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Sociedad Permisiva


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2013  •  2.618 Palabras (11 Páginas)  •  444 Visitas

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Mi interese por la política comenzó, cuando escuche hablar al famoso Maquio, soy uno de tantos mexicanos cautivados con los ideales del Maquio, escuchar sus discursos era un deleite, ver como un hombre podía resumir en tan pocas y tan simples palabras, el México que los ciudadanos podríamos tener, y digo podríamos, porque, desafortunadamente, la sociedad mexicana, vive sometida por unos cuantos que se aprovecha de la ignorancia, la pobreza y nuestro inconciente colectivo nacional (papa gobierno dame).

No queremos emanciparnos, estamos atados a la trágica cultura del que no tranza no avanza, del que no importa que robe, pero que salpique, del statu quo, porque pensamos que todos son iguales, y quizás si, todos los políticos sean casi iguales, unos de amarillo, otros tricolores y otros de azul, pero su ADN político es el mismo.

Nuestro sistema político lo ha creado, nuestro sistema político tiene las células madre, de las cuales se alimentan todos los partidos políticos, del color que sean.

Los partidos políticos tienen un gen perverso que los identifica son primos hermanos, se quieren ver diferentes y escogen colores para diferenciarse, crean estatutos y principios de doctrina, que ni siquiera voltean a ver cuando esta en juego su permanencia en el poder, cuando ven amenazados sus intereses, cuando eso pasa, entonces se juntan a escondidas y en su amasiato engendran leyes deformes, que estropean la vida del país y mutilan las aspiraciones de los mexicanos por un desarrollo que nunca llega.

Con diferentes palabras dicen lo mismo, porque son iguales, el poder los hace iguales, los muestra como son, lobos con piel de oveja.

El genoma de la política mexicana esta compuesto por la corrupción, la impunidad, la traición, el engaño, la mediocridad, la complicidad, la perversidad, el servilismo, el delito, estas son las células del sistema político mexicano.

Y la sociedad mexicana la une con su indiferencia, la complacencia y la falta de valor, y así surge el cáncer social de la política mexicana, que nos tiene enfermos, moribundos, conectados permanentemente a la quimioterapia, de la dadiva, del amiguismo, del servilismo, de los cuates, así nos mantenemos con vida.

Inmersos en este país enfermo y con todos los pronósticos en contra decidí participar como candidato a la presidencia municipal de Matamoros, a través de la única forma posible para hacerlo, a través de un partido político, y escogí el PAN, porque quizás ingenuamente pienso que es el menos malo de los partidos políticos que hay en México.

Aunque, en honor a la verdad muchos de los que se dicen panistas, fueron los que menos ayudaron en la campaña, incluso se aliaron al PRI junto con mi adversario en la contienda interna.

Después de todo lo que comente, seguramente te preguntaras y entonces ¿para que le entraste?

Y es aquí donde entran mis propios genes y mis creencias, porque a pesar de que platico con mucha gente que piensa que en México no se puede transitar de la corrupción, a la rendición de cuentas, de la impunidad, a la aplicación de la ley, de la opacidad, a la transparencia y del cuatismo, a la profesionalización del servicio publico. Yo pienso todo lo contrario, yo pienso que si se puede, yo pienso que es la sociedad y no los políticos (ellos jamás lo harían) la que debe de construir esos puentes para transitar del México de unos cuantos, al México de todos.

Reconozco que toda mi vida e sido un idealista, un soñador empedernido, nunca me he dado por vencido, nunca he permitido que nadie me ponga la pata en el pescuezo, ni yo se la he puesto jamás a nadie.

Tengo muy claro mi concepto de bien común, para mí el bien común, es el bien de todos, donde ganemos todos, donde haya igualdad de oportunidades, para el estudio, para la salud, para los negocios, para vivir con dignidad.

Creo en estos valores y por eso no quise quedarme con el pecado de omisión, y después lamentarme toda mi vida, por no haberlo intentado.

Por eso le entre a participar en la contienda electoral del 2007 para la presidencia municipal de Matamoros, con unos cuantos pesos, con algunos amigos que nos apoyaron, unos con dinero y otros con su tiempo y presencia, con su trabajo desinteresado y con una propuesta de transparencia y rendición de cuentas y un plan para el desarrollo económico de Matamoros.

Como siempre sucede cuando uno decide participar en desafíos tan grandes y de tanta responsabilidad, hay una gran cantidad de personas a tu lado que tratan de, según ellos abrirte los ojos a la realidad, los cuestionamientos mas reiterativos fueron.

No tienes dinero.

El Gobernador va a meterles toda la lana a sus candidatos.

No tienes estructura.

No tienes lana para darles a los periodistas, ni te van a pelar.

Te van a dejar solo.

Y desde la óptica humana tenían razón en todo lo que decían, pero desde la óptica de un idealista, todos esos argumentos no aplican.

Y quiero que sepan que no ganamos por falta de dinero, por falta de estructura, porque no les dimos dinero a los periodistas o porque me haya quedado solo, al contrario tuvimos mucho apoyo ciudadano.

No ganamos básicamente por 4 razones, por la corrupción, por la impunidad, el corporativismo y por la compra indiscriminada del voto. En la inmensa mayoría de los casos, las elecciones en México, son como un mercado.

Los votos se venden, se compran o simplemente se hace trueque con ellos (si votas por mi, te doy) despensas, rotoplas, dinero o un puesto cuando llegue.

Otra vez el sistema con más de 75 años en el poder sembró una cultura política, donde la tranza, el corporativismo, el amiguismo y las canogias, han sido el virus que contamino a nuestra sociedad, y la tiene ahí, como que se cura y como que no se cura, pues en definitiva sabemos cual es el mal, pero no nos queremos tomar la medicina.

En Matamoros mas del 80% vive en niveles de pobre a bien pobre, y de eso se aprovechan muchos políticos, en la misma contienda interna hubo quien a base de dinero, quiso ganar la candidatura, básicamente quiso comprarla. Afortunadamente fue más la gente decente, que la indecente.

Yo perdí la elección para presidente municipal de Matamoros, nunca me ha gustado justificar mis errores o fracasos, me prepare un año estudiando, investigando casos

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