Primera parte del Quijote

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….pág 2

CAPÍTULOS ESCOGIDOS………………………………………………………………….pág 3

HISTORIA DE LAS LECTURAS DEL QUIJOTE………………………………………………pàg 3

¿SENTIDO DE LA OBRA?………………………………………………………………….pág 4

TEMAS AL MARGEN DE LA CRÍTICA DE LAS NOV.

DE CABALLERÍAS Y TEORÍA UNAMUNIANA……………………………………………...pág 5

SÍNTESIS DE LAS INTERPRETACIONES..………………………………………………….pág 6

CONCLUSIONES………………………………………………………………………….pág 7

INTRODUCCIÓN

Según Miguel de Unamuno el Quijote no es de Cervantes sino de quien lo lea y lo sienta porque Cervantes retrató en Don Quijote y Sancho el alma y el cuerpo de la humanidad. Asimismo nos indica que una primera aproximación puede ser difícil, pero a partir del segundo encuentro, la experiencia resulta entrañable. Por ello, en el presente trabajo trataremos de encontrar el sentido de la primera parte del Quijote. Dicha obra fue publicada con el título de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a comienzos de 1605. En ella, Alonso Quijano, lector devoto de libros de caballerías, convierte ese pasatiempo en una obsesión y acaba cayendo en la locura. Su juicio, debilitado por la lectura a deshora de tantas historias heroicas y gloriosas, lo induce a creer que lo que sucede en los libros de caballerías no es invención.  Asimismo, Quijano decide convertirse él mismo en caballero andante e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras, para ayudar a los necesitados, ponerse en riesgo y realizar hazañas que le permitan alcanzar fama eterna.

De esta manera, las primeras aventuras que suceden a don Quijote y Sancho reformulan de manera cómica muchas situaciones características de los libros de caballerías. El esquema de esos episodios es parecido: Cervantes pone en contraste la realidad cotidiana con aquello que la imaginación enfebrecida del hidalgo cree ver, con consecuencias casi siempre dolorosas para los protagonistas (y divertidas para los lectores).

Bajo este pretexto, introducir el trabajo en cuestión pues, como hemos mencionado al principio, una  primera aproximación puede ser difícil, ya que, el sentido de dicha obra siempre ha sido cuestionado. El sentido explícito de la obra es “poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías”, no obstante, se han llegado a considerar muchos más. Por ello, trataremos de explicarlos mediante dos capítulos de  El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha debido a que será mucho más sencillo ver el gran abanico de interpretaciones que se le puede dar a la primera parte de la obra.

CAPÍTULOS ESCOGIDOS

Para profundizar en busca de dicha cuestionada significación, utilizaré dos capítulos.

• El primero se trata del número XIV y cuenta una historia intercalada, la de Marcela y Grisóstomo.
• El segundo se trata del número XXII y cuenta la historia de los galeotes.

La elección se debe a que son dos capítulos discontinuos en los que se pueden reflexionar sobre los distintos sentidos que desempeña la obra. Además, ambos poseen cierta relevancia por el hecho de que, al intentar estar a la altura de una realidad un tanto cuestionable, crean un mundo capaz de asumir tanto la mirada real como la visión deformadora de don Quijote. En el caso de la historia de Marcela confluye la mirada patriarcal de los pastores con la feminista de don Quijote y, en el de los galeotes la ilícita con la “justa”.

Por lo tanto, ambos capítulos servirán como modelos para comprender la primera parte del Quijote pues, mediante ellos, trataremos de analizar en los siguientes apartados algunas de las interpretaciones que se han elaborado.

HISTORIA DE LAS LECTURAS DEL QUIJOTE

La cambiante historia de la recepción de la novela es el aspecto que cabe abordar en este apartado, ya que, el Quijote es también la historia de sus lecturas, de los modos tan diversos como ha sido entendido y apreciado por generaciones de lectores a lo largo de cuatrocientos quince años.

El Quijote se ha convertido en un clásico y esto ya no se cuestiona, puesto que resulta sorprendente su habilidad para adaptarse a las cambiantes significaciones de cada nueva época.

Los cuatro siglos de vida del Quijote han generado un caudal de lecturas aunque se presente como una historia “tan clara, que no hay cosa que dificultar en ella”^[1], como dijo Cervantes por boca de Sansón Carrasco, tiene al mismo tiempo la virtud de resultar tan compleja como quiera el lector, mostrando nuevas facetas según el ángulo desde el que se la observe. Y es que cada época ha formulado sus propias preguntas y ha buscado sus propias preocupaciones en las páginas de esta novela.

Los contemporáneos de Cervantes destacaron el carácter cómico del Quijote y disfrutaron con una obra que les resultaba sobre todo divertida. El siglo XVII valoró sobre todo la invectiva contra los vicios de la literatura caballeresca y abundó en el sentido moral del libro, como sátira generalizada de todos los vicios. La novela cómica se había convertido en un libro hasta cierto punto grave, que contenía una lección sobre la vida y la literatura.

De esta manera, los románticos destacaron el aspecto dramático de la obra convirtiendo a don Quijote en la encarnación de un héroe condenado al fracaso y las interpretaciones se multiplicaron. Asimismo, encontramos interpretaciones como la desarrollada por la corriente idealista del siglo XIX que convirtió al Quijote en vehículo político, legado de un pasado admirable.

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