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Una Historia De Amor Con Final De río


Enviado por   •  9 de Junio de 2015  •  820 Palabras (4 Páginas)  •  723 Visitas

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Una historia de amor con final de río

Dicen que dicen… que por allá, en el territorio de los incas, hace muchísimos años hubo un chico y una chica perdidamente enamorados el uno del otro, pero con tanto… tantísimo… viento en contra que si en aquella época hubiese existido la TV, hubieran protagonizado una telenovela.

Él era un muchacho apuesto, buen mozo, fuerte, noble y como si esto fuese poco, también era el príncipe de aquella tribu.

Como pasa casi siempre en estos casos de amores perdidos, desde que Milac Navira (que así se llamaba nuestro héroe) conoció a Panaholma, quedó boquiabierto y con mirada de perro que perdió el sulqui. Ella era una chica de pueblo, bellísima como ninguna, pero pobre como las lauchas.

Demás estaría contar que los padres de Milac Navira se opusieron terminantemente al noviazgo con aquella triste plebeya, no querían para su hijo una esposa de clase baja. Eran de los que decían que los pobres son pobres porque quieren… que no es por nada pero cada chancho a su rancho… y cosas por el estilo.

Pretendían para su hijo alguien importante: algo así como una diosa, por ejemplo, y si eso no podía ser… ¡bue!, se conformaban con una reina… ¡Qué se yo!... De última, una princesa… ¿pero menos? ¡qué va!

Por su parte, los padres de Panaholma eran de los que se jactaban de ser pobres pero honrados y para colmo de males se llevaban como la mona con los soldados del rey que venían todas las semanas a cobrar sus impuestos, cada vez más caros y menos justificados. Es de imaginar que prohibieron terminantemente a su niña tener cualquier tipo de tratos con ese joven de la realeza.

Ellos pretendían que Panaholma se casara con un tal Quilcas, un joven de su misma condición social que decía estar loco de amor por la bella niña, y que por lo menos no tenía nada que ver con personas mandonas y desagradables como el rey y su familia.

Los enamorados, como pasa siempre cuando el bichito del amor pica y saca roncha , hacían lo posible por desprenderse los abrojos de la vigilancia de sus padres e igual se veían a escondidas.

Así hasta que un día, empachados de los no de sus padres y sin poder calmar las cosquillas de ese amor que les plumereaba el estómago por dentro, decidieron huir juntos.

Casi con lo puesto los escondió la noche en su telón de romance y se fueron mientras la luna les guardaba el secreto. Pero una estrella envidiosa, no halló mejor manera de vengarse de los enamorados por no haberla elegido como madrina de bodas, que revelar la ruta seguida, nada más ni nada menos que a Quilcas, el enamorado dejado de plantón.

Quilcas, muerto de rabia y celos, los persiguió hasta el valle de Traslasierra, dende los novios habían decidido construir su nueva vida.

Allí

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