Semana 3 La comunicación
evylennyResumen21 de Abril de 2021
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Lenguaje y comunicación | M.Sc. Carlos Alberto Flores Cruz |
Semana 3 La comunicación |
La comunicación, actualmente, es estudiada desde diversos enfoques por las diferentes disciplinas científicas que existen y buscan la comprensión total de este fenómeno sociocultural. En este sentido, Victoria Ojalvo (s.f., p. 4), aborda a la comunicación desde una perspectiva sociocrítica y explica el lado científico de la comunicación; para ello, se tiene en cuenta su objeto de estudio, referente teórico y metodológico, elementos esenciales para la cientificidad. En las siguientes líneas Victoria Ojalvo presenta las diversas fuentes teóricas que nutren la conceptualización de la comunicación como ciencia "múltiple y dispersa", área científica en pleno desarrollo multi e interdisciplinario; asimismo analiza los variados intentos de definición de su campo de estudio y concluye con una propuesta que se somete a la consideración del lector.
Ojalvo (s.f., p. 4), empieza con la interrogante: ¿Es la comunicación una ciencia?, se interroga por la cotidianeidad del acto de comunicarse constantemente con los demás. Además, se pregunta si ¿es más bien un arte?, como sostienen algunos filósofos; o si se piensa en los medios de información y su enorme desarrollo actual, ¿se hablaría más bien de una tecnología? Estos cuestionamientos, que ella realiza, sobre la importancia de la comunicación en las relaciones interpersonales, la conducen a enfatizar los aspectos psicológicos y emocionales de la comunicación.
Las suposiciones declaradas por Ojalvo (s.f., p. 4), tiene su espacio en la comprensión de los procesos comunicativos, es por esto que la comunicación ha sido calificada como “una ciencia múltiple y dispersa” (Ojalvo, s.f., p. 4) de reciente incorporación al campo científico, aunque poseedora de una larga historia, que se remonta a los momentos en que el ser humano fue consciente de su capacidad de comunicarse con otros.
Ojalvo (s.f., p. 4), asevera que algunos autores ubican el surgimiento de la comunicación como ciencia a partir de los años 30, con el auge de la propaganda en los países capitalistas más desarrollados, sin embargo, pueden encontrarse huellas mucho más remotas, en la filosofía griega de la antigüedad: en su Oratoria, Aristóteles define los elementos que permiten construir un discurso persuasivo, mientras que en la Retórica, se caracterizan los medios para lograr el fin deseado a través de la palabra. A estos medios el filósofo los llamó: ethos, pathos y logos, haciendo referencia a lo que actualmente sería la credibilidad del comunicador, el establecimiento de premisas emocionales y la disposición de los argumentos lógicos del mensaje. Además, sostiene que en el pasado más reciente encontramos un valioso aporte a la comprensión científica de la comunicación en los trabajos de C. Marx, quién señaló por vez primera, la doble acepción del concepto, en los planos material y espiritual, enfatizando así los estrechos vínculos entre las relaciones sociales y las interpersonales, dando lugar a un desarrollo conceptual propio de la psicología de orientación marxista que se examinará más adelante.
Ojalvo manifiesta que la conformación del cuerpo teórico y metodológico de la comunicación ha contribuido tanto a filósofos, teólogos, psicólogos, antropólogos, sociólogos, como matemáticos, físicos y cibernéticos, los cuales, analizando desde ópticas propias sus diferentes aspectos, han enriquecido su aparato conceptual, contribuyendo a dotarlo de gran complejidad y diversidad. Es así que pueden distinguirse tres fuentes fundamentales en el surgimiento de la ciencia de la comunicación:
- teorías sistémico – matemáticas.
- teorías antropológicas y lingüísticas.
- teorías psicológicas y sociopsicológicas.
La autora examina brevemente los principales aportes de estas fuentes:
- Teorías sistémico-matemáticas de la comunicación.
Estas teorías identifican el concepto de comunicación con el de información y su medición técnica. En 1928 Hartley introdujo el término en el mundo científico, al crear una medida de la capacidad relativa de transmisión de información de los sistemas eléctricos. Sobre esta base, Shannon y sus colaboradores elaboraron una teoría que aplicaba nociones matemáticas para explicar la transmisión de información, con el objetivo de buscar soluciones a problemas de calidad de las telecomunicaciones. De esta forma surge la Teoría de la información, cuyos principales objetos de estudio son: la cantidad de información a transmitir, la capacidad del canal de comunicación, el proceso de transformación del mensaje en señal y su inversión, de señal a mensaje (codificación y decodificación), los efectos del ruido o de interferencias en la transmisión.
La teoría de la información ha ejercido una enorme influencia en la conceptualización de la comunicación, introduciendo una terminología particular en este campo, que aún está vigente, tal como sintonía, ruido, frecuencias, etc. así como proporcionando una identificación tácita entre comunicación y transmisión de información, que es todavía dominante en la definición de los procesos comunicacionales. A pesar de sus aportes, la teoría de la información responde a un modelo puramente técnico, telegráfico, sin la menor referencia al significado del mensaje ni a las relaciones sociales e interpersonales que caracterizan a la comunicación humana, haciendo abstracción de los intereses de los comunicantes. Por estas razones es fuertemente criticada actualmente, pues... “no ha cumplido la expectativa de proporcionar una mayor comprensión de la comunicación” (Ojalvo, s.f., p. 5). Esta teoría estudia las condiciones técnicas en las cuales la comunicación ocurre, pero no los problemas derivados de los contenidos de la misma.
Sin embargo, dentro de estos límites, ha sido útil en diversos campos, incluido el educacional, ya que se interesa por la cantidad de información a asimilar por el alumno y la capacidad de transmisión de los canales empleados, concluyéndose que, si la información a transmitir es menor que la capacidad del canal o si se emplean diversos canales para la transmisión de un mensaje, se producirá una alta fidelidad en su recepción.
Otro importante aporte a la conformación de la comunicación como ciencia lo encontramos en la Cibernética. En 1948 Wiener publicó una obra que revolucionó el mundo científico, con el principio del feed-back o retroalimentación por medio del cual, determinados dispositivos controlan y regulan su propio funcionamiento, constituyendo lo que se ha denominado servomecanismos. Este descubrimiento se generalizó rápidamente a diferentes procesos. La importancia de este principio para la comunicación es fundamental, ya que permite el cuestionamiento de la explicación lineal tradicional de ese proceso: todo efecto retroactúa sobre su causa, por lo que es preciso concebir cualquier proceso según un esquema circular. La comunicación no puede entenderse más como una mera transmisión unidireccional de información.
La idea de la retroalimentación juega un decisivo papel en el desarrollo de la Teoría General de los Sistemas, que surge en 1950 con la obra de un biólogo: Bertalanffy. Empieza entonces a reconocerse la naturaleza sistémica de los fenómenos en múltiples campos, no sólo biológicos. La Teoría General de los Sistemas y la Cibernética se integran en lo que actualmente se denomina Sistémica, la cual ha repercutido considerablemente sobre la interpretación de los procesos comunicativos, como reacción crítica a la concepción lineal y simplista derivada de la Teoría de la Información.
Es así que se desarrolla la comprensión de la comunicación como sistema, integrando los principales logros no sólo de la Sistémica, sino de diversas ciencias que van enriqueciendo su modelo teórico haciéndolo cada vez más complejo e interdisciplinario.
Este enfoque resulta mucho más abarcador que el "modelo telegráfico: y ha continuado desarrollándose e integrándose con otras disciplinas científicas. Una variante es la llamada perspectiva etológica de la comunicación" (Ojalvo, s.f., p. 6), cuyo objetivo principal es ensanchar sistemáticamente la perspectiva en el estudio de la comunicación para alcanzar la relación interactiva entre el sistema y su entorno. En este abordaje se entiende por sistema todo conjunto de elementos organizados que actúan unos sobre otros y en el que puede ser definido un comportamiento global; puede tratarse de sistemas inanimados y su relación con el medio físico (roca en relación con el agua, el aire, etc.), o sistemas vivos como la célula, el sistema nervioso, el organismo humano, o la sociedad, según el punto de referencia del que se parta. En los seres vivos tienen lugar interacciones entre unos sistemas y otros, a través de los cuales se producen intercambios materiales (de determinadas sustancias, por ejemplo) o simbólicos (señales, lenguaje, etc.).
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