RELATO POÉTICO

Estoy cansado porque estoy peleado conmigo, ¿difícil creerlo verdad? Y tan fácil delegarlo. Si de perfección he de presumir es que nunca fallo cuando de quejarme se trata, culpar a mis papas por mis conductas repugnantes y compulsivas, al estado por el país en donde vivo y mi practicada corrupción a la autoridad que la acepta, y a Dios claro, por demostrarme que después de todo no es tan perfecto.  

¿Sabes? Hace poco aprendí que lo verdaderamente caro en este mundo no era lo que estaba al alcance de la ambición del ser humano, sino lo que estaba al alcance de su fe y de su paciencia. Jamás había visto a tantas personas en la pobreza, hoy a la mayoría no le alcanza para la felicidad, no le alcanza para la paz, para la empatía, para el café con un amigo, para invitarla a salir, para leer un libro, para cuestionarse, no le alcanza el tiempo para las imperfecciones, no le alcanza para la vida. En el hoy no hay tiempo. Observo a tantas personas que son ricas para la inmediatez, propuestos a salir de la carrera de la rata cuando no saben que están tan sumergidos en ella. Frustración es la palabra que nos definiría como generación, y a falta de cuestionar la única repuesta es: seguir trabajando más que lo de más. Cuando te olvidas de tu propósito, te paras a las 4:00 de la mañana a trabajar por dinero, llenando ese vacío que sientes en ti de no ser suficiente, sientes una felicidad instantánea, pero muy efímera, por trabajar más que lo demás. ¿Sabes algo? Es imposible sentirte completo, mientras vacíes toda la energía en tu personaje. 

Quieres dar órdenes cuando ni siquiera aceptas recibirlas, quieres alcanzar el éxito cuando no has probado la frustración, quieres ser rico cuando no has aprendido que es vivir con un hoyo en el estómago. Mientras más te propones a ser diferente, más te pareces a los demás. ¿No has pensado que vives llenando tu mascara? Vives en una constante comparación, en donde tú eres el títere de la obra, siguiendo caminos que parecen ser más atractivos que el tuyo, sin llegar a ningún lado, corres más que los demás, sudas más que los demás, descansas menos que los demás, ¡y vaya! Dios y la vida son tan crueles por no darte lo que te mereces. El placer de cuestionar te invita a preguntarte, ¿estas corriendo en la dirección correcta? O talvez es solo que estás cansado de seguir el mismo camino trazado por alguien más, saltando de un lado a otro, buscando respuestas, viviendo en una superficie que no te permite sumergirte en el miedo, en la frustración, en la oscuridad. Porque no te permites quebrarte, vives para el aplauso, ¡hoy no es permitido arder en llamas! Es por eso que carecemos de aves fénix. 

Atrévete a conocerte, quite a tu personaje del reflector, deja de decir que no tienes el tiempo que ni siquiera te has permitido darte. Sé un ser humano valiente, encuentra tu propósito y permite que rebase a tu ser. Si algo puede permanecer eternamente en esta realidad como la conocemos serán nuestros actos, pero no nuestro nombre. ¿De verdad estamos peleando cada mañana por una estatua en nuestro honor? 

Lo difícil es hacer las cosas fáciles. Es complicado y bien aplaudido ser el salmón que nada contra corriente, pero es más difícil soltarse y dejarse llevar por el rio, eso nadie lo aplaude. Fe y paciencia son las palabras que han sido expulsada de nuestro vocabulario. Nunca completaras tu camino, si tomas el de alguien más.  

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