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Trabajo investigación: genero Cuento


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2015  •  Trabajos  •  5.755 Palabras (24 Páginas)  •  125 Visitas

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[pic 1]Colegio Santa Cecilia, Santiago, Chile
             Lenguaje y comunicación

Trabajo investigación : genero “Cuento”

                                                                                                                               

                                                                                                                   

Origen

El cuento surgio como una necesidad del ser humano de contar vidas y experiencias, transmitir sabiduría y consejo a los mas jóvenes, conservar tradiciones e idiomas, y enseñar los valores básicos del “bien y el mal”.

En pocas palabras, fueron los primeros instantes en los que el ser humano comenzó a transmitir sus observaciones de generación en generación, a través de relatos fantásticos y breves, de trama relativamente sencilla.

Su forma de distribución más recurrente fue el “boca a boca”, es decir, la forma oral de los cuentos en ese tiempo, con el pasar de los años y los siglos,  los cuentos se fueron plasmando en el papel, y poco a poco, la gente tuvo un acceso más fácil a los llamados “cuentos literarios” ( o cuentos escritos )

(parentecis: actualmente existen los “audio cuentos/libros”, donde uno puede experimentar el método tradicional de manifestación de las narraciones literarias )

Época de auge

La época en la que el cuento comenzó a despegar en el siglo XIV con el escritor Giovanni Boccaccio (1313-1375), con la publicación de su libro “Decamerón”, un libro que contenía 100 cuentos cuyos temas eran el amor, la inteligencia humana y la fortuna(se puede decir que fue de sus principales exponentes).

Este libro se volvió un verdadero clásico, tanto asi que su estructura fue utilizada como base para crear los cuentos que hoy en dia conocemos.

En e siglo XIX, despego a través de la prensa escrita, donde se modernizaron y tomaron mucha más fuerza e importancia.

Este mismo, tiene una gran relevancia, puesto que fue el nacimiento de los mayores exponentes y mejores escritores cuyos trabajos son conocidos hasta el dia de hoy

Mayores Exponentes

Giovanni  Boccaccio: Instauro las bases del cuento actual con su libro “Decamerón”, que contenía 100 cuentos, algunos siendo mas bien novelas cortas*

Cayo Petronio: creador de “Las mil y una noches” el cual es una recopilación de todos sus cuentos.

Perrault: Creador de las primeras versiones de “ Pulgarcito” y “El gato con botas”. También autor de “Cenicienta”, “Piel de asno” y de fabulas tradicionales como por ejemplo “ La liebre y la tortuga”

Washington Irving: Primer cuentista estadounidense creador de “El jinete sin cabeza”

hermanos Grimm: Publicaron Blancanieves, Rapunzel, El gato con botas, La bella durmiente, Pulgarcito, Caperucita roja, etc.

Edgar Allan Poe: creador de “Los anteojos”, “El gato negro”, “Corazón delator” entre otros

Hans Christian Andersen: Autor de “ La sirenita”,” El patito feo” y “la reina de las nieves”

Piel de Asno

Érase una vez un rey tan famoso, tan amado por su pueblo, tan respetado por todos sus vecinos, que de él podía decirse que era el más feliz de los monarcas. Su dicha se confirmaba aún más por la elección que hiciera de una princesa tan bella como virtuosa; y estos felices esposos vivían en la más perfecta unión. De su casto himeneo había nacido una hija dotada de encantos y virtudes tales que no se lamentaban de tan corta descendencia.

La magnificencia, el buen gusto y la abundancia reinaban en su palacio. Los ministros eran hábiles y prudentes; los cortesanos virtuosos y leales, los servidores fieles y laboriosos. Sus caballerizas eran grandes y llenas de los más hermosos caballos del mundo, ricamente enjaezados. Pero lo que asombraba a los visitantes que acudían a admirar estas hermosas cuadras, era que en el sitio más destacado un señor asno exhibía sus grandes y largas orejas. Y no era por capricho sino con razón que el rey le había reservado un lugar especial y destacado. Las virtudes de este extraño animal merecían semejante distinción, pues la naturaleza lo había formado de modo tan extraordinario que su pesebre, en vez de suciedades, se cubría cada mañana con hermosos escudos y luises  de todos tamaños, que eran recogidos a su despertar.

Pues bien, como las vicisitudes de la vida alcanzan tanto a los reyes como a los súbditos, y como siempre los bienes están mezclados con algunos males, el cielo permitió que la reina fuese aquejada repentinamente de una penosa enfermedad para la cual, pese a la ciencia y a la habilidad de los médicos, no se pudo encontrar remedio.

La desolación fue general. El rey, sensible y enamorado a pesar del famoso proverbio que dice que el matrimonio es la tumba del amor, sufría sin alivio, hacía encendidos votos a todos los templos de su reino, ofrecía su vida a cambio de la de su esposa tan querida; pero dioses y hadas eran invocados en vano.

La reina, sintiendo que se acercaba su última hora, dijo a su esposo que estaba deshecho en llanto:

-Permíteme, antes de morir, que te exija una cosa, si quisieras volver a casarte...

A estas palabras el rey, con quejas lastimosas, tomó las manos de su mujer, las bañó de lágrimas, y asegurándole que estaba de más hablarle de un segundo matrimonio:

-No, no -dijo por fin- mi amada reina, háblame más bien de seguirte.

-El Estado -repuso la reina con una firmeza que aumentaba las lamentaciones de este príncipe-, el Estado que exige sucesores ya que sólo te he dado una hija, debe apremiarte para que tengas hijos que se te parezcan; mas te ruego, por todo el amor que me has tenido, no ceder a los apremios de tus súbditos sino hasta que encuentres una princesa más bella y mejor que yo. Quiero tu promesa, y entonces moriré contenta.

Es de presumir que la reina, que no carecía de amor propio, había exigido esta promesa convencida de que nadie en el mundo podía igualarla, y se aseguraba de este modo que el rey jamás volviera a casarse. Finalmente, ella murió. Nunca un marido hizo tanto alarde: llorar, sollozar día y noche, menudo derecho que otorga la viudez, fue su única ocupación.

Los grandes dolores son efímeros. Además, los consejeros del Estado se reunieron y en conjunto fueron a pedirle al rey que volviera a casarse.

Esta proposición le pareció dura y le hizo derramar nuevas lágrimas. Invocó la promesa hecha a la reina, y los desafió a todos a encontrar una princesa más hermosa y más perfecta que su difunta esposa, pensando que aquello era imposible.

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