Práctica 2: compartiendo la lectura

"Práctica 2: compartiendo la lectura".

Emer García Gerónimo

El problema se basa en la incongruencia presente en el auto concepto del caballero así como falta de consciencia al respecto. La mayor parte del tiempo realiza acciones heroicas con el fin de ser reconocido y jactarse lo que le lleva a desatender a su familia y a sí mismo. Está tan obsesionado de su armadura que con el paso del tiempo siquiera se molesta en quitarla. Una vez que su esposa se harta de tal rutina y la relación disfuncional existente, ella decide advertirle que de continuar viviendo así ella se irá junto a su hijo. A pesar de decidir retirarse la armadura, se encuentra con que está atascada y ello le obliga a procurar ayuda emprendiendo un largo viaje.

Durante el proceso se vuelve inminente el problema generándole de manera  constante sentimientos de enojo, miedo y tristeza originados a partir de pensamientos disfuncionales y creencias limítrofes que se evidencian en su comunicación intrapersonal e interpersonal (barreras). Considero que cuando he dedicado un tiempo mínimo o nulo al ejercicio de introspección he restringido mi bienestar y progreso de tal forma que mi conducta y relaciones se tornan efímeras y hasta dependientes. Yo mismo he vivenciado el encubrimiento y desatención de consideraciones prioritarias para mi vida personal por enfocarme en lo que no lo es, revertir dichos efectos es desafiante pues requiere resiliencia durante el proceso reflexivo. Es así que puedo reestructurar creencias fundamentales y concientizarme de mis pensamientos, su impacto en mis emociones y mejorar mi comunicación.

La armadura oxidada es la identidad ficticia del caballero que se apoderó sutil y progresivamente de la forma de concebir su entorno llevándole a la indiferencia en sus relaciones. Es el recurso que utiliza para ocultar lo más íntimo de sí por temor al rechazo y fracaso. Es su búsqueda insaciable de amor y aceptación externa antepuesta a la propia. En mi vida es el miedo latente y fundamental que secuestra la razón, que alimenta el egocentrismo y deteriora mi amor propio a medida que lo descuido inconscientemente. Es también el encubrimiento a la verdad y el potencial.

El sendero representa el tiempo necesario que requiere dedicar el caballero para emprender su proceso de cambio (hasta ahora desconocido): descubrir la verdad y cómo repercute en su vida para conocerse y amarse a sí mismo. Durante el camino figuran personajes como la ardilla quien lo alimenta y la paloma quien lo guía por la senda. En mi vida el sendero es el tiempo que la misma otorga como una oportunidad para aprovecharle por medio del aprendizaje y la reformación del autoconocimiento. La ardilla representa a mi familia quien cubre necesidades vitales mientras que la paloma a mis amistades o cualquier persona quien desea brindar su consejo y experiencia en mi favor. Todos ellos son la ayuda externa que recibo.

El castillo del silencio es para el caballero la práctica de la introspección y la valentía que requiere para habituarse a utilizar este recurso. Es donde se origina el potencial para fortalecer su consciencia, comprender la realidad, y desarrollar su amor y confianza personal para posteriormente ser empático. De manera muy estrecha posee una similitud en la realidad de mi vida ya que es el principio donde converge la comprensión de mi existencia misma la cual permite identificar el problema elemental: el miedo a la soledad y al sufrimiento. De esta forma posibilita atender  la subestimación e incredulidad de mi propia capacidad para amarme y ser feliz, la  ingratitud hacia las oportunidades y personas, la obstinación para disfrutar toda experiencia del presente y la irresponsabilidad al colocar expectativas en los demás para justificarme o de manera contraria; la deshonestidad e incongruencia de corresponder la expectativa de otros antes que los deseos y metas propias. Finalmente substituir la arrogancia e insensibilidad a fin de valorar a los a los demás.

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