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Sentido De La Vista


Enviado por   •  6 de Octubre de 2013  •  12.544 Palabras (51 Páginas)  •  422 Visitas

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SENTIDO DE LA VISTA

EL OJO: ÓPTICA DE LA VISIÓN. LA RETINA. FOTOQUÍMICA DE LA VISIÓN. VISIÓN BINOCULAR Y VISION PANORÁMICA. VISIÓN CROMÁTICA. VÍAS VISUALES.

El sentido de la vista es una modalidad sensorial comúnmente involucrada en patología clínica lo que ha permitido que en los últimos años se desarrolle una disciplina de Oftalmología Veterinaria cada vez con mayor interés e importancia clínica.

EL OJO: ÓPTICA DE LA VISIÓN

Los ojos son unos órganos complejos que se desarrollan básicamente como ventanas laterales del cerebro. Cada ojo presenta una capa de receptores, un sistema de lentes para enfocar la imagen sobre estos receptores y un conjunto de terminaciones nerviosas encargadas de transmitir los potenciales de acción hacia el cerebro. En este capítulo trataremos de describir la manera en que funcionan estos y otros componentes del ojo.

El ojo está constituido por dos segmentos de esfera. El segmento mayor (también de radio mayor) está en la parte posterior y se manifiesta externamente como la esclerótica o "blanco del ojo". En la parte anterior, el segmento pequeño de la esfera (de menor radio) se denomina córnea, se trata de una cubierta externa transparente, con una capa epitelial escamosa estratificada y transparente y cuya superficie exterior está bañada por una fina película de lágrimas; su función es lubricante, desinfectante y de limpieza (Fig. 4-1).

Como hemos comentado, la porción más voluminosa del globo ocular es la que está cubierta superficialmente por la esclerótica, donde se insertan los músculos oculares, es un tejido conjuntivo duro, resistente, rígido y opaco que refleja gran parte de la luz que le llega. Hacia el interior se distingue la túnica vascular, donde se disponen la coroides, el cuerpo ciliar y el iris. Esta capa contiene vasos, nervios y considerable cantidad de tejido elástico. La retina, más profunda, contiene los receptores de los estímulos luminosos (fotorreceptores). Estos estímulos recibidos en la retina llegan a través del nervio óptico hasta el área visual de la corteza cerebral, donde se interpretan como imágenes visuales.

El espacio existente detrás del cristalino, órgano con forma de lente biconvexa, contiene un material gelatinoso, el humor vítreo, cuyo ritmo de recambio es muy lento. En la porción periférica del cristalino se extiende el cuerpo ciliar; que contiene los procesos ciliares, por los que la coroides se une al cristalino y al músculo ciliar. Las cámaras anterior y posterior (situadas por delante y por detrás del iris) están llenas de humor acuoso, líquido transparente parecido al LCR, segregado activamente por los procesos ciliares. Su velocidad de producción y absorción es lo suficientemente elevada para reemplazar el volumen total de la cámara varias veces durante el día. El humor acuoso fluye desde la cámara posterior a la anterior a través de la pupila y después se absorbe hacia el sistema venoso en el ángulo que existe entre la córnea y el iris (por un sistema de trabéculas y canales). El desequilibrio entre la secreción y reabsorción de humor acuoso puede hacer aumentar la presión intraocular, lo que pone en peligro la viabilidad de la retina. Esta alteración patológica es conocida como glaucoma.

El reflejo de acomodación del cristalino (Fig. 4-3) consiste en una modificación del poder refractario de la lente lo que posibilita que se forme una imagen enfocada en la retina. Mientras que los peces, anfibios y serpientes acomodan desplazando el cristalino y modificando su distancia a la retina, los restantes reptiles, aves y mamíferos no alteran la posición de la lente, sino que el mecanismo de acomodación consiste en la modificación activa de la curvatura del cristalino por contracción de los músculos ciliares. Si el cristalino fuera extraido del ojo, tomaría una forma esférica debido a la forma esférica de la capsula que lo rodea. En el ojo en reposo (visión lejana), los ligamentos suspensorios tiran sobre el ecuador del cristalino causando un aplanamiento en su eje anteroposterior. Este aplanamiento hace menos convexo al cristalino y provoca una menor refracción de la luz lo que permite que en la retina se puedan enfocar objetos a más de 6 m de distancia (ojo en reposo u ojo acomodado).

Para enfocar imágenes de objetos cercanos al ojo, el cristalino debe tomar una forma convexa más esférica. Esto se produce por la contracción de los músculos ciliares. El resultado de este proceso es que el cristalino se hace más esférico con una mayor capacidad de refracción de la luz lo que permite que se enfoquen en la retina objetos más cercanos (ojo enfocado u ojo no acomodado). Estos mecanismos de acomodación requieren un globo ocular resistente que evite la deformación de la retina, y un humor vítreo muy viscoso que impida retrodesplazamientos del cristalino. El mecanismo de acomodación del cristalino es un reflejo parasimpático que se inicia por percepción de imágenes borrosas procedentes de la retina.

En el caballo, se presenta una modificación de los mecanismos de acomodación del cristalino, debido en parte a la debilidad de los músculos ciliares, que no se da en otras especies de interés veterinario; efectivamente, el caballo presenta una retina en rampa (Fig. 4-2) lo que le permite enfocar los objetos cercanos sin necesidad de cambiar la forma del cristalino, con ayuda, tan sólo, de cambios en la posición de la cabeza.

La capacidad de acomodación del cristalino disminuye con la edad, debido a que éste se hace menos elástico y no puede incrementar su curvatura como se requiere para la visión cercana. Este trastorno aparece con frecuencia en la especie humana a partir de los 40 años de edad y se denomina presbiopía o vista cansada.

Reflejo de apertura pupilar (Fig. 4-3). El iris es una membrana pigmentada con forma de disco, perforada centralmente, que forma una cortina para regular la cantidad de luz que entra al ojo. La pupila es el orificio situado aproximadamente en el centro del iris. El iris contiene fibras musculares lisas capaces de modificar el diámetro de la pupila y consiguientemente, la cantidad de luz que penetra en el ojo. El músculo dilatador pupilar contiene fibras radiales inervadas por nervios simpáticos del ganglio cervical craneal; la contracción de estas fibras produce midriasis (aumento del diámetro pupilar). El músculo constrictor pupilar (esfínter pupilar) contiene fibras circulares con gran capacidad de acortamiento inervadas por fibras parasimpáticas del nervio oculomotor común y su contracción produce miosis (disminución del diámetro pupilar).

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