Breve introducción al pensamiento de Descartes

Breve introducción al pensamiento de Descartes.

José de Teresa

René Descartes nace a finales del siglo XVI, cerca de París. Para esta época, Francia llevaba más de treinta años siendo devastada por continuas guerras, que se generaban por la lucha entre católicos y protestantes, estas guerras terminaron hasta 1598, año en que el rey Enrique IV, quien se había convertido al catolicismo, firma el Edicto de Nantes; provocando con ello no una igualdad entre religiones, sino más bien, permitiendo el culto exclusivo a los calvinistas y a los católicos en ciudades distintas. En 1610, derivado del asesinado del Enrique IV, se provocaron sublevaciones que la corona pudo resolver hasta diez años más tarde y años más tarde, daría también como resultado la Guerra de los Treinta Años, en la que el derroche de los recursos económicos y la ocupación de los militares abrió las posibilidades a un nuevo levantamiento por parte de los grupos protestantes, quienes no desaprovecharon la situación.

Por otro lado, en España había una muy notable decisión de no dejar caer el puesto de potencia hegemónica en el continente, sin embargo, sus constantes guerras con Francia le habían estado desgastando, además de que para la época, la gran mayoría de recursos eran extraídos de américa, mientras pudo, logró mantenerse a flote, sin embargo, la Guerra de los Treinta Años le resultaría fatal tanto en lo interno como en su permanencia hegemónica. Para 1918, se desataron algunos problemas también en Praga, pues los luteranos se manifestaron contra el virrey católico, algunos Estados luteranos alemanes tomaron parte del lado de España, sin embargo se desató un fuerte incendió que logró consumir gran parte de la zona central alemana y con ello, también la intervención de otros Estados como Dinamarca, Holanda, Francia, Suecia, Polonia, Inglaterra y la totalidad de los reinos Alemanes, entraron en la pugna. Provocando a la larga, plagas, hambruna, pobreza y desavasto de alimentos en toda Europa, además tengamos en cuneta que la guerra entre Francia y España se prolongó por otros diez años más.

Ahora bien, retomando la situación de los constantes conflictos religiosos, debemos tener en cuenta que la religión se encontraba profundamente arraigada en la vida diaria de los europeos y que la iglesia constituía una fuerte fuerza política y además incluía una muy notoria intolerancia para la época, la libre discusión de ideas era impensable y algunos intelectuales de la época permanecían aislados para poder hablar de sus ideas. Tengamos en cuenta que la Inquisición elaboró el Librorum Prohibitorum, un índice de libros prohibidos que aplicó castigos corporales e incluso de muerte a quienes consideraban que sostenían doctrinas heréticas, encontramos muchos casos en la época, como el de Giordano Bruno, Miguel Servet,  Uriel da Costa, Galileo Galilei, Nicolás Copérnico e inclusive el mismo Descartes unos años más tarde, por haber incluido en su obra la dulce querella entre el mundo religioso y el racional; dotando con ello a la ciencia un estatuto que librara a la ciencia de los teólogos de la época.

Es menester pertinente, retomar el objeto principal de este apartado, refiriéndonos pues a René Descartes, habíamos dicho ya que nació cerca de París en 1596 y es importante mencionar que fue hijo de un importante abogado de la época, su abuelo había sido médico y por el lado materno tenía grandes ejemplos de hombres dedicados a la administración pública y al comercio. Se sabe que fue principalmente criado por su abuela y que a los diez años ingresó al Colegio de La Flèche como interno, siendo atendida esta institución por religiosos jesuitas cuya principal misión era la de formar funcionarios y profesionistas, de entre ellos abogados, arquitectos, ingenieros, militares y administradores. Se dice que el colegio además de clases como las ciencias naturales, matemáticas y filosofía, ofrecía clases de esgrima, equitación, danza y música; de las cuales por su delicada salud, no pudo disfrutar mucho durante su estancia en el colegio, cambiando estos momentos por más bien ratos de ocio en la biblioteca y de lectura en cama.

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