el campo social. La deuda pública sirve de argumento para demostrar la ineficacia del Estado, de igual manera el poderío de las transnacionales aumenta al tiempo que la intervención estatal disminuye.

Por último entonces la solidaridad institucional y la seguridad social con la intervención del Estado se debilitan y cada vez más se regularizan las relaciones a por medio del Mercado.

En el campo de lo social, el neoliberalismo establece el debilitamiento de los programas sociales, esto mediante las estrategias de la focalización y la compensación, así como transferir al sector privado funciones sustantivas que el Estado había tenido en campos como la educación, la salud, la recreación, la vivienda y la alimentación entre otros, para lograr en parte la reducción del aparato estatal, del presupuesto y generar respuestas de corte individual.

La crisis y las políticas de ajuste estructural, provocan importantes modificaciones tanto en la gestión de la economía como en el tratamiento de lo social. La focalización

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