Pato Donald

PARA LEER AL PATO DONALD

0. Prólogo para patólogos.

Desvela que el libro que a continuación vamos a leer, trato sobre el troceo de la comunicación para hacerla más efectiva, sin miedo a desnudar ésta.

Para realizar este informe, se han unido dos investigadores de distintos campos, y lo han realizado conjuntamente, complementándose uno al otro, sin contraponer ideas.

0.1. Introducción: Instrucciones para llegar a general del Club Disnéylandia.

Disney se ha convertido, con su venta de imagen que actualmente inunda todos los hogares de muchos lugares del mundo, en el símbolo de la caída de las fronteras entre los países; ya que, para pertenecer a la gran familia Disney, no importan los idiomas, ni los colores. Tanto es así que se nos olvida que es una fábrica.

El fenómeno es tal que, Mickey supera en popularidad al héroe nacional del momento, las películas para educar sobre la sexualidad las protagonizan estos personajes, Disney sería nombrado Premio Nobel de la Paz… Por eso, cualquier ofensa o crítica a Disney o a su creador (Walt Disney) provoca un oleaje de defensores que pretenden que este dulce mundo no se quiebre y no sea manchado.

Cuando un periodista anunció que Walt Disney sería destituido de Chile se dijeron cosas como “los niños y los mayores tendremos que leer nuestra cruda realidad para entretenernos”, “Disney conseguía hacernos ver que había un lado positivo”, “los personajes se identificaban con personajes de la vida cotidiana”, “los niños aprenden con los personajes de animales que Disney muestra, igual que con las fábulas”.

Se defiende también, que la literatura infantil debe de estar libre de políticas, ya que si no, se pervertirá ese mundo donde reinaba la felicidad; y los animales también están libres de la política y de ese mundo contaminado, por eso el niño aprende el buen camino a manos de los personajes animales.

Por eso, cualquier crítica u ofensa para Disney, traerá consigo una crítica hacía esa crítica. Por ello, los autores de este libro, ofrecen unas pautas para sus contrincantes a la hora de criticar a los oponentes a Disney.

INSTRUCCIONES PARA SER EXPULSADDO DEL CLUB DISNEYLANDIA…

Los autores de este libro serán descritos como antipatrióticos, inmorales, agitadores políticos, amargados, cultivadores del marxismo-ficción… Mientras que el mundo de Walt Disney es internacional y representa la mejor cara de cada país, puro, no tiene intereses políticos, nos hace reír y es emotivo e instantáneo, va en contra de la explotación del hombre y adelanta la sociedad sin clases del futuro…

…PERO MÁS QUE NADA, PARA EXPULSAR A ALQUIEN DEL CLUB DISNEYLANDIA, ACUSARLO (REITERADAMENTE) DE QUERER LAVAR EL CEREBRO DE LOS NIÑOS CON LA DOCTRINA DEL GRIS REALISMO SOCIALISTA, IMPUESTA POR COMISARIOS.

Cuando una persona pone en duda el derecho de los niños a consumir una literatura suya, que los entiende. Pero, el género literario infantil, es ejecutado por adultos mediante lo que ellos piensan que debe ser un niño; o sea, los adultos vuelcan en esta narrativa sus sueños y su autosatisfacción para que se cumplan en los niños, a modo de esperanza.

Los niños se han acostumbrados a vivir con esta literatura que sus padres quieren que lean, y así los niños se forman su mundo imaginario a su imagen; es un círculo vicioso.

Los padres vuelcan sus esperanzas de que mañana todo sea igual o mejor en sus hijos y sus vivencias traumáticas para que sus hijos no comentan esos errores, y así, los hijos se hacen idénticos a sus padres; el porvenir (los hijos) son el presente pero retransmiten el pasado (los padres).

¡LA IMAGINACIÓN AL PODER!

El padre no debe intervenir en el mundo de fantasía del hijo, ya que así, evita sus reacciones y además consigue el poder y la omnipresencia. El padre se convierte en el tío que le regala revistas, y la literatura sustituye la figura paterna.

El hijo empieza a realizar similitudes de su propia vida con la de los personajes, en este caso el pato Donald, y vive sus problemas y los asemeja con los suyos para buscar soluciones.

1. Tío, cómprame un profiláctico…

Lo más llamativo de las historias Disney entre sus personajes, es que no hay una relación entre las hembras y los machos, o sea, todo está separado entre las parejas como Donald y Daisy o Mickey y Minie; todos los personajes son solteros. Esto es así, por el intento de conservación de la inocencia, la castidad y la reserva.

Por otro lado, también está la ausencia de padres y madres de todos los personajillos que acompañan a los importantes: los sobrinos de Donald y Mickey, las sobrinas de Daisy y Minie… Esto lo hacen para simular también su pureza biológica; se consiguen borrar su origen biológico y llevar a ello a una inmortalidad del personaje. Además, los tíos podrás ser siempre sustituidos por los sobrinos, ya que, al no ser su padre, es un acto indoloro, no hay acto de traición.

Dentro de esto, nadie ama a nadie; no se ve ninguna muestra de afecto entre los personajes, simplemente, si alguno de los personajes se encuentra en una situación difícil emocionalmente, hay un sentimiento de lastima.

La motivación de este mundo excluye al amor, dejando como afecto principal el poder y la riqueza; es el caso del Mc Pato, tío rico de los sobrinos de Donald. Con esto, Disney utiliza el “fondo natural” de los niños (su confianza ilimitada, la capacidad de amar sin reservas, la alegría sin intereses…) para inculcarles la “ley de la selva”; la crueldad, el chantaje, el aprovechamiento de las debilidades ajenas…

La sociedad de este mundo fantástico se organiza jerárquicamente, o sea, siempre hay represores y los reprimidos, es una sociedad con relaciones verticales de poder. Los represores siempre ejercen amenazas, un dominio económico… a los reprimidos que son sumisos y aceptan con respeto, humildad y sin queja ninguna los mandatos de los superiores.

Los personajes reprimidos siempre andan quejándose de las órdenes pero no hay ningún síntoma de desobedecimiento o de rebelión. Pero este fenómeno de sumisión es aceptado porque “como no han nacido, no pueden crecer”, por lo tanto, no avanzaran por la vía biológica.

Así, este mundo (y con la relación tíos-primos) puede crecer; basta con que el guionista lo piense, para que “nazca” otro personaje, sin la necesidad de inseminación. Esto le da a Disney, el poder total de su creación.

Otra anotación de este mundo jerárquico es que no puede

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