Del Mito A La Razon

Del Mito a la Razón:

El Raciocinio es una característica esencial del ser humano. Desde siempre, este elemento le ha motivado a explicarse los fenómenos que suceden a su alrededor . El ser primitivo observaba un rayo e inmediatamente buscaba una explicación. Si se guiaba por un pensamiento mágico-religioso, la respuesta a su interrogante era siempre algo parecido a esto: “Los fenómenos de la naturaleza ocurren como producto de las fuerzas divinas, externas al mundo y al ser humano. Por ello es imposible explicarlos y más aún modificarlos”. En esta respuesta sólo intervenía el miedo, la ignorancia, la pereza mental o simplemente el acomodamiento.

Paralelamente, el ser humano fue dando respuestas de índole racional. Al observar la naturaleza comprendió que todos los fenómenos obedecen a una ley causa-efecto, por lo que se empezó a buscar las causas de todos los sucesos y también sus consecuencias. Por esa vía fue surgiendo la actividad filosófica. Esta se caracterizaba, básicamente, por la búsqueda racional de la explicación de los hechos observados por el ser humano.

Entre el pensamiento mágico y el filosófico existe una diferencia fundamental: mientras el primero da respuestas que no permiten acción humana alguna, por medio del segundo se posibilita la comprensión de la realidad y la capacidad de transformarla. La búsqueda de respuestas lógicas dio como resultado el principio de la actividad filosófica. Esta, paulatinamente se fue desarrollando y diversificando. A la vez, el ser humano fue creando instrumentos de trabajo y herramientas que le permitieron prolongar la capacidad de sus sentidos. Con el paso del tiempo esto dio como resultado la necesidad de desarrollar procedimientos científicos que permitieran confirmar o descartar las hipótesis formuladas para explicar la realidad. En consecuencia, del pensamiento filosófico surgió la actividad científica.

Como es fácil deducir, cuando inició la actividad filosófica no se había desarrollado ninguna ciencia. De ahí que, en un principio, el filósofo abarcaba todo tipo de conocimientos. Paulatinamente, las actividades científicas particulares fueron especializando los campos del saber y creando técnicas específicas.

La especulación filosófica sólo fue el principio generador del desarrollo de la Filosofía propiamente dicha. La búsqueda de respuestas racionales hizo indispensable la sistematización de la actividad. Hubo necesidad de buscar un método lógico, sistemático y coherente. Así fueron surgiendo explicaciones acerca de la realidad. Los pensadores de la antigüedad se dieron a la tarea de reflexionar sobre las interrogantes más generales.

MITO: En la Antigüedad clásica el Mito fue considerado como un producto inferior o deformado de la actividad intelectual, Platón opone el Mito a la verdad o al relato verdadero, pero al

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