ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Queísmo y exceso de subordinación


Enviado por   •  17 de Agosto de 2013  •  Ensayos  •  3.016 Palabras (13 Páginas)  •  1.941 Visitas

Página 1 de 13

Facultad de Ciencias Económicas

Bachillerato en Administración de Empresas con Énfasis en Gerencia

Curso

Comunicación

Código

EG-10

Exposición

Queísmo y exceso de subordinación

Profesor:

M.A.E Arturo Antonio Quirós Badilla

Estudiante:

Cristina Quesada Coto

Fecha de entrega: 7 de agosto del 2013

II Cuatrimestre 2013

Alajuela, Costa Rica

ÍNDICE

Tabla de contenido

Portada 1

Índice 2

Introducción 3

Marco Teórico 4

Queísmo 5-6

Dequeísmo 7-8

Subordinación 9-10

Reflexión 11-12

Dinámica 13

Bibliografía 14

Conclusión 15

INTRODUCCIÓN

Contrariamente a lo que la mayoría de las personas supone, los casos en los que es imprescindible utilizar la forma "de que" son más numerosos que los que no aceptan su uso; pero aquellos donde es incorrecto son más frecuentes y, sobre todo, más evidentes.

Muchos individuos suelen omitir de manera sistemática el uso del de que para evitar caer en la falla lingüística del dequeísmo, sin advertir que están cayendo en el queísmo.

Por lo anterior, se pretende resolver dudas sobre el uso del Queísmo, Dequeísmo y Exceso de Subordinación, de acuerdo con las normas generales de la lengua castellana, frecuentes del idioma.

MARCO TEÓRICO

Al respecto es importante recabar la definición de los objetos de estudio:

“Se le llama queísmo al error gramatical que consiste en suprimir del texto una preposición antes de la conjunción “que”.”

Evolución histórica: El queísmo es en buena medida un arcaísmo, pues antiguamente estaba generalizada la supresión de de ante que. A partir del siglo XVIII, sobre todo, se empieza a conservar la preposición ante que en aquellas locuciones en las que sí la llevaría cuando no va seguida de que.

En otras lenguas románicas la norma es la supresión de la preposición siendo imposible el encuentro de la preposición de con la conjunción que.

Francés: Je suis convaincu qu'il m'appellera (estoy convencido de que me llamará).

Italiano: Sono sicuro che verrà (estoy seguro de que vendrá).

La Real Academia lo considera un empleo indebido, aunque es una simplificación muy habitual en el lenguaje coloquial tanto en España como en América. Desde el punto de vista normativo, se considera un error diametralmente opuesto al dequeísmo, y a veces se considera una ultracorrección de este fenómeno gramatical.

Para las personas que hablen español como lengua primera, una forma de saber si la opción normativa obliga a utilizar o no la preposición de (u otra), es sustituir toda la oración subordinada por eso: ejemplo: Estoy seguro de (que vienes) -> Estoy seguro de eso. Estoy seguro eso, no tendría sentido. Para quienes aprendan castellano como lengua extranjera hay listas de verbos y de las preposiciones con las que van para memorizar.

“Subordinación, con origen en el latín subordinatĭo, es la sujeción al mando, el dominio o la orden de alguien. La subordinación, por lo tanto, implica una dominación, que puede ser formal o simbólica. Lo habitual es que el subordinado acate el mando por la existencia de una relación jerárquica, aunque la subordinación también se puede aplicar por la fuerza.”

La noción de subordinación también se utiliza en la gramática para nombrar a la relación de dependencia entre dos oraciones o entre dos elementos de categoría gramatical diferente (sustantivo-adjetivo, preposición-régimen, etc.).

Queísmo

Se presenta queísmo cuando se omite una preposición (generalmente de o en) exigida por: un verbo que se construye con un complemento de régimen (darse cuenta de algo, alegrarse de algo…), un sustantivo (no cabe duda de que, con la condición de que, tener ganas de algo…), un adjetivo que lleva un complemento preposicional (estar seguro de algo, estar convencido de algo) o una locución (a pesar de que, a fin de que, en el caso de que).

Usos del "que”

• Cuando la oración principal es completada por un objeto directo.

• En este caso la construcción se continúa diciendo estoy convencido de nuestro triunfo (objeto directo), en donde no es necesaria la utilización del que.

• Queda claro que cuando de no forma parte de la oración principal, tampoco deberá aparecer en la respuesta, ya que, en caso de hacerlo, se caerá inevitablemente en el dequeísmo, como lo demuestra el ejemplo: Pienso que tienes razón. ¿Qué pienso? Pienso que tienes razón. Lo mismo sucede con la pregunta ¿Qué dijo? La respuesta será: dijo que él siempre habla con sinceridad (oración subordinada), o bien, dijo la verdad (objeto indirecto).

Son consideradas incorrectas frases como:

Me alegro que haya venido (Alegrarse de algo).

Confío que me llamará (Confiar en algo).

Tengo ganas que llueva (tener ganas de algo).

Insistió que nos quedáramos a comer (Insistir en algo).

Estoy convencido que me mintió (Estar convencido de algo).

Iré a pesar que llueva (A pesar de eso).

Me arrepiento que haya venido (Arrepentirse de algo).

Me olvidé que tenía que llamarte (Olvidarse de algo).

Es hora que me escuchen (en vez de Es hora de que me escuchen).

Me alegro que te vayas (en vez de Me alegro de que te vayas).

No me di cuenta que habías venido (en vez de No me di cuenta de que habías venido).

Estoy de acuerdo que hay que hacerlo (en vez de Estoy de acuerdo en que hay que hacerlo).

Intentaré convencerte que siempre te amé (en vez de Intentaré convencerte de que siempre te amé).

Estoy segura que esta vez (en vez de Estoy segura de que esta vez).

Antes que pase más tiempo contigo amor (en vez de Antes de que pase más tiempo contigo amor).

Queísmos frecuentes

Suele darse queísmo con los siguientes verbos o locuciones:

Dar la casualidad de que

No caber duda de que

No haber duda de que

Caer en la cuenta de que

Darse cuenta de que

Una manera de determinar si el uso de la preposición es necesario es convirtiendo el enunciado en interrogativo. Si la pregunta debe ir encabezada por la preposición, esta ha de mantenerse en la modalidad enunciativa. Si la pregunta no lleva preposición, tampoco la llevará en la modalidad enunciativa:¿De qué me alegro? (Me alegro DE que…); ¿En qué confío? (Confío EN que…); ¿De qué está seguro? (Está seguro DE que…); ¿Qué opina? (Opina que…).

Los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar en sus acepciones más comunes, pueden construirse de dos formas: con un complemento directo (advertir algo a alguien, avisar algo a alguien, cuidar algo o alguien…) o un complemento de régimen (advertir DE algo a alguien, avisar DE algo a alguien, cuidar DE algo o alguien...) En estos casos la presencia de la preposición de delante de la conjunción que no es obligatoria, pero el hecho de que aparezca o no da lugar a ligeras diferencias semánticas.

Dequeísmo

Es muy común caer en el queísmo debido a que se utiliza por miedo a caer en el dequeísmo que es el caso contrario al mismo.

Usos del "de que"

• Cuando la oración principal es completada por una oración subordinada.

Por ejemplo, la oración estoy convencido de que es verdad: la llamada oración principal es estoy convencido de y la oración subordinada es que es verdad, entonces hay que recordar que cuando la oración principal contiene la palabra de en su pregunta, la respuesta será invariablemente de que.

• Dicho de otra forma, a la pregunta ¿de qué estoy convencido? La respuesta será: estoy convencido de que es verdad.

Ejemplo:

Bolivar se dio cuenta de que Santander lo traicionaba.

De que se dió cuenta Bolívar?

No cabe duda de que Hitler era un loco.

De que no cabe duda acerca de Hitler?

Maturana se dio cuenta de que necesitaba al Pibe en el equipo.

De que se dió cuenta Maturana?

En donde si está mal empleado el de que , se puede verificar con estos ejemplos:

L e grité a Julia de que me esperara

Le aseguró de que había copiado en el examen.

En el caso del uso del de que con los adverbios antes y después, usaremos antes que y después que.

Formas que requieren la presencia de la preposición “de que” y “que”

• Pronombre relativo átono, invariable en género y número que puede referirse a personas o cosas: Presenté un reclamo que me fue rechazado.

• Cuando la preposición encabezada por que está separada del resto de la frase por leves pausas (o comas, en la escritura) la palabra que puede reemplazarse por el cual, la cual. Los socios, que estaban invitados, asistieron al acto, puede expresarse diciendo los socios, los cuales estaban invitados.

• Este pronombre puede cumplir también funciones de complemento de tiempo en donde el uso de la preposición en puede ser optativa. La célebre canción "El día que me quieras" pudo llamarse "El día en que me quieras", y hubiera estado bien.

• No sucede lo mismo cuando el complemento no es de tiempo. Se puede decir el lugar en que trabajo, pero no el lugar que trabajo.

• La palabra que cumple también función de conjunción: quiero que vengas.

• La expresión lo que, contra lo que mucha gente piensa, es correcta en construcciones como: lo que me importa o hagan lo que quieran.

El dequeísmo y el queísmo son solo una parte de los muchos errores que hoy se cometen, tanto en la lengua hablada como en la escrita.

Subordinación

La noción de subordinación también se utiliza en la gramática para nombrar a la relación de dependencia entre dos oraciones o entre dos elementos de categoría gramatical diferente (sustantivo-adjetivo, preposición-régimen, etc.).

La subordinación sintáctica o hipotaxis implica que, entre dos proposiciones, la proposición principal posee mayor jerarquía que la proposición subordinada. Por lo tanto, no son intercambiables sin que se altere el significado de la oración.

La relación de subordinación se forma con el uso de nexos, aunque éstos pueden omitirse a través de la yuxtaposición: “Roberto no pudo jugar porque estaba lesionado” puede escribirse como “Roberto no pudo jugar. Estaba lesionado”.

“Si bebe no conduzca”, “Tengo sueño, así que voy a dormir un rato” y “Esa es la iglesia donde nos casamos” son ejemplos de oraciones cuyas proposiciones mantienen una relación de subordinación.

Oraciones subordinadas

Las oraciones subordinadas son una o más oraciones que se encuentran dentro de otra oración llamada principal y dependen de esta para tener sentido lógico, ya que por sí mismas, no tienen sentido completo.

Las oraciones subordinadas pueden tener diversas funciones:

Sustantivas: Son aquellas en que la oración subordinada es encabezada por un nexo, como que, el que, el hecho de que, así como por pronombres interrogativos como: qué, cuál, quién, o por adverbios interrogativos como: cuánto, cómo, cuándo, dónde; también pueden estar precedidas de un verbo en infinitivo.

Adverbial: Has dos tipos, la circunstancial y la lógica. Las circunstanciales nos pueden indicar tiempo, lugar, modo y comparación; las lógicas nos indican las relaciones que puede tener la oración subordinada con respecto a la oración principal; estas relaciones pueden ser condicionales, causales, consecutivas, concesivas y finales.

Adjetivas: Son las que cumplen una función de adjetivo, especificando o explicando algo sobre la oración principal; también puede tener función Adjetiva sustantiva cuando se refiere directamente a la persona que no se menciona en la oración principal pero que está implícito como sujeto morfológico. Pueden ir precedidas por expresiones como: que, quien o quienes, el cual, la cual, los cuales, las cuales, o cuyo, cuya, cuyos-as.

Las oraciones subordinadas pueden encontrarse al principio, en medio o al final de la oración principal.

Ejemplos de oraciones subordinadas:

La oración principal tiene sentido completo. La subordinada no.

La oración subordinada carece de sentido completo. La principal sí tiene.

Antonieta es muy buena estudiante, tiene buenas calificaciones.

José, a quien te presenté el otro día, dice que le gustas.

Desagradable como siempre, la maestra me gritó cuando llegué tarde.

El día era soleado, nada que ver con la semana pasada.

Caminar, unos veinte minutos diarios, es bueno para la salud.

Necesito descansar después de tanto andar.

Después de presionar una tecla, por arte de magia, la máquina funcionó de nuevo

La pila del teléfono no funciona bien. Dura muy poco.

Mi teléfono no falla, es nuevo.

Un placebo funciona en tanto la persona responda a una idea. carece de sustancia.

Si manejas, no tomes

Iré porque quiero

Las verduras, aunque no te gusten, son muy nutritivas.

Caminamos todo el día. ¿Cómo le hicimos?

Me esforcé mucho, pero no terminé la tarea.

Escribir es muy interesante, pero muy cansado.

Mi automóvil, que fue hecho en Alemania, es muy veloz.

Jorge, a quien tanto despreciaste, ahora es gerente general.

Las bocinas suenan fuerte, me dejaron sordo.

El autobús, lleno de niños, transitaba muy despacio.

Mi teléfono puede leer documentos de texto, además de archivos de música.

REFLEXIÓN

“Por un clavo y el efecto mariposa”

En los años sesenta, el matemático y meteorólogo Edward Lorenz intentaba establecer predicciones climáticas, en base a algunas ecuaciones que realizaba en una computadora.

Como cada vez que repetía el cálculo obtenía el mismo resultado, luego de varias repeticiones Lorenz creyó haber logrado cierta predictibilidad. Dejó por un momento su laboratorio con la computadora funcionando y cuando regresó encontró en la pantalla un resultado totalmente distinto. Revisó una y otra vez los datos incorporados y lo único que descubrió fue una diferencia de tres decimales en una de las variables.

Lorenz se resistía a creer que un minúsculo cambio en una variable entre tantas, pudiera tener un impacto tan profundo en el resultado final. Pero luego de revisar decenas de veces el cálculo, concluyó que esa diferencia decimal era la responsable de la gran diferencia en el resultado. Algunos años más tarde, Lorenz publicó su trabajo bajo el título Predictibilidad: ¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil desatar un tornado en Texas?

Así nació el "efecto mariposa" que establece que una mínima variación de las condiciones iniciales, puede ocasionar una gigantesca transformación en las condiciones finales. Pero el efecto mariposa no es un fenómeno que se compruebe exclusivamente en el ámbito científico...

El 1º de diciembre de 1955, una ciudadana norteamericana de nombre Rosa Parks tomó un transporte público en Montgomery, Alabama, uno de los estados más racistas del país por aquellos años. Como Rosa era una mujer de raza negra, el chofer le ordenó que cediera el asiento a una persona blanca. Ella se negó. El chofer detuvo el vehículo, llamó a la policía y Rosa fue arrestada.

La historia rápidamente se difundió a través de los medios de comunicación y en menos de 48 horas miles de afroamericanos residentes de Montgomery salieron a protestar a las calles y boicotearon el sistema de transporte urbano. A los pocos días del incidente, el líder Martin Luther King Jr. se declaró vocero del boicot y encendió aún más la protesta contra la segregación, que se extendió por casi cuatrocientos días. En 1956, la Corte Suprema declaró inconstitucional la norma de segregación en el transporte público en todo el territorio norteamericano.

El episodio protagonizado por Rosa Parks es un ejemplo claro de cómo una mínima modificación en un punto del sistema (una persona, en una pequeña ciudad) puede desencadenar un gran cambio en todo el sistema (afectando a millones de personas, en cientos de ciudades de toda una nación). La historia registra muchos otros episodios donde una acción pequeña libera tanta -o más- "energía de cambio" que una hazaña heroica.

Muchas veces nos sentimos impotentes ante los sistemas que nos rodean: las organizaciones donde trabajamos, la sociedad que vivimos, la economía de la cual participamos, etc... Esta impotencia nos genera pesimismo y desesperanza, que luego se transforman en apatía e indiferencia. El efecto mariposa nos demuestra que no somos impotentes, por más pequeña que sea nuestra influencia y por más grande que sea el sistema que enfrentamos.

La mínima acción -el aleteo de una mariposa- puede provocar un cambio significativo. Una simple expresión de nuestra opinión, un pequeño cambio de conducta, un ínfimo nuevo hábito, lo que sea... puede detonar una auto organización que genere más cambios locales, los cuales se van sumando y retroalimentando, hasta que el sistema alcanza un punto crítico: un punto de bifurcación donde comienza a romperse el viejo orden y se asoma uno nuevo.

Cuando nos sintamos impotentes para realizar un cambio y nos resignemos a repetir un viejo modelo de conducta, seguir a la mayoría, o perpetuar un dogmatismo, recordemos el efecto mariposa y hagamos como el clavo...

Por culpa de un clavo, se perdió la herradura,

Por culpa de la herradura se perdió el caballo,

Por culpa del caballo, se perdió el jinete,

Por culpa del jinete, se perdió el mensaje,

Por culpa del mensaje, se perdió la batalla,

Por culpa de la batalla, se perdió el Reino.

La única posibilidad para el cambio es creando conciencia.

DINÁMICA

 Se reparte el grupo en 4 partes aproximadamente 4 personas por grupo, los cuáles se definirán como grupo A, grupo B, grupo C y Grupo D.

 Cada grupo tendrá una oración de 4 o 5 palabras, mezcladas.

 Se le solicitará que ordenen las oraciones de forma coherente, y discutan entre ellos, sin se trata de una oración con queísmo, dequeísmo o exceso de subordinación, y que elaboren la forma correcta de la misma eliminando la o las palabras que hacen que la misma sea incorrecta.

 Lo anterior en el menor tiempo posible, para posteriormente pasar al frente mostrando la oración a sus compañeros y explicando el porqué de la decisión.

 El ganador será el grupo que pueda completar de forma correcta la oración en el menor tiempo posible.

 Se les hará entrega a todos por igual de un reconocimiento por participación, propiciando el trabajo en equipo y la igualdad en el grupo.

BIBLIOGRAFÍA

• Real Academia Española, Gramática de la lengua castellana, nueva edición, reformada, Madrid, 1917.

• RAE.es/DRAE (Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española).

• RAE.es/DPD (Diccionario panhispánico de dudas, de la Asociación de Academias de la Lengua Española).

• TeX y tipografía (estilo, tipografía y orto tipografía del español).

• Manual de estilo (en pdf) del diario El País, de España.

• «http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Wikipedia:Manual_de_estilo&oldid=68583531»

• Wikipedia:Manual de estilo, Normas de estilo adoptadas en otras organizaciones

CONCLUSIÓN

Deben respetarse las normas del idioma español contenidas en las obras académicas de la Asociación de Academias de la Lengua Española.

En caso de que alguna duda no pueda resolverse mediante la consulta de dichas obras académicas, se establecerá consenso con fuentes de reconocida autoridad sobre el tema.

Las partes de la oración suelen aparecer en determinado orden más frecuentemente que en otro. Muchas veces, suelen olvidarse y se escriben las partes de la oración en cualquier orden.

La práctica anterior trae incorrecciones como las mencionadas a lo largo del trabajo, que se hace engorrosa para los locutores, e incompresible para el oyente.

Muchas veces buscamos decir demasiado con una sola oración. Por ello el fin de este escrito es velar por la simplicidad de estas estructuras sintácticas como guía para no construir oraciones excesivamente complejas.

...

Descargar como  txt (19.7 Kb)  
Leer 12 páginas más »
txt