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Teorias Gramaticales


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2013  •  4.753 Palabras (20 Páginas)  •  807 Visitas

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LECTURA: TEORÍAS GRAMATICALES Y ANÁLISIS SINTÁCTICO

LA FUNCIÓN DE LOS ESTUDIOS GRAMATICALES

LA GRAMÁTICA Y LA ENSEÑANZA DE LA LENGUA

Nadie debería ignorar que los estudios lingüísticos de los últimos decenios han venido imponiendo notables cambios de rumbo en la enseñanza de la gramática. Todavía hoy es frecuente ver que la transmisión de los conocimientos gramaticales se mantiene ligada a un viejo principio en virtud del cual la gramática es el “arte de hablar y escribir correctamente” una lengua.

En el plano de la docencia, la enseñanza de la gramática ha sido orientada hacia la transmisión de unas reglas de comportamiento lingüístico encaminadas a lograr una expresión acorde con patrones unificados, pocos flexibles y supuestamente cultos: conforme al buen uso, que es el que la gente educada. En otro nivel, la expresión correcta se entiende como un cálculo mimético de las autoridades literarias.

Dos características dominantes que han informado la enseñanza de la gramática y de las que no se han desprendido enteramente algunas obras muy recientes: por un lado, el afán correctivo; por otro, el empeño en introducir definiciones. La primera de estas características dominantes (un discriminado afán correctivo) podría acaso hundir sus raíces en unas pretensiones de unificación idiomática didactas más por motivo de dominio político que por motivos estrictamente lingüísticos, de ahí el menosprecio casi sistemático hacia los dialectalismo y hacia las lenguas no oficiales y hacia las lenguas no oficiales y la tendencia a establecer como modelo expresivo el habla “de la gente educada” y las obras de los clásicos. La segunda característica fue la que imprimió a las gramáticas escolares con un tono más espeso.

LOS ORÍGENES Y OBJETIVOS DE LA GRAMÁTICA: UN EJEMPLO CON LA LENGUA CASTELLANA.

Para Nebrija, son 3 los fines de la gramática: 1. Lograr la pervivencia de la lengua castellana. 2. Abrir el acceso a la lengua latina. 3. Construir un manual para extranjeros.

La primera de estas finalidades bien podría quedar resumida con las palabras que, en tonos de dramatismo retorico. Pronuncio Dámaso Alonso: “la lengua está en peligro”. La posición de Nebrija en este aspecto se ajusta al razonamiento siguiente: 1) las lenguas griega y latina no son ya lenguas que se transmiten en comunidades naturales; 2) sin embargo, hoy es posible aprender esas lenguas y tener así acceso a las obras clásicas gracias a las gramáticas que dejaron escritas autores como Dionisio de Tracia Apolonio Díscolo para el griego y Donato y Prisciano para el latín; 3) estas gramáticas, en definitiva, nos permite acceder al mundo clásico y a las hazañas de los antiguos.

El segundo de los objetivos que aduce Nebrija convierte la gramática del castellano en método de acceso hacia la gramática del latín. Dado que el arte gramatical del castellano se explicita los mecanismos de una lengua que ciertos hablantes sienten y poseen ya como propia. Nebrija dice, el aprendizaje de la gramática latina (como vía para entender el latín) quedara notablemente allanado si previamente se estudia la gramática del castellano.

En 1558, en Amberes, publica Villalón su Gramática castellana, subtitulada “Arte breve y compendiosa para saber hablar y escribir en la lengua castellana congrua y decentemente”. Dos son los objetivos centrales de esta obra: ante todo, y muy en consonancia con las preocupaciones lingüísticas de la época, dar el castellano un prestigio semejante al que tenían las lenguas clásicas. Estas lenguas eran consideradas valiosas porque sobre ella se había realizado en trabajo de formulación gramatical.

El primer objetivo, obedece al deseo de elevar el castellano al rango de lengua clásica. Pero, muy de pasada, formula Villalón una segunda finalidad, enteramente acorde con las tercera de su no precisamente apreciado Nebrija: “y así ahora, yo, como siempre procure engrandecer las cosas de mi nación, porque en ningún tiempo esta nuestra lengua se pudiese todas las naciones aprender, pues el bien es mayor cuanto más es comunicado, por estas razones intente sujetarla a arte con reglas y leyes.

Estos primeros gramáticos castellanos dirigen sus obras hacia dos objetivos: el prestigio y pervivencia del idioma, por un lado, y la enseñanza de esta lengua a los extranjeros.

LA GRAMÁTICA NORMATIVA.

Puede caracterizarse por sus pretensiones docentes o, para decirlo con más matices, por estar en un notable nivel de coincidencia con pretensiones que poco o nada tienen que ver con los estudios gramaticales.

La contradicción fundamental de una gramática que dictamina sobre lo correcto y lo incorrecto estriba en querer emitir juicios prácticos sobre el lenguaje como si este fuese una entidad estática, siendo así que es eminentemente dinámica evolutiva. Se condenan, pues, unos usos que, si con el tiempo prosperan, serán aceptados.

Otras contradicciones básicas del enfoque normativo en gramática tiene que ver con los puntos de referencia que sirven para establecer la “norma del buen decir”: el habla de la gente educada y de los modelos literarios. Por lo que se refiere al primer punto de referencia determinar cómo habla la gente educada es algo que acaso solo puede llegar a saber solo a través de una encuesta amplia y bien planteada que por el momento no se ha realizado. Por lo tanto es razonable suponer que a las gramáticas normativas refleja la intuición que, sobre el habla de la gente educada, tiene el autor correspondiente o, en el mejor de los casos, la corporación de los académicos.

El habla de la gente educada es algo todavía está por determinar y, por lo mismo, ninguna gramática castellana puede, hoy por hoy, atribuirse el privilegio de reflejar lo que todavía no ha sido rigurosamente verificado.

El segundo punto de referencia que se completa para determinar la norma de un buen decir gramáticos normativos hacia la consideración de los textos literarios como modelos. Pero también es fácil de advertir una serie de contradicciones. Ante todo, los textos literarios son de géneros e índole muy diversos: poéticos (en prosa y en verso), narrativos, diálogos, ensayísticos, etc. Por otra parte, los modelos literarios se caracterizan frecuentemente por plantear innovaciones lingüísticas: la literatura se define, en, muchas ocasiones, por ir mas halla de la norma; por ofrecer soluciones expresivas realmente nuevas. En tercer lugar, parece dudoso que los modelos del lenguaje escritos hayan de ser propuestos como indiscriminada pauta

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