Descartes Primera Meditacion
alvarosagi20 de Abril de 2014
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Descartes, en su primera meditación, comienza reflexionando sobre su juventud, sobre todas las opiniones y creencias que tuve y en las que se apoyó como verdaderas y que resultaron no serlo. Ello le hace pensar en qué opiniones son realmente verdaderas, y ¿Cuál es una forma de hallar las opiniones verdaderas? Eliminando las no verdaderas, o al menos, las que no tiene certeza de que sean verdaderas, sobre las que tiene motivo de duda. Como realizar este trabajo opinión por opinión sería imposible, Descartes trata de buscar los cimientos, los cimientos sobre los cuales dichas opiniones se apoyan, destruyendo los cimientos, o viendo si estos son fiables o no, pueden destruirse las demás opiniones. Y ¿Cuáles son los principales cimientos que nos aportan conocimiento en el sentido general de la palabra? Los sentidos. Por ello Descartes elabora un primer argumento para valorar si los sentidos son realmente fiables para darnos información o no. Y para él , efectivamente, no son realmente fiables,, para ello argumenta que en muchas ocasiones ha sido engañado por los sentidos, como cuando vamos por el desierto y creemos ver un oasis, cuando realmente solo estamos viendo un espejismo, o cuando creemos ver un barco en el cielo y es a causa de la refracción de la luz en el agua del mar. De aquí concluye que los sentidos no son del todo fiables, y que lo que los ojos, oídos, manos nos proporcionan pueden ser engañoso, mas afirma que cómo puede dudar de la existencia de las manos, o de las piernas, sería absurdo pensar que los sentidos nos están engañando en este caso, ya que trabajamos a diario con estas partes del cuerpo. Tras este resquicio de esperanza añade la segunda parte del argumento, afirmando que en muchas ocasiones estuve seguro de que sus manos existían, que estaba frente a ellas realmente, que estaba viéndolas y trabajando con ellas y resultó ser todo engaño, ser todo un sueño, ¿Cómo puede alguien saber si está soñando o no? Las personas no saben normalmente que están soñando hasta que se despiertan ¿Cómo puede estar alguien tan seguro de que no va a despertar y que ahora mismo está dormido? Según descartes la imposibilidad de esta diferenciación hace dudar de la capacidad de nuestros sentidos para aportar información certera. Tras esto, va a proceder a analizar las proposiciones racionales, veamos como lo hace, para ello añade que aquello con lo que sueña, ha de ser una réplica de algo que existe realmente, igual que los pintores al componer sus cuadros usan cuerpos y aletas de peces y mezclas, pero todas las mezclas partes de cuerpos existentes, y si son capaces de crear algo que no existe, al menos el material usado para crearlo ha de ser real, el color, la extensión, etc. Con lo que empieza a perder interés en la fiabilidad de los cuerpos compuestos y las ciencias que los estudian, empezando a acreditar mas en las ciencias que estudian las cosas simples, pues sobrevive a la duda de no poder distinguir sueño y vigilia, ya que estemos dormidos o no, un triangulo va a tener 3 lados, y 2 por 4 van a ser 8. Aritmética y geométrica da credibilidad. Sin embargo, tras este argumento que parece salvador, añade otro contra argumento, añade la posibilidad de un genio maligno. Para ello comienza hablando de que algunas veces nos engañamos, nos equivocamos, y que errar va en contra de un dios bueno, y que si nos permite errar a veces, y eso es seguro, ¿Por qué no iba a permitirnos errar siempre? No podría ser que ese dios fuese realmente un genio maligno que nos engaña, que nos haga pensar que efectivamente 2 por 4 son 8, como si estuviéramos enchufados a una maquina viviendo un sueño. Algunos respondieron a descartes diciendo que no podría haber un dios tan poderoso, capaz de hacernos eso, mas ese argumento no acababa con su idea, pues a menos poderoso y perfecto sea dios mas posibilidad de errar tenemos nosotros. Con lo que descartes nos deja en una situación un tanto
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