Presentación

Eficiencia, menor riesgo y bajo costo son algunos beneficios para las compañías que usan herramientas tecnológicas en su operación financiera.

La banca colombiana está en el mismo nivel que los estándares internacionales de servicios tecnológicos que requieren las empresas a la hora de realizar pagos, recaudos y cobranza en línea, con altos niveles de seguridad, oportunidad, eficiencia y bajo costo.

A través de los servicios transaccionales o banca electrónica, el sistema financiero que opera en el país dispone de herramientas tecnológicas y redes para grandes, pequeñas y medianas empresas, que requieren soluciones ágiles a sus necesidades de pagos y recaudos en las oficinas o en los canales alternos como Internet, corresponsales no bancarios, cajeros automáticos y banca móvil, entre otros.

Con conexiones de alta tecnología, la banca electrónica ha logrado integrar redes para facilitarles a las empresas el manejo de su cartera, la monetización de sus ventas con tarjeta (adquirencia), traslados de dinero y efectuar pagos de nómina, pensiones, seguridad social y hasta transporte de efectivo, a través de un circuito completo que incluye, además, el servicio de asesoría para identificar las necesidades individuales de las grandes empresas.

Expertos del sistema financiero afirman que los avances logrados en el desarrollo de la banca electrónica han mejorado la operación de las compañías, reduciendo la manipulación de los procesos financieros y eliminando los riegos generados por los desplazamientos de personal con dinero efectivo tanto de la empresa como de los bancos.

PYMES, APENAS DESPEGAN

Aunque las Pymes disponen de paquetes de servicios transaccionales adaptados a sus requerimientos, este sector de la producción mantiene un rezago significativo en el uso de la banca electrónica, incurriendo en sobrecostos generados por la elaboración de cheques, manejo de efectivo, pagos individuales y uso de sistemas de recaudo ineficientes.

Sin embargo, las estadísticas de la Superintendencia Financiera indican que cada vez hay mayor uso de operaciones electrónicas corporativas adoptadas por pequeñas y medianas empresas.

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Aunque el mercado local tiene buenas perspectivas para el futuro, está relegado frente a otros países de la región. Falta aumentar el acceso y los servicios financieros ofrecidos por internet.

El acelerado aumento en la penetración de internet y teléfonos celulares contrasta con el estado actual de la banca virtual en el país. Aunque existen iniciativas interesantes, Colombia aún está lejos de alcanzar los niveles de uso y acceso a servicios financieros por internet que tienen otros países de la región.

Así lo demuestra el cruce entre las cifras de bancarización, acceso y servicios prestados, que, aunque arroja perspectivas de futuro positivas, resalta la necesidad de trabajar en el tema.

El e-banking puede definirse como una estrategia en la que se usa internet como canal para ofrecer servicios financieros, como consulta de saldo; solicitud, aprobación y desembolso de créditos; apertura de cuentas, entre otros.

Entre sus ventajas se destacan: aumenta los índices de bancarización, disminuye el uso de efectivo y mejora el servicio a los usuarios, extendiéndolo al lugar donde se encuentren.

“En Chile, es posible que cualquier persona natural compre acciones por medio de banca electrónica, mientras en Colombia el servicio solo está disponible en instituciones más especializadas, como corredores de bolsa.

Nos falta madurar bastante para ser un referente en la región en este tema”, señala Juan Mario Camacho, gerente responsable de banca para Everis.

“En mi opinión, los bancos aún deben trabajar mucho en ordenar la casa para ofrecer este tipo de servicios”, agrega Camacho, refiriéndose a la infraestructura y arquitectura empresarial que se requiere.

Y es que, aunque actualmente, internet tiene el reinado como el canal donde más transacciones no monetarias se realizan (74,2 por ciento de

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