PAPEL DEL DOCENTE MEDIADOR

EL PAPEL DEL DOCENTE MEDIADOR

Los cambios que se producen en la sociedad y que determinan el desplazamiento del modelo tradicional de enseñanza, generan la necesidad de redefinir el papel del profesor, podemos conocer la teoría de lo que se supone debemos realizar para desarrollar el proceso cognitivo en nuestros alumnos, pero implementar nuevas estrategias que motiven el desarrollo armónico de los aprendizajes; conlleva una responsabilidad compartida entre docentes y alumnos. El primero motivando el cambio y el segundo haciendo el cambio.

Dentro de las teorías que hacemos mención, es importante resaltar lo descrito por Vygotsky quien considera que la mente no aprende de manera directa un saber, un concepto, un procedimiento, etc. del mundo exterior; para que se dé ese aprendizaje se necesita una mediación simbólica, interna y social.

En las escuelas telesecundarias, al ser un subsistema de educación con características muy distintas a las de escuelas secundarias generales o técnicas; el docente adquiere un papel fundamental; ya que tiene la responsabilidad de impartir todas las asignaturas; por ello lo que debemos hacer es conocer a nuestros alumnos, desde algo tan sencillo y a lo vez complejo como el aprendernos sus nombres, conocer su contexto; asimismo, se debe hacer un diagnóstico para reconocer en ellos sus fortalezas, y las debilidades encontradas convertirlas en oportunidades de aprendizaje; con acciones correctamente planificadas y enfocadas a tal fin.

Para ello es necesario hacer un autoanálisis acerca de nuestra práctica pedagógica, qué tipo de vínculos afectivos propiciamos en el aula, qué tipo de comunicación establecemos con nuestros estudiantes; debemos preocuparnos por las circunstancias que viven en su familias y por qué no decir qué preocupaciones cargan hasta llegar al aula; tal vez ahí estén los motivos por lo que determinados alumnos se muestren apáticos, ausentes, o denoten actitudes rebeldes, decirlo es fácil, pero lograr que el alumno confíe en nosotros; sus maestros, no es tan sencillo y requiere esa paciencia que a veces se agota, requiere de esa prudencia para saber distinguir el momento oportuno y obtener su confianza, mejorando con ello la mediación pedagógica.

Para no continuar obteniendo resultados caóticos en nuestros alumnos, mismos que cada día pesan más en nuestro papel como docentes requiere un cambio de estrategias, debemos enfocar nuestra atención en los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje, y aquellos que sobresalgan asignarlos como “mediadores” o tutores de sus pares; de tal forma que nadie en el grupo se sienta “abandonado en la clase” y evitar con ello el rezago.

Igualmente importante es ser docentes innovadores, implementar estrategias para atender a nuestros alumnos, desplazarnos hacia ellos y por ellos, con todas esas herramientas que permitan construir aprendizajes duraderos, pero sobre todo con sentido para nuestros alumnos. Estar siempre atentos para escuchar las participaciones, aunque no sean atinadas, y no ridiculizarlos, sino orientarlos, ser afable con ellos, y si la participación fue acertada reconocerlo ante sus compañeros…eso es fomentar la autoestima, genera empatía, es crear magia en una clase, y se gana el afecto de los alumnos.

En consecuencia debemos conocer los programas de estudio, realizar nuestras planificaciones en base a los aprendizajes esperados, pero centrándonos en los intereses de nuestros alumnos, y crear situaciones problemas; donde se ponga en juego los conocimientos previos de los estudiantes y las estrategias sean encaminada más al desarrollo del aprendizaje, que al de la enseñanza; requiere convertirnos en diseñadores de ambientes de aprendizaje, donde nuestros estudiantes colaboren en forma activa en la construcción de sus concepciones, atendiendo

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