De animales a dioses

1. De animales a dioses trata una interesante y breve historia de la humanidad que nos ayuda a resolver grandes interrogantes existenciales partiendo de una premisa evolutiva, para así distinguir tres grandes etapas según la actividad que el hombre ha ido desarrollando hasta convertirse en lo que actualmente es, la especie dominante del mundo.

Esas tres grandes revoluciones son la cognitiva, donde el hombre se agenció de las aptitudes suficientes para transformar de manera sustancial y casi definitiva nuestro entorno; la revolución agrícola, donde aprendió a ser sedentario y a manipular a las especies y plantas para su beneficio. También significó la aparición de organizaciones complejas que conllevó a la jerarquización de los grupos; y por último, adquirió valores tanto morales como ideológicos.

La tercera etapa fue la revolución científica, no sin antes pasar por un ciclo de unificación, en la que aparecen los grandes imperios mundiales y la aparición de las diferentes religiones e ideologías. En la revolución científica descubrimos que los humanos, a pesar de haber logrado un gran avance científico en los últimos 500 años, aún no lo saben todo, pero que por ello existe la ciencia, para proporcionar una respuesta o parte de ella. A parte, se examina la formación de la alianza entre la ciencia, los imperios europeos y la economía del capitalismo.

Para finalizar, nos plantea las limitaciones del poder del hombre y hacia donde es capaz de llegar gracias a la tecnología y ciencia.

2. Las ramas del conocimiento de que son tratadas en el libro son las ciencias tanto biológicas y físicas como las humanísticas.

Trata la biología al hablar de la evolución del hombre primitivo y de procesos tanto biológicos como físicos para que se hayan producido tales cambios en la anatomía y la forma de pensar.

Obviamente, está relacionado con la historia, pues nos cuenta incontables ejemplos históricos, y por lo tanto, verdaderos, y comentando culturas de diferentes sociedades. Sin la historia ni el desarrollo de culturas, prácticamente no sabríamos nada, ni quiénes somos, ni qué hemos logrado.

También trata la rama del conocimiento filosófico, al hablar de las distintas morales e ideologías, proporcionándonos cuantiosas cuestiones dignas de reflexionar. Esta rama es destacada en el último capítulo, que nos deja con una cuestión importante y de poca certeza, pues no sabemos lo que queremos ni a donde vamos, somos seres insatisfechos a lo que les surgen satisfacer cada más necesidades no muy necesarias.

3. Esquema conceptual

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4. a. Para los hombres primitivos la capacidad de pensar significó obtener cierta flexibilidad a la hora de reaccionar ante cada presión exterior y adaptarse a las fuerzas naturales, tanto así que llegó al conocimiento de las mismas y de su entorno.                  Por ejemplo, el hombre primitivo empezó a beneficiarse de sus manos y construyó utensilios líticos aguzados para poder cazar presas de manera regular y así saltar a la cima de la cadena alimentaria. También consiguió la domesticación del fuego, el cual le sirvió para espantar a fieras, cocinar y protegerse del frío….

Esto implicó también gozar de una masa cerebral mayor que la de cualquier otro animal. Sin embargo, un cerebro colosal significó un cierto desgaste para su sistema y energía, ya que había que “compartir” la energía que daban a sus bíceps con sus neuronas, y esta energía gastada requería ser compensada con más comida. Como resultado, sus músculos se atrofiaron, pero a cambio consiguieron ser más inteligentes que cualquier otro simio.

Pero sólo una especie, el homo sapiens, consiguió destacar y sobreponerse a los demás hombres primitivos.

Entonces, el pensar significó la apertura a un nuevo ciclo de la historia del hombre, le encaminó a la manifestación de sus capacidades cognitivas.

b. La revolución cognitiva es el punto en el que la historia declaró su independencia, hace aproximadamente 70.000 años. Fue la etapa donde aparecieron nuevas maneras de pensar y comunicarse surgidas por mutaciones genéticas accidentales que cambiaron las conexiones internas del cerebro. Esto les permitió pensar de manera única e incomparable y comunicarse empleando un modelo de lenguaje íntegramente nuevo, tanto para intercambiar información del mundo que les rodeaba como para hablar sobre sus relaciones sociales.

En esta revolución surgió la publicación de ficciones (mitos, leyendas, dioses y religiones), señalada como la principal particularidad del lenguaje de los sapiens.

Y aunque la ficción sea irreal e incluso inquietante, les llevó a la cooperación entre un gran número incontable de personas desconocidas entre sí.

Estas disposiciones facilitaron un nivel de estructuración que les encaminó a imponerse al resto de homos y a afirmarse como la única especie dominante.

c. La investigación sobre los homínidos primitivos ofrece dos teorías sobre la expansión y dominio de los sapiens que pueden llevar a una cierta discriminación racial si no son entendidas correctamente.

La teoría del entrecruzamiento expresa la vinculación entre poblaciones, dando a entender que los sapiens mantuvieron relaciones tanto sociales como físicas con otros homos. La teoría de la sustitución cuenta que todos los humanos actuales tienen aproximadamente el mismo equipaje genético, y que por lo tanto, las distinciones raciales son insignificantes, pues todos somos “sapiens puros”.

Si la primera teoría fuera cierta, esta sería material importante para estimular y favorecer alguna teoría de distinción racial, pues se supondría que existen diferencias genéticas entre personas de diferentes continentes.

El hombre blanco, a lo largo de historia, ha creído ser superior a la demás etnias debido a una supuesta “pureza genética”, pero no se daban cuenta de que, el “punto de partida” del hombre primitivo es el continente africano, donde las personas son de raza negra.

Con esto quiero expresar que cualquier diferencia racial que parta de alguna premisa evolutiva sería estúpida, y que esa discriminación es un tema más cultural que genético.

d. Un gran número de extraños pueden cooperar con éxito si creen en mitos comunes.

Esta frase posee una gran lógica y sentido.

Hace referencia al desarrollo de la capacidad cognitiva dado que con ella obtuvimos la “habilidad´´ de poder creer en ficciones y construir una realidad imaginada entre todos, que no es lo mismo que una mentira puesto que la realidad imaginada es algo que todos creen y puede ejercer una gran fuerza.

Esta realidad imaginada no es tan mala, pues nos llevó a la colaboración entre todos, algo clave para la supervivencia y la reproducción de nuestra especie.

Esto demuestra lo únicos que somos al tener la habilidad del autoengaño colectivo.

Entonces, esa semejanza moral o mito común sólo existen en la imaginación de gente, por lo que si un gran número de ellos poseen una misma moralidad o realidad imaginada, aunque no se conozcan de nada, se apoyarán mutuamente porque creen en ese mismo mito que tendrá un mismo fin para todos. Sin embargo, esa finalidad puede alternar si se cambia la manera de narrar el mito.

Cuando alguien tiene éxito en lograr que un gran número de personas crean en determinadas historias sobre dioses o naciones, obtiene un poder inmenso ya que hace que millones de extraños cooperen y trabajen en objetivos comunes. La cooperación humana a gran escala se basa en que

Uno de los ejemplos que nos ofrece el libro es la revolución francesa de 1789, cuando la población pasó de creer en el mito del derecho divino a creer en el mito de la soberanía del pueblo.

Para concluir, se podría decir que los fantasmas y espíritus en los que creían los hombres primitivos son, en realidad, la base para el funcionamiento de nuestras instituciones modernas.

e. En mi opinión es más importante la genética, ya que si no se hubieran dado las mutaciones genéticas suficientes en el ADN del hombre primitivo, no se hubieran exteriorizado las capacidades cognitivas que llevó a los sapiens a adquirir las habilidades de organización y la visión necesaria para salir de África y colonizar el mundo.

Gracias a la genética el hombre tiene la capacidad organizativa para crear Estados, ya que adquirió la cualidad de creer en una misma moral, ya sea religiosa o política; aunque, como el libro resalta, las ideologías políticas también se podrían percibir como religiones.

Además, para crear un Estado, hace falta un gran número de personas y “el éxito evolutivo de una especie se mide por el número de copias de su ADN. Si no quedan más copias de ADN, la especie se extingue”.

Sin el desarrollo genético de nuestros antepasados, no hubiéramos sabido siquiera qué es un Estado

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