Breve ensayo de “Eduardo Nicol y la conciencia de ser”

Breve ensayo de “Eduardo Nicol y la conciencia de ser”

Cuando Nicol llegó a México, solo y pobre, tenía una ilusión de realizar su obra libremente, tenía una actitud positiva; él sentía exilios múltiples. Él fue un revolucionario en la filosofía. Todos hablan del ser, “el ser está por todas partes”, pero, ¿qué es el ser?, ¿cuál es su esencia?

        Parece que todo está conectado, literalmente todo está íntimamente relacionado. Parece. ¿Somos fórmulas independientes? Más bien, esas “conexiones” se alejan con el paso del tiempo. ¿Por qué esa necesidad de búsqueda de unidad? Creo que antes estaba más valorizado esto. Es más fácil no creer. Por eso ya nadie cree. No hay confianza. Ni si quiera creemos en nosotros mismos. Disculpe lector, si dejo salir mi lado fatalista, pero a veces no puedo evitarlo, tal vez ese es mi ser. Yo creo en la libertad. No sé por qué, no entiendo cuando el autor se ofende, “se espanta” ante sucesos como divorcio, aborto, esterilización (página 4) dice: “cómo puede ser que sea legal”. Yo creo que no es necesario introducir la moral en esto, pues si de por si la filosofía es subjetiva, aún más la moral. Pero lo que encuentro en nexo, es que habla de “la era del vacío”. Dice que nos sentimos vacíos. No me quedan claro muchas cosas. ¿Orden en el universo? ¿Y si en realidad somos una perfecta entropía?

        Juliana González dice “el hombre es un ser incompleto en su ser mismo: es un ‘medio ser’ o un ser a medias”. ¿Será por esto que siempre buscamos algo? ¿Qué buscamos? Y, ¿si en realidad ya estamos completos? El ser humano y su naturaleza egoísta: siempre queremos más. ¿Por qué es que tenemos esta insatisfacción que nos atormenta? ¿Qué será eso que “nos falta”, por qué creemos que nos hace falta algo? ¡¿Por qué no puede ser todo simple, solo existir y amar, para qué decir que estamos incompletos?!

        Un profesor aseguraba: “Toda aseveración universal generalizada es falsa, incluyendo ésta”.  Nicol nos propone un cambio ontológico: “Lo que importa en la vida es el destino que los hombres dan a su verdad…”, él nos dice lo que debe ser importante en general para todos los hombres, porque para él así lo es, él tiene su percepción de lo que “es importante”. El destino. El destino que es damos a nuestra verdad. Pero no podemos llegar a un fin, porque millones de mentes tienen verdades que son distintas, y cada quien entonces tiene su destino, ¿dónde está la unidad? Tal vez una unidad compleja, distinta en cada parte, tal vez somos eso, pero no encuentro un destino como conjunto, sino múltiples destinos de pensamiento y acción.

También me interesó el pasaje que menciona de Tich nat Hanh, que habla de la palabra “Inter-ser”. Una nueva modalidad del verbo ser, a lo que él (yo entiendo) explica como una cadena de existencia: no puede ser algo, sin otro algo. Una interdependencia, de cierta manera le entrega un motivo de existir a los objetos, a la materia. No puede existir algo sin otro algo, ¿todo está ligado?...

Por último, la consciencia. ¿Alguna vez has tenido un sueño lúcido? Es raro, he tenido un sueño en el que sé que estoy soñando, que estoy soñando. O sea tienes un sueño en el que estás soñando que estás soñando. El punto es que me doy cuenta. Te das cuenta, no sé cómo, pero lo sabes. Sabes que estás soñando que estás soñando. Un poco enredoso.  La palabra consciencia etimológicamente da la  idea de unidad, dice que su actividad es lograr la unidad en lo diverso. Pero yo creo que es imposible.

...