Reseña - La casa de asterion

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La casa de Asterión es una breve historia de fantasía y terror del escritor argentino Jorge Luis Borges, publicada por primera vez por la casa editorial “Los Anales de Buenos Aires” en mayo de 1947.

Idioma original: español

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Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo (24 de Agosto de 1899 – 14 de Junio de 1986), fue un reconocido escritor internacional el cual gano un puesto excepcional en historia de la literatura por sus relatos breves.

Géneros en los que desarrollaba: Poesías, cuentos, ensayos

Cultivó varios géneros, que a menudo fusiono deliberadamente. Aunque las ficciones de Borges recorren el conocimiento humano, en ellas se está casi ausente de condiciones humana de carne y hueso, su mundo narrativo proviene de su biblioteca personal, de su lectura de los libros y a ese mundo literario e intelectual lo equilibran los argumentos bellamente construidos, simétricos, y espectaculares, así como una prosa de aparente desnudez, pero cargada de sentido y de enorme capacidad de sugerencia,  Recurriendo a las inversiones y tergiversaciones de Borges llevo la ficción al rango de fantasía filosófica y degrado la metafísica y la teología a la mera ficción, Los temas y motivos de sus textos son recurrentes y obsesivos: el tiempo (circular, ilusorio e inconcebible), los espejos,  los libros imaginarios, los laberintos o la búsqueda del nombre de los nombres, Lo fantástico en sus ficciones se vincula con una alegoría mental, mediante una imaginación razonada cercana a lo metafísico.

La casa de Asterión fue una obra publicada primero en 1947 en el diario Los anales de Buenos Aires, y luego en 1949 dentro de su obra El Aleph. 

El Aleph considerado por los místicos judíos como la primera letra del alfabeto, fue la única que el pueblo escucho ya que es un símbolo de su voluntad y del universo.

Es otra visión que le da Borges al mito griego del Minotauro. En el Mito griego, se supone que sí es malvado y devora  a los que entran en su  laberinto hasta que lo mata Teseo; Borges plantea el mito como una metáfora, el victimario (el minotauro) es más bien la víctima.

Como dato curioso, Julio Cortázar hizo un relato similar, y el opina que el minotauro es como el poeta.

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Género Literario: Cuento (Narrativo)

1. Es breve.

2. Posee carácter narrativo.

3. Pocos personajes. 

4. Escrito en prosa (párrafos). 

5. Se desarrolla en un solo ambiente (el laberinto)

6. Produce una sensación emotiva y pone en ejercicio la empatía

Estructura y división

“La casa de Asterión” confiere al lector un universo infinito en unas cuantas páginas (2 para ser exactos), un texto donde el laberinto se desdobla desde el personaje y su concepción del universo; el mundo literario que plantea un héroe de índole distinta a la postura clásica, pues como se ha observado, el héroe de la épica griega se caracteriza por ser perfecto acorde con los parámetros humanos; pues por ejemplo, en el caso de Aquiles o Heracles, aparecen dotados de perfección física, aunque sus excesos sean de otra índole, pero coinciden con Asterión en un punto: mueren en el momento preciso

Género “Fantástico” en la obra

Desde el punto de vista de Todorov en torno de la literatura fantástica, el cuento «La casa de Asterión» presenta una estructura inequívoca.

Este cuento coloca al lector ante una serie de hechos o de circunstancias que ese enfrentamiento inicial nos revela como de naturaleza anormal. 

Por ejemplo: se confronta con una "casa" con un número de puertas infinitas, siempre abiertas a los hombres y a los animales; no obstante, en este lugar priva "la quietud y la soledad"; no hay "muebles", y su construcción es única en la tierra, porque lo que los diversos sectores se corresponden muy similarmente. Es claro, por otra parte, que no posee habitaciones, en el sentido tradicional, ni "patios", "aljibes", "abrevaderos" o "pesebres".

En este curioso lugar se encuentra el protagonista, que se siente acusado de "soberbia y tal vez de misantropía, y tal vez de locura". Acusaciones que él califica como "irrisorias". Sabemos, además, que apenas ha "pisado la calle", aunque en alguna ocasión salió brevemente durante el atardecer. Y, regresó antes de la noche, porque lo obligaron las caras de la plebe que le infundieron temor. No menos ocurrió a quienes lo reconocieron. Ante él, oraban, se posternaban, huían, se guarecían, adoptaban posiciones defensivas o se lanzaban al mar.

Como no sabía leer, sus distracciones consistían casi siempre en correr y recorrer las galerías hasta caer al suelo exhausto o mareado. En otros momentos fingía que venía a visitarlo "otro Asterión", al que le mostraba "la casa". Ese vivir rutinario sólo se rompía cada nueve años, cuando invadían su casa nueve hombres que resultaban muertos ante él.

A lo largo de todo el relato, excepto las últimas dos oraciones, se advierte una serie de sucesos insólitos que, si es obvio el desenlace, acentúan su carácter vacilante, ambiguo.

Todo ello parece como si fuera a abocarnos en el terreno de lo fantástico puro

Se observa que un considerable uso de expresiones hiperbólicas anuncian la presencia de lo inusitado, de lo sobrenatural: "puertas (cuyo número infinito) están abiertas día y noche"; "no hay una cerradura"; "El hecho es que soy único"; "nada es comunicable por el arte de la escritura"; "Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar"; "La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo." Y, de esta forma, podrían señalarse otras "exageraciones" que sólo al concluir el relato adquieren su justa y real dimensión.

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