COMENTARIO “LA PRUEBA ONTOLÓGICA” DE LA EXISTENCIA DE DIOS

COMENTARIO “LA PRUEBA ONTOLÓGICA” DE LA EXISTENCIA DE DIOS

PROSLOGIO (capítulos 2 y 3)

1.RESUMEN DEL TEXTO.

El hombre, incluso el que es necio, tiene la capacidad de entendimiento. Es capaz de entender que hay algo superior a todas aquellas cosas que no se pueden pensar, pero no piensa que eso exista.

Aun así, dicha cosa tiene que existir en la realidad. Porque todos los hombres coinciden en que hay algo superior a todas las cosas que no pueden ser pensadas, y si no existiera, alguien podría pensar en algo aún mayor a eso. Pero no tendría sentido pensarlo, porque significaría afirmar que existe algo mayor que nuestro creador.

Por eso no puede haber duda alguna de que existe algo, en el entendimiento y en la realidad, mayor a cualquier cosa que nuestra mente pueda pensar.

Y se afirma que, en efecto, existe algo mayor a aquello que no puede ser pensado, y que ni siquiera podría pensarse que no existe, y ese es Dios. Solo Dios es verdadero por encima de todas las cosas, y se puede dudar de que todo existe, excepto de él.

Solo un necio podría negar la existencia de Dios.

2.ANÁLISIS DEL TEXTO

-FE: Creencia y esperanza personal en la existencia de un ser superior que generalmente implica el seguimiento de un conjunto de principios religiosos, de normas de comportamiento social e individual y una determinada actitud vital, puesto que la persona considera esa creencia como un aspecto importante o esencial de la vida. En la filosofía de San Anselmo, él considera la fe como punto de partida y guía para la razón.

        -CREENCIA: Idea o pensamiento que se asume como verdadero.

        -DIOS: En las religiones monoteístas, ser sobrenatural único al que se rinde culto; es responsable de la creación del universo y del misterio de la existencia. San Anselmo considera a Dios el más perfecto de todos los seres, es eterno e inmutable. Es incausado y a la vez causa de todas las cosas. En Proslogion, intenta demostrar su existencia, en esta obra lo describe como el pensamiento mayor por encima del cual no se puede pensar nada más.

        -REALIDAD: Es aquello que acontece de manera verdadera o cierta, a diferencia de lo que pertenece al terreno de la imaginación o la fantasía. Lo real, por tanto, es aquello que existe efectivamente. La definición de realidad supone un problema filosófico.

        -ENTENDIMIENTO: Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad.

-LIBRE ALBEDRÍO-LIBERTAD: El libre albedrío (liber arbitrium) es la posibilidad de elección que tiene el hombre entre el bien y el mal. La libertad sólo se alcanza mediante la gracia. El libre albedrío consiste en poder no pecar. La libertad en no poder pecar. La libertad era el estado en que vivía el hombre antes del pecado original (la Caída), después fue el libre albedrío. El libre albedrío es el soporte de todo el orden moral y el principio de un mundo de valores superiores, pero a la vez supone la facultad de elegir el mal, la facultad de caer, que es una imperfección de la voluntad humana. El hombre se aparta de la felicidad-libertad y es responsable de su propia decisión-acción libre, aunque la gracia le empuje hacia el bien.

-MAL: Es una carencia del Bien. Es la definición de Plotino que lo caracterizaba como una privación y no como una realidad positiva. Luego no puede ser atribuido a Dios ni a ninguna causa como hacían los maniqueos. Es el hombre quien elige entre el bien y el mal a través del liber arbitrium.

3.PROBLEMÁTICA DEL TEXTO

        En este texto de la obra Proslogion el autor trata de probar la existencia de Dios. Afirma que Dios es la cosa más grande que se puede pensar y partiendo de ese punto deduce su existencia.

        La doctrina de San Anselmo sigue los pasos de otros grandes autores anteriores a él, los que también intentaron como él, explicar con la razón lo que la fe presenta a nuestro fácil consentimiento. San Agustín, por ejemplo, es un gran ejemplo del esfuerzo de la mente humana por intentar adentrarse en los misterios de la Revelación. San Anselmo trata de forma exhaustiva y especializada algunos temas, con la intención de arrojar algo de luz con la razón sobre la Revelación.

        San Anselmo siguió y adoptó el lema de San Agustín “Credo ut intelligam”. Este lema defiende que la fe es el punto de partida y sirve de guía para la razón. El principio Credo ut intelligam, Creo para comprender, es adoptado por San Anselmo como principio capital por el que debe regirse toda especulación filosófica, pues si los dogmas exigen la fe, esta última exige constantemente comprensión. Dios permite a quien posee fe la visión intelectual que dirige de ella al conocimiento.

        En sus dos primeras obras Monologion y Proslogion, San Anselmo habla sobre la divinidad. En ellas muestra una gran necesidad por probar la existencia de Dios.

En la primera de estas dos obras Monologion, el autor determina el saber que la razón recibe de Dios mediante la teoría platónica de la participación de toda cosa en un modelo que la comprende y la fundamenta. De esta forma se puede llegar hasta la existencia de un ser supremo y absoluto, partiendo de cualquier objeto.

Por medio de este ser supremo, absoluto e infinitamente justo, se hace posible (mediante participación) la existencia de las cosas justas. Sólo porque existe este ser supremo, que subsiste por sí mismo, pueden existir las demás cosas. Además, este ser supremo es incausado, porque si tuviera causa esta debería ser inferior a ella y eso es imposible.

En esta obra presenta tres razones que algunos autores anteriores a él, como San Agustín y Boecio, habían dejado entrever en sus obras. Él les da un punto de vista muy peculiar.

        -La primera razón, se basa en las propiedades que caracterizan a los seres buenos, de una manera muy diversa y limitada. Esta diversidad y limitación da pie a la afirmación, que debe haber un ser superior a los demás seres que tenga todas esas características en el máximo grado de perfección.

        -La segunda razón, se basa en el ser de las cosas, cuya existencia participa de Dios, un ser eterno e ilimitado.

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