De La Violencia

De la Violencia; Reflexiones para Nutrir la Reflexión. FrancoiseEritierLa Humanidad Perdida. Alain Finkielkraut

I)IDEAS/CONCEPTOS PRINCIPALES

La autora inicia el escrito mencionando la violencia o violencias como transgresiones que se infligen a los seres humanos a través de diferentes medios y desde diversos autores y que ha sido evidente desde tiempos inmemoriales.

Se pregunta la autora sobre el origen de la violencia, de ese comportamiento agresivo.

Para Heritier, es claro que las diferentes manifestaciones de la violencia se sustentan mediante argumentos, explicaciones y justificaciones que no tienen ningún soporte válido desde el punto de vista humano. Estas acciones están intencionadas hacia la negación misma del individuo, tratando de aparentar que este nunca existió.

La fuerza se equipara a la violencia, al estado de la naturaleza le sucede el estado de derecho, como una instancia cuya razón es más fuerte y se materializa en la negociación, el contrato, el orden y la regla. El estado se preserva mediante su derecho, una situación de hecho, que es un estado de violencia.

Más aceptable seria la sociedad que velaría menos por reproducirse en la seguridad, que en producirse como discutible, revisable.

En ninguna sociedad en el mundo es aceptado que un individuo pueda herir o matar a los demás sin ninguna limitación o que pueda apropiarse a su antojo de los bienes y de los productos de otro individuo. Existe una necesidad primordial para poder estar en paz y esta es la Dzconfianzadz a los más cercanos y a su entorno.

El surgimiento de una nueva serie particularismos, de barreras y jerarquías resultante de la aplicación diferentes criterios: religiosos, étnicos, políticos en nuestros días se opone a lo que debería esperarse como una extensión perfecta del campo de la colectividad de los humanos, como resultado de la mundialización. Entonces sin negarles el carácter de seres humanos, se les adjudica una Dzdiferenciadz que autoriza a tratarlos como si no lo fuesen; como animales, o seres desprovistos de derecho.

La autora habla de la Dzmoraldz pura y la presenta como aquella que debería dar forma al mundo, pero es claro que este mundo es un mundo real, con hombres que desean la felicidad y están llenos de pulsiones con rasgos al menos de a-razonabilidad y que está Dzmoralpuradz debiera educar para la libertad, pero sí se aplicase esta moral pura este hombre ya no podía orientarse por lo que este enfoque relativista implica la imposibilidad de una moral que obligue a todos los humanos de la misma manera.

Entonces deben existir nuevas morales construidas de diferentes maneras. Se coloca entonces la violencia física como una pulsión elemental que surge de la naturaleza animal del hombre.

Heritier, citando la Enciclopedia Universal de 1966, retoma que la no violencia plante a la no violencia como la fuerza del débil y su último recurso. Esta no violencia, rompe el encadenamiento de la violencia y muestra al agresor su equivocación al mismo tiempo que le impone una clase de conversión. Sin embargo más adelante propone que la no violencia no es aplicable más que a las causas buenas, por tanto probablemente en no constituye la solución ideal a todos los conflictos; el funcionamiento de la acción no violenta requiere de hombres con una conciencia moral establecida, pero en esta situación moderna general, más bien este tipo de hombres aún poseen una moral embrionaria.

La agresión provoca tensión e impulsos de contra-agresión para los individuos y para las comunidades; limitar esas funciones exige gran dominio propio.

La autora citando Gandhi, manifiesta en cuanto a su conducta en el libre examen y el oficio de la conciencia están basados en que una ley no es obligatoria más que cuando parezca justa, sino, el deber consiste en infringirla.

André Bourguigon, citado por Heritier plantea que el hombre se ha puesto aún más Dzpor debajo del animaldz cuando establece en su propia especie la violencia y el asesinato, y de la misma forma, Freud expresa que la pulsión de la muerte, es como una tendencia en el hombre, es de naturaleza innata.

La autora afirma que los comportamientos agresivos del hombre no son de naturaleza genética, sino un medio de expresión y acción para obtener sus deseos imponiendo su poder e ideas a otro, no corresponden a la naturaleza humana y que están basados en una circunstancia es que presiden el desarrollo

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