Una buena mañana

Los pulsos de la vida, podemos explicarlo iniciando con las de escala colosal, como puede ser los millones de años luz que mide nuestra vía láctea, hasta los más diminutos como son los que emitidos por las células. En este capítulo se centra en los que emite nuestro cuerpo, cada órgano y más específico, las manos. Las manos sanadoras como menciona, que incluso han sido estudiadas a través de aparatos que miden los Hz, que a lo que estudie aparte se refiere a la unidad con las que se miden las ondas electromagnéticas. Desde los capítulos anteriores se venía hablando de como nuestro cuerpo es todo un campo electromagnético, de cómo cada parta de el (hasta el más pequeño elemento) emite su propia energía, y es en este capítulo donde ya nos habla de una relación directa que existe con la energía de las manos y de todo lo que podemos hacer con ellas.

Una herida, por ejemplo, ya sea física o emocional, significa una interrupción en el flujo normal de energía, entonces se necesita de otra red de energía que ayude a normalizar el flujo, a nivel de la matriz extracelular, gasta el núcleo y el gen. Esto es lo que se puede hacer con las manos, con la energía que emiten, pues estos bloqueos no tienen un sistema donde automáticamente (sin ayuda de otro medio) ayuden a normalizarlo.

Una de la hipótesis señala que, dentro un tejido sano se producen una gran variedad de fenómenos eléctricos y electrónicos, entonces cuando un tejido sano se acerca a la herida, esta emite información necesaria para que la sanación inicie de inmediato.  Esto yo lo entiendo como un intercambio de información, donde esa herida se apoya de una carga de energía sana emitida por las manos, como recibiendo ese impulso que le falta para comenzar una sanación correcta.

Me costó un mundo tratar de comprender sobre los ciclos rítmicos que tiene el cuerpo, para ser más específicos, el cerebro, yo logre entender que la idea es que los pulsos electromagnéticos que tiene el cerebro no solo se quedan ahí, si no que viajan a través del organismo, todo esto con ayuda de grandes cantidades de neuronas, estas regulan toda la actividad del sistema nervioso. Entonces nos encontramos con la relación que existen entre los campos geomagnéticos de la tierra y nuestro sistema cerebral, para ser más exactos, los relámpagos tienen juegan un papel importante en este tema.

Observe una interesante grafica donde nos ilustra de manera más, explicita como hay relación entre todos los frentes, primero tenemos el campo magnético de la tierra que tiene una relación con la glándula pineal y las ondas cerebrales, que viajan a través del sistema peri neural, que a su vez llegan hasta las manos para finalmente crear un campo biomagnetico para iniciar la sanación o reparación del daño.

Para el siguiente capítulo me encuentro con el interesante estudio de Rober Beck, que se encargó de medir las ondas del cerebro a través del electroencefalograma a las personas más sobresalientes del gremio de la sanación, encontrándose con la sorpresa de que todos (o por lo menos en su mayoría) sus ondas se excitaban cuando entraban en ese estado de sanación, y eran muy parecidas entre sí, dejando así una base sobre la actividad que existe en el cerebro del ser humano cuando utiliza esa energía para corregir el correcto flujo del organismo.

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