EL HOMBRE QUE CONOCE: REFLEXIÓN FILOSÓFICA SOBRE EL CONOCIMIENTO
Daniel ArjonaDocumentos de Investigación17 de Agosto de 2021
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EJE PROBLEMÁTICO I INTRODUCCIÓN
Esta Eje tiene un carácter histórico. Nos proponemos revisar algunas de las principa- les corrientes filosóficas en el ámbito del conocimiento. Esto nos permitirá comprender, en parte, la evolución del conocimiento científico. Lo importante es reconocer las ca- racterísticas principales de cada una.
Para acceder a términos específicos se encuentra disponible el Glosario[pic 1]
de la materia.[pic 2]
1.- EL HOMBRE QUE CONOCE: REFLEXIÓN FILOSÓFICA SOBRE EL CONOCIMIENTO[pic 3]
La Teoría del Conocimiento -también llamada Gnoseología- es una disciplina que pre- tende explicar filosóficamente el conocimiento humano. Si bien desde los inicios de la filosofía diversos pensadores intentaron explicar el conocimiento humano, su alcance y su esencia, se puede decir que recién en la Edad Moderna comienza propiamente como disciplina filosófica independiente.
Es muy importante conocer estas teorías porque son las que influyen más directamen- te en el desarrollo de la ciencia moderna. En este periodo, se desarrollan fuertemente la física, la biología, las matemáticas, la geometría, etc. Tanto el racionalismo como el empirismo marcarán el entorno filosófico en el cual se desarrollarán.
En esta carrera, en donde el objeto de estudio es principalmente el mundo físico, se debe tener en cuenta, que los parámetros filosóficos fundamentales, se gestaron radi- calmente en el periodo moderno.
De allí la necesidad de conocer las teorías gnoseológicas de esta etapa del pensa- miento, y, además, realizar un análisis crítico de las mismas.
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2.- ANÁLISIS FENOMENOLÓGICO DEL CONOCIMIENTO[pic 5]
Para empezar a tratar acerca del conocimiento es posible realizar un análisis fenome- nológico del mismo. El objetivo es comprender “lo que ocurre” cuando se conoce, an- tes de abordar cualquier teoría al respecto. Es decir, a partir de una rigurosa observa- ción, se intenta describir, explicar e interpretar el fenómeno del conocimiento.
Se aspira a “aprehender la esencia general en el fenómeno concreto”.1 Procediendo de esta manera, se descubre que en el conocimiento se hallan frente a frente el sujeto y el objeto. Existe una correlación entre ambos, ello significa que el sujeto es sujeto para un objeto y viceversa, el objeto solo es objeto para un sujeto. Es decir, el sujeto supone un objeto de conocimiento y a su vez este objeto supone un sujeto que lo co- nozca. De igual manera, se debe agregar que esta correlación es irreversible, es decir que el sujeto que conoce no puede convertirse en el objeto conocido y viceversa.
El objeto siempre es trascendente respecto al sujeto, es decir que permanecen sepa- rados. La trascendencia implica la independencia del objeto respecto a la conciencia cognoscente. El conocimiento supone una salida del sujeto para apropiarse del objeto, por supuesto que no se trata de una apropiación material, pero si de una captación de su ausencia y propiedades, una posesión intencional del objeto. En este proceso, el objeto no se ve modificado ni alterado en su esencia.
Ahora bien, aquí aparece un tercer elemento que es la imagen, para llamarla genéri- camente, aludiendo al término mental a través del cual el sujeto conoce al objeto. Quien se ve determinado o modificado en este proceso de conocimiento es el sujeto, sin embargo, quien recibe la determinación no es directamente el sujeto, sino la ima- gen del objeto. La imagen es en definitiva “el instrumento mediante el cual la concien-
cia cognoscente aprehende su objeto”.2
SUJETO OBJETO[pic 6][pic 7][pic 8]
IMAGEN
2.1. Imagen
Aquí surge el concepto de verdad. El conocimiento es esencialmente verdadero, pues si tengo un conocimiento falso en realidad carezco de conocimiento, estoy en el error, en una ilusión, en la ignorancia.
Se puede definir la verdad como la adecuación o correspondencia de lo pensado con la cosa pensada. Este es el concepto propio de la ciencia. El objeto en sí mismo no se califica de verdadero ni de falso, sino que la verdad se encuentra en el pensamiento, en el juicio y en su conveniencia o adecuación con la realidad.
Esto constituye una primera mirada, un acercamiento al fenómeno del conocimiento, constituye una aproximación para plantear a partir de aquí algunas problemáticas refe- rentes a este tema.[pic 9]
1 HESSEN, Juan. Teoría del conocimiento. Ed. Porrúa. México 1999. Primera parte, pág. 13.
2 Ibidem. Pág. 3
John Locke[pic 10][pic 11]
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3.- PROBLEMAS EN TORNO AL CONOCIMIENTO[pic 13]
Una vez realizado el análisis fenomenológico se puede profundizar la reflexión del co- nocimiento planteando tres problemas:
La posibilidad del conocimiento.
El origen del conocimiento.
La esencia del conocimiento.
Respecto al primer problema, acerca de la posibilidad del conocimiento. La pregunta que se plantea es si es posible conocer, si realmente el sujeto puede conocer adecua- damente al objeto, a la realidad.
Cuando el planteo es acerca del origen del conocimiento, la pregunta gira en torno a la fuente del conocimiento; el objetivo es saber de dónde proviene el cono- cimiento: de los sentidos, de la razón o quizás de ambos.
Por último, se puede preguntar qué es lo que se conoce, es decir, cuál es la esencia del conocimiento. Aquí se reflexiona si realmente el sujeto se conduce receptivamente en el conocimiento o si lo hace activa y espontáneamente; es decir, si el sujeto es quien se ve determinado en el acto de conocer, o si simplemente él es quien construye su objeto de conocimiento.
Estos planteos tendrán diversas respuestas que serán analizadas a continuación.
3.1. La posibilidad del conocimiento
Frente al problema de la posibilidad del conocimiento, analizaremos dos grandes res- puestas: el dogmatismo y el escepticismo, existiendo además una postura crítica, intermedia entre las dos propuestas anteriores.
Dogmatismo
Se entiende por dogmatismo una actitud intelectual para la cual “no existe todavía el problema del conocimiento”.3 No toma conciencia aun del hecho que el conocimiento constituye una relación entre un sujeto y un objeto y que entre ambos hay una distan-
cia. Existe una total confianza en la razón en su capacidad de conocer la realidad. Se trata de una actitud que puede estar presente en distintos momentos de nuestra vida y en distintos aspectos.
“El dogmatismo es la posición primera y más antigua tanto psicológica como históri- camente”.4 En este sentido, se puede observar en los niños cierto dogmatismo, pues no pusieron aún en tela de juicio la posibilidad de conocer; para ellos no cabe duda que lo que se conoce es de la manera en que se lo percibe. Históricamente se en-
cuentran a los presocráticos5 (considerados los primeros filósofos) como autores dog- máticos.
Existen diferentes tipos de dogmatismo, tales como el dogmatismo ético, metafísico, religioso. Se podrá observar más adelante que el racionalismo sostiene un dogmatis- mo metafísico.
Escepticismo
El escepticismo es contrariamente al dogmatismo, una actitud intelectual que descon- fía de la posibilidad humana de llegar a conocer la verdad con certeza. El escéptico toma conciencia que el conocimiento es una relación entre un sujeto y un objeto y cen- tra su atención en las limitaciones del sujeto para llegar al conocimiento.
Al igual que el dogmatismo, puede existir escepticismo en diversos aspectos del saber y en diferentes momentos de la vida. En los períodos de escepticismo, es donde se produce un mayor crecimiento histórico y personal, siempre y cuando se entienda co- mo una actitud de desconfianza ante lo conocido o establecido, que moviliza la duda y estimula la búsqueda de la verdad. Cuando el sujeto se instala en el escepticismo, convirtiéndose éste en radical, inmoviliza la conciencia e imposibilita el juicio.
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