Comentario Juan 7
davidcp9024 de Marzo de 2015
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Juan 7
7:1 Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos (los líderes) procuraban matarle. -- 5:18. Cuando Juan dice "los judíos", sin más explicación, el término tiene sentido hostil. Desde luego, los apóstoles y muchos de los discípulos de Jesús eran judíos, pero cuando Juan escribió este libro (probablemente a fines del primer siglo) la palabra judíos indicaba los judíos inconversos y opuestos al evangelio. Los judíos obedientes se llamaban cristianos.
7:2 Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos; -- Deut. 16:13; Lev. 23:34, 43, una de las tres fiestas solemnes de los judíos. Cada año todo varón judío había de subir a Jerusalén para las fiestas de la Pascua, del Pentecostés y de los Tabernáculos. "Esta fiesta recibió su nombre de la costumbre de morar en cabañas de enramadas durante su celebración (Lv. 23:40-42) ... Esta fiesta, que cerraba el ciclo de solemnidades (Lv. 23:39, 43), se celebraba en el mes séptimo del año religioso, cuando finalizaban las cosechas y la vendimia ... Las cabañas de enramadas y las tiendas debían recordar la vendimia, pero más aún la vida nómada a través del desierto (Lv. 23:43)" (Vila).
Al comparar este libro con los sinópticos se puede ver que durante el periodo entre la Pascua y la fiesta de los Tabernáculos ocurrieron los eventos de Mat. 15-18; Mar. 7-9; y Luc. 9:18-50 .
7:3 y le dijeron sus hermanos: -- 2:12; no sus discípulos sino sus medio hermanos, "Jacobo, José, Simón y Judas", Mat. 13:53-55. Algunos dicen que estos "hermanos" eran primos hermanos, hijos de Alfeo y la hermana de la madre de Jesús, pero los hermanos de Jesús no "creían en él", mientras que "Jacobo hijo de Alfeo ... y Judas hermano de Jacobo" (Hech. 1:13; Jn. 14:22) eran apóstoles de Cristo.
-- Sal de aquí, y vete a Judea, -- el centro del judaísmo, el lugar lógico para manifestarse como el Mesías.
-- para que también tus discípulos vean las obras que haces. -- Querían que Jesús subiera a la fiesta de los tabernáculos y que públicamente obrara milagros. Desde el punto de vista mundano su sugerencia era buena.
7:4 Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto (en público, LBLA). -- Para ellos el trabajo de Jesús en Galilea era obra secreta.
-- Si estas cosas haces, -- La palabra "si" indica su incredulidad. De esta manera habló el diablo (Mat. 4:3, 6), con el cual en ese momento ellos estaban aliados al no creer en Jesús.
-- manifiéstate al mundo. -- Es decir, en Jerusalén, ahora, durante la fiesta de los tabernáculos. En las tres fiestas solemnes los judíos de todas las naciones se reunían en Jerusalén (compárese Hech. 2:5-10, la fiesta de Pentecostés). La idea de los hermanos de Jesús fue que si en realidad El era el Mesías, debería, como un político ambicioso, aprovechar la ocasión para hacer señales. De esa manera sería manifestado al mundo judío.
7:5 Porque ni aun sus hermanos creían en él. -- Si la teoría del clero romano acerca de los hermanos de Jesús es correcta, entonces sus primos hermanos (hijos de Alfeo) eran apóstoles incrédulos. Mar. 3:21, "Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí". Gracias a Dios, sus hermanos llegaron a ser sus discípulos, Hech. 1:14.
7:6 Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, -- Faltaban seis meses más para que su tiempo (hora) llegara. Su hora llegó cuando llegó la siguiente Pascua. Jesús había demostrado su deidad (Mat. 16:16; Jn. 1:49; 6:69), pero su tiempo u hora fue cuando el odio de los judíos llegó a su colmo y lograron que los romanos lo crucificaran.
-- mas vuestro tiempo siempre está presto. -- No importa cuando ellos subieran a Jerusalén, porque los judíos no los buscaban para darles muerte (5:18). Todavía no habían rompido con la jerarquía de Jerusalén.
7:7 No puede el mundo aborreceros a vosotros; -- Porque eran incrédulos como los demás que eran del "mundo". El mundo ama a los suyos (15:18, 23, 24), pero aborrece a los que reprenden sus pecados. Isaías, Jeremías y los otros profetas fueron perseguidos porque denunciaron al pueblo de Israel, comenzando con los líderes de la nación.
-- mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. -- 3:19-21.
7:8 Subid vosotros a la fiesta; -- No convenía que Jesús acompañara a sus hermanos por causa de la actitud de ellos con respecto a la manera en la que El debería manifestarse. Después fue (7:10), como ellos habían sugerido, aunque no abiertamente, ni con el propósito sugerido por ellos.
-- yo no subo todavía -- No dice "no subo", sino que "no subo todavía"; La Biblia de las Américas no dice "todavía", pero la evidencia es muy fuerte para incluirla, y el contexto lo requiere: véanse los versículos 10 y 14 ("A la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba". Si Cristo hubiera aceptado el consejo de sus hermanos, tal manifestación habría precipitado una fuerte campaña de parte de los judíos para matarlo. La manera y el tiempo de la subida de Jesús no provocaron tal campaña. Jesucristo siempre controlaba los eventos y El sabía perfectamente cómo y cuándo hacer las cosas que resultarían en su muerte; es decir, El iba a dar su vida, pero no de acuerdo con el plan humano sino de acuerdo con el plan divino.
-- a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido. -- Compárense 2:4; 7:30; 8:20; 10:39; 12:23, 27; 13:1; 17:1; Luc. 9:51. En la hora predeterminada por el Padre (Hech. 2:23) Jesús había de dar su vida por los pecados del mundo, pero los judíos no podían hacer llegar su hora más pronto. "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo" (10:17, 18).
7:9, 10 Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. Pero después que sus hermanos habían subido, entonces él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. -- No fue con sus hermanos, porque obviamente ellos esperaban alguna manifestación pública de su poder. Después El y sus apóstoles entraron, pero sin publicidad.
7:11 Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél? -- No les gustó pronunciar el nombre Jesús de Nazaret. Hablan de El como "aquél" (como "ese tipo"), palabra despreciativa. Obsérvese que Juan emplea el tiempo imperfecto, seguían buscándole y preguntando ¿Dónde está? Cuando Jesús sanó al paralítico de Betesda, hubo un encuentro entre El y los judíos acerca de sanar en el día de reposo (cap. 5). En el discurso después de ese evento, Jesús pronunció un discurso en el cual les reprendió por no aceptar el testimonio del Padre, de Juan el bautista, de las obras que Cristo hizo, de las Escrituras y de Moisés. Ahora querían encontrarle para resolver el problema que tenían con El.
7:12 Y había gran murmullo acerca de él entre la multitud, pues unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo (extravía a la gente, LBLA). -- La verdad causa división entre la gente. Compárense Mat. 10:34-37; Hech. 13:45, 48. ¿Por qué dijeron que Jesús extravía a la gente? Un ejemplo de esto se ve en Mat. 15:1-9; es decir, conducía a la gente fuera de las tradiciones humanas para que anduviera en la verdad.
7:13 Pero ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo a los judíos. -- Los judíos lo habían denunciado y decían que si alguien confesara a Jesús como el Cristo, el tal sería expulsado de la sinagoga (9:22; 12:42; 19:38). Por eso, Jesús dijo, "Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles" Mar. 8:38.
7:14 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. -- No hizo lo que sus hermanos sugirieron, porque no hizo milagros, sino que simplemente seguía enseñando. Al subir al templo a la mitad de la fiesta, su llegada llamó menos la atención de la gente.
7:15 Y se maravillaban los judíos, -- La llegada de Jesús "a la mitad de la fiesta" y su manera de enseñar dejó confusos y perplejos a los judíos. No sabían qué hacer con El.
-- diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado? -- Es decir, ¿cómo puede alguno saber algo si no lo aprendió de nosotros? Aun cuando Jesús tenía doce años de edad, sus padres "le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas" (Luc. 2:46, 47). Jesús no había estudiado en las escuelas de los rabinos y según los judíos, sin tal preparación formal, no tenía autoridad para enseñar, pero Nicodemo le llamó "Rabí" (3:2). El conocimiento de Jesús era divino. "Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?" (Mat. 21:23). Los doce apóstoles tampoco estudiaron en
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