Un desierto, un gran árbol y el canto de un ave

UN DESIERTO, UN GRAN ARBOL Y EL CANTO DE UN AVE.

ACTO PRIMERO

Ingresa a escena el Cacique con su soldado de guardia, junto con su Tesorero, conversando muy complacidos.

Cacique:

Tengo mucho que agradecer a la Madre Tierra, soy el soberano, cacique de esta comuna. En donde nuestro sol resplandece cada día más. Agradecido estoy Madre tierra.

Tesorero:

Señor hoy sus súbditos te ofrecerán los mejores frutos de sus cosechas, así daremos una buena ofrenda a nuestra madre tierra. Le agradecerán en tu nombre todos los favores recibidos, con sus riquezas y lealtad. Con la única condición que guíes a bien nuestra comuna.

Cacique:

Yo quedo muy contento por los frutos dados a nuestra madre tierra, bien sabes que velo sin cesar por el bienestar de esta comuna.

Tesorero:

Lo sabemos señor.

Cacique:

Anda y prepara todo para la ofrenda de esta noche, queremos seguir bajo el amparo de nuestra madre tierra, y nos siga bendiciendo con buenas cosechas.

Ingresa a escena el General junto con un soldado.

General:

Señor nuestro ejército regresa victorioso de someter al pueblo del norte, ahora esta bajos sus dominios, su gente ofrece lealtad a Ud. Señor, ofreciendo incluso sus vidas con la condición de estar bajo su protección. Ofrecen sus conocimientos y técnicas para enriquecer nuestro imperio.

Cacique:

Estoy muy orgullo de tu servicio y valentía. Dime vinieron contigo el jefe del pueblo del norte junto con su corte, es necesario que estén hoy en la ceremonia.

General:

Sí señor, en este momento están siendo alimentados al igual que nuestros valientes hombres.

Cacique:

Ordena que los traigan, con el respeto y honor con que deben ser tratados.

General:

Sí señor, así será. Soldado ve por nuestros invitados.

Soldado:

Sí señor, ahora mismo voy por ellos.

Ingresa él Chamán viendo como sale de escena el soldado.

Chamán:

Señor lo veo muy satisfecho, ¿al caso sus deseos se ven realizados con mayor claridad?

Cacique:

Toda nuestra comuna y ahora este nuevo pueblo y sus técnicas harán que podamos hacer rico nuestro imperio. Dime tú, que visión tienes para mí.

Chamán:

Mi señor hoy el cielo nos ofrecerá una visión sobre el porvenir de nuestro imperio.

Cacique:

Por eso es importante la ceremonia de hoy, esta noche vera nuestra madre tierra que tan agradecidos somos.

Ingresa a escena el soldado junto con el gobernador del norte y su corte.

Soldado:

Señor, aquí está el soberano del pueblo del norte con su corte.

General:

Gracias leal soldado. Mi señor aquí se encuentra los gobernantes del pueblo del norte.

Cacique:

Complacido estoy señores del pueblo del norte.

Gobernante norte:

Hemos venido para firmar un pacto entre tu pueblo y el mío.

Cacique:

Sabes que te hemos vencido en batalla; pero no queremos esclavizar tu pueblo. Queremos que se unan a nosotros para hacer crecer nuestras culturas.

Gobernante norte:

Agradezco tu visión, seremos leales a tu causa, compartiendo nuestra cultura con tu pueblo ¿más quienes nos gobernarán?

Cacique:

Estarán bajo nuestra tutela y administración, pero seguirás siendo tú quien gobierne en tu pueblo. Enviare un grupo de soldados, alfareros y mis tesoreros para administrar tu pueblo; así seremos solo una nación.

Gobernador norte:

Agradezco tu tutela, sabemos de tu poderío; por ello seremos una sola nación. Pero al momento de morir yo ¿quién me remplazará? ¿A caso tu hijo será después nuestro gobernante?

Cacique:

Mi heredero he de buscar, porque nuestro dios me concedió una hija. Pero en tu caso, me imagino que un heredero has de tener. Si es así el guiara el destino de tu pueblo; que ahora es mi pueblo.

Gobernador norte:

Sí así lo quieres, así ha de ser. Aquí te presento a mi hijo, que gracias a tu decisión él será mi sucesor.

Hijo norte:

Gracias señor por respectar nuestra gente y costumbres. Mi lealtad es para su persona.

Cacique:

Complacido estoy yo por tan grandes muestras de respeto y lealtad. General condúcelos a sus lugares de descanso, ofrézcanle comida y bebida, atiéndalos como los gobernantes que son, ahora nuestros aliados.

General:

Sí señor, cumpliremos su mandato.

Gobernante norte:

Gracias señor.

Salen de escena el gobernador del norte junto con su corte, siendo acompañados por el general y su soldado.

Cacique:

Ahora preparemos la ceremonia de esta noche, llevare a mi hija la noticia de nuestra victoria.

Tesorero y chamán:

Sí señor.

Sale el cacique de escena junto con su soldado, se queda en escena el tesorero y el chamán.

Tesorero:

Que grande será nuestra nación, será un imperio muy rico y muy productivo.

Chamán:

Veamos que nos dice las hojas, que nos aguarda a este imperio.

Tesorero:

Ve en tu oráculo ¿qué nos espera?

Chamán:

No entiendo, algo está por suceder.

Tesorero:

¿Algo está por suceder? Explícate brujo.

Chamán:

Una maldición está por llegar. Pero hoy es la gran ceremonia nuestra madre tierra, no debo atraer el mal augurio, ya después se me develara lo que está por venir.

Tesorero:

Nuestro ejército los vencerá, no tienes porque preocuparte.

Chamán:

Es algo mucho más grande que un ejército.

Tesorero:

No exageres, verás que nuestra Madre tierra una buena cosecha nos ofrecerá y nuestro dios jamás nos dejará desamparados. Me voy a preparar para la gran ceremonia.

Chamán:

Esperemos que sea solo una mal visión, esperemos que sea así.

Sale de escena el tesorero y el chamán.

ACTO SEGUNDO

Están los soldados, el pueblo reunidos en el patio central, luego hacen su ingreso el gobernante norte con su gente, luego el cacique con su gente.

Chamán:

En esta noche estamos reunidos para dar gracias a nuestra madre tierra por los frutos de nuestras cosechas.

Cacique:

Oh madre tierra, mereciendo tu favor de cada día, al darnos esta comuna tan rica y bella, viviendo bajo tu protección; queremos hoy darte tributo por todo lo que nos ofreces. Que todo el cielo sea testigo de nuestro agradecimiento. Gracias oh padre sol que junto con nuestra madre tierra nos regalas grandes campos llenos de frutos. Recibe nuestras ofrendas.

Tesorero:

Ingresen las ofrendas y que sean llevadas a nuestra madre tierra.

Ingresan dos pobladores entregando las ofrendas.

Poblador 01:

Gracias por las riquezas de nuestros campos.

Poblador 02:

Gracias por los frutos de nuestras cosechas.

Chamán:

Madre tierra ofrécenos la dicha de tu complacencia.

Aparece la madre tierra junto con sus dos sirvientes.

Madre tierra:

Complacida estoy por estas ofrendas, ten por seguro que mi protección ha de tener.

Los sirvientes de la madre tierra recogen los frutos. El cacique se acerca y se arrodilla, los demás hacen lo mismo.

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